Escepticismo en la calle Deanes
Los carteles publicitarios de la Judería serán regularizados

La puesta en marcha del plan turístico de grandes ciudades tiene entre sus principales premisas recuperar el paisaje ancestral de la Mezquita y alrededores. Para ello, una de las actuaciones principales que se pretenden llevar a cabo es la regulación del uso de señuelos o carteles publicitarios, con el objetivo de que las calles de la Judería vuelvan a tener el aspecto que poseían en siglos pasados.
El desarrollo de este programa va a afectar directamente a los comerciantes de la zona, que van a encontrar numerosas restricciones a la hora de exponer ofertas y productos en la entrada de sus establecimientos. Una de las más perjudicadas por estas medidas va a ser la calle Deanes, caracterizada por el revestimiento que de sus paredes hacen los souvenirs y demás artículos enfocados al turismo.
Los empresarios de la zona muestran cierto recelo respecto a esta medida. Los vendedores de souvenirs coinciden en sus posturas. "Es imprescindible poner los productos que ofertamos en la calle a modo de reclamo. Estos son los que hacen que los turistas pasen por aquí. Sin ellos, no venderíamos prácticamente nada porque las ventas, de por sí, ya han bajado mucho en los últimos años", comentó María José a el Día, propietaria de una de las tiendas ubicadas en Deanes. "Además, esto no hace más fea la calle. Le aporta colorido. Le da vida".
Los propietarios y trabajadores de las tabernas situadas en dicho enclave también se muestran disgustados con la medidas que plantea el plan turístico, porque temen perder clientela. "Si tenemos que quitar los carteles en los que ponemos las ofertas, los turistas no entrarían en el local. Ya nos hicieron quitar las pizarras del acerado y ahora las tenemos que tener colgadas en la pared. También nos hicieron quitar los veladores que sacábamos a la calle para que los fumadores pudieran consumir a la vez que se fumaban un cigarro. Y todo esto a pesar de ser una calle peatonal y no entorpecer el paso de los viandantes. Cada vez toman medidas más restrictivas y, cada vez, baja más la recaudación. Esperemos que, al menos, las pizarras nos dejen tenerlas colgadas porque, si no, nos quedaríamos prácticamente sin clientes", afirmó el encargado del bar La Tapa.
En este sentido, los trabajadores de la taberna Los Califas refrendaron la opinión de su compañero de profesión "cada vez viene menos clientela. La crisis se está notando mucho y, en este sentido, las pizarras son esenciales para que los turistas acudan al local, porque la competencia es muy grande y este es el único elemento del que disponemos para ofertar nuestros menús y conseguir que la gente entre al establecimiento". Además, aseguraron que el principal problema que afecta a Deanes no son los carteles publicitarios, es la delincuencia. "Las gitanas que venden romero y las rumanas saquean a los turistas. En cuanto se descuidan le quitan lo que lleven, le meten la mano hasta en el monedero cuando los guiris los sacan para darle la voluntad. Eso sí es un verdadero problema, una lacra para la calle y la zona y el Ayuntamiento no hace gran cosa para evitarlo. Debería aumentar la seguridad en la Judería o crear un cuerpo de Policía Turística como el que hay en Granada".
La opinión escéptica de los viandantes no dista mucho de la que tienen los comerciantes. "Los souvenirs y demás reclamos publicitarios dan viveza a la calle. No son molestos para los que pasamos por aquí todos los días y su erradicación haría que los turistas, clientes potenciales de este tipo de negocios, ni siquiera pasaran por Deanes", explicó Rosa, trabajadora de la zona.
Parece ser que los carteles y demás reclamos publicitarios tienen los días contados en Deanes. El impacto económico que puede llegar a tener dicha medida aún está por ver.
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