María del Carmen Campillo: "La agricultura siempre ha sido sostenible, nos ha traído hasta aquí"

Entrevista a la directora de la Etsiam

Catedrática de Producción Vegetal, la nueva directora de la Escuela de Agronomía quiere impulsar el "espíritu crítico" del alumnado

Asegura que "probablemente" acabemos comiendo alimentos generados por impresoras 3D

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María del Carmen Campillo, en el Rectorado de la Universidad de Córdoba.
María del Carmen Campillo, en el Rectorado de la Universidad de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

"Me nutre estar con el alumnado". Es lo que sostiene María del Carmen Campillo, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba, quien asegura que va a seguir dando clases en el centro, en el que lleva más de tres décadas. Catedrática de Producción Vegetal en el Departamento de Agronomía, insiste en la necesidad de que el estudiante desarrolle su espíritu crítico durante su formación en este centro.

-Tras más de tres décadas como docente e investigadora en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba decidió presentarse a la dirección del centro. ¿Qué le motivó?

-Hay una motivación que en mí ha sido una constante y es la preocupación por el alumnado. Es una etapa en la que me gustaría impulsar la excelencia académica, pero de una manera transversal.

-¿Y eso cómo se consigue?

-Bueno, en la mente tengo varias ideas. Una de ellas es, aparte de ofertar talleres, charlas con profesionales que entiendan de la materia -porque la formación que le damos y los contenidos son apropiados, pero se detecta la necesidad de impulsar esa excelencia académica y profesional-, además de distintas actividades. Para mí, es importante el acompañamiento al alumnado. El reto es que tanto yo, como todo el equipo directivo y el resto de coordinadores, podamos acompañarles, con el ejemplo, desde posiciones un poquito más destacadas, estando accesibles de una manera fácil para que puedan consultarnos todo tipo de cuestiones. También con el ejemplo de otros profesionales. Eso es, además, el complemento que tenemos nosotros por aquí: ejemplos de profesionales relevantes y que tengan esa admiración hacia su desarrollo y su carrera profesional. Esa es la parte del centro, que también se complementa con unos planes de estudio completamente renovados y actualizados.

-Pero, ¿cuáles son esos planes, por que la oferta de grados siempre ha sido similar?

-No son nuevas titulaciones, pero vienen muy actualizadas. En el caso del graduado en Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural, además de renovar y actualizar el plan que se implementa en el curso 2024-2025, viene con la mención en Biotecnología. De hecho, las empresas demandan profesionales con esa preparación.

-¿Cree que hasta ahora las titulaciones universitarias han estado alejadas de las necesidades empresariales?

-No en nuestro caso, porque nuestro centro nació como consecuencia del sector agrario. Ellos impulsaron la necesidad de formar profesionales e ingenieros agrónomos. Y nosotros hemos estado siempre en contacto con los agricultores y con todas las empresas. Ha sido una ida y una venida. Ellos nos han apoyado para tener profesionales que les ayuden a dirigir tanto las fincas como las distintas industrias en todos los sectores. Y hemos tenido esa relación de ayudarles a resolver problemas en las empresas. Han acudido a nosotros y hay mucho proyecto de transferencia. Además, nuestros alumnos tienen una cartera de empresas para hacer prácticas bárbaras. En esa ida y venida, hemos tenido muy buena relación y nosotros hemos estado en contacto muy estrecho y directo con el sector empresarial y la administración. Pero, ¿qué ha pasado? Pues que la sociedad cambia. Hay otras necesidades y, en este caso, la biotecnología viene como revulsiva como para solucionar muchos problemas. La biotecnología es una de las herramientas esenciales y primordiales junto con la digitalización y la inteligencia artificial. El sector tiene confianza en la escuela, que siempre ha tenido muy buena presencia, muy buena referencia.

-¿Cómo va a afectar la llegada de la inteligencia artificial en la agricultura? ¿En qué va a cambiar?

-Va a ser la misma, pero mejor, más sostenible. Son herramientas que vienen para ayudar.

-¿Y cómo se traduce esa ayuda?

-Antes, por ejemplo, para mejorar una variedad para que fuera más productiva o aguantara la sequía o las temperaturas altas, llevaba muchos años. Hoy día, con técnicas actualizadas se reducen los tiempos muchísimo. Esa es la biotecnología; y la digitalización, lo mismo. Son herramientas que te ayudan, recogen tantos datos que al profesional de campo le complementan y le ayudan a tomar decisiones.

-Y el agricultor, el profesional que está en el campo día a día, ¿está a favor del uso de estas nuevas tecnologías? ¿Está preparado para ello?

-Depende del nivel de agricultor. Bien es cierto que el relevo generacional, que ya viene con las nuevas tecnologías en todos los campos y ámbitos, también las demanda e implementa. Por eso, nuestra responsabilidad es formar a la gente para que nuestros alumnos, que dentro de nada son profesionales, puedan implementar esas medidas donde vayan. De hecho, ya hay empresas que nos demandan profesionales hasta tal punto que no tenemos, no podemos complacer la demanda de profesionales en el sector de la digitalización y de la inteligencia artificial.

Un momento de la entrevista a la directora de la Etsiam.
Un momento de la entrevista a la directora de la Etsiam. / Miguel Ángel Salas

-Esta situación, entonces, responde a esta apuesta por la digitalización del campo.

-Por eso hacen falta y demandamos más ingenieros para que puedan terminar con esta formación. Otro de los retos es explicar todas estas necesidades, que a nosotros que trabajamos en el sector agrario nos parecen normales, pero hay una parte de la sociedad que no es consciente de estas necesidades y de todo lo que se puede hacer y colaborar, y ayudar en el sector agroalimentario. Antes, la demanda de alimentos era más transversal, pero ahora se conoce más y hay distintos grupos que tienen demandas específicas, algunos por necesidades de salud y otros por cuestiones de gusto y de opciones.

-¿Llegaremos a comer alimentos generados por impresoras 3D?

-Pues posiblemente. Hay carne que se está elaborando así, que realmente lo que se hace es mezclar distintos ingredientes. De momento, en la escuela no se enseña, pero quizás llegue.

-Entonces, ¿por dónde pasa el futuro de la agricultura?

-Tenemos un gran futuro. El agrario y el agroalimentario es uno de los sectores que puede proporcionar soluciones al cambio climático y, de hecho, las está poniendo en marcha desde distintos ámbitos: desde conseguir producción vegetal suficiente para dar de comer a esa población creciente y hacerlo de una manera que no comprometa el medio ambiente. La agricultura siempre ha sido sostenible, nos ha traído hasta aquí. Si no llega a ser sostenible, no tendríamos el paisaje que tenemos ni la actividad agroalimentaria que tenemos. Hoy en día estamos presionados por esa creciente población y hemos desarrollado técnicas e innovación que nos permite hacer más alimentos, que haya más seguridad alimentaria con menos recursos de agua, de suelo, de pesticidas, de insecticidas... Estamos en el camino, pero creo que se puede hacer todavía mejor.

-¿Cuáles son sus objetivos a corto y a largo plazo al frente de la Etsiam?

-Uno de ellos es que nuestros alumnos experimenten esa excelencia académica, que presten más atención, no solamente al aprobar las asignaturas, que participen en las distintas actividades que hay dentro de la Universidad, se preocupen por esa otra formación y desarrollen esas competencias que antes eran las soft skills y que ahora se ha visto que son tan relevantes que le llaman las power skills. Tienen que trabajar en equipo para que desarrollen ese espíritu crítico de pensar; a través de distintas asignaturas, se incide mucho en ello. Porque esto no es cuestión de aprender, sino que tienes que pensar los problemas y, eso se inculca. Lo que ocurre es que en los últimos años le resulta más cómodo no pensar. Nosotros inculcamos el desarrollo de ese espíritu crítico y ese pensamiento, pero no queremos que los alumnos sean cómodos, porque lo que necesitamos para hacer un trabajo mecánico está la digitalización y la inteligencia artificial. Necesitamos profesionales con un espíritu crítico, con un desarrollo de la creatividad importante, porque hay que generar nuevas ideas y nuevas soluciones. Nuestro campo nunca ha parado y la agricultura ha sido el principal desde siempre. Hemos sido pioneros en pensar, en cambiar, en modificar y ahora tenemos que seguir innovando, inventando, investigando, cambiando... El cambio y la actualización no es complicado porque estamos también en contacto con el sector empresarial, con la administración y todo es un proceso pausado: lento pero sin pausa.

-Y estos cambios que cita, ¿cómo afecta a la hora de impartir clases?

-El profesorado investigador está en continuo cambio. A través de la docencia y la investigación que hace el personal de la escuela pues nos enriquecemos y, eso se transmite a las aulas.

-La Universidad de Córdoba ha aprobado recientemente el Plan Integral en la Investigación.

-La docencia, como la investigación, son básicas. A través de ella, de ambas, la escuela se enriquece y, eso se transmite a las aulas. En cuanto al plan, es necesario recordarlo porque a veces vamos deprisa, tenemos una alta demanda en el número de publicaciones y hay veces que hay que delimitarlas y recordar sobre todo a los jóvenes investigadores qué es lo ético, lo que está bien y lo que no está bien, lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer. Es absolutamente necesario recordarlo y a todos los niveles; sobre todo a los jóvenes investigadores que están empezando. Pero a veces, en ese sentido, tan difícil no es, porque en este ecosistema está lo que llamamos nosotros la familia Etxiang, en la cual no solamente se incluyen al alumnado, al profesorado, sino todos los egresados que están en distintas empresas y demandan proyectos nuestros, reconocen ese valor donde se han formado y nos hacen partícipes a la escuela de sus proyectos, de enseñar a los alumnos a través de las prácticas, de incorporar a nuestros alumnos. Y esto es un feedback que no estamos solos. Esto es una alianza en el sector empresarial, con la administración, donde tenemos tantos compañeros y alumnos y cuando están dentro les animamos que han recibido esta formación gracias a otros compañeros que salieron y se han acordado de nosotros. Que yo tengo ejemplos y que yo puedo contar ejemplos en clase gracias a que los egresados nos cuentan o gracias a que un egresado que está en una empresa viene, y nos dice, oye, podemos hacer este proyecto que tengo, para este problema en concreto no tengo personas formadas, vamos a colaborar; y el personal de la escuela cuenta con profesionales, personal docente investigador que colabora con muchas empresas. Hay una gran captación de capital.

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