Una Escuela Municipal de Música
Loco por la música
Una guía editada por el Ministerio de Educación y la FEMP indica que “el papel de las escuelas municipales de música es de extraordinaria relevancia para el desarrollo”

La música mejora nuestra función cerebral, nuestro ritmo cardíaco, nos cambia el estado de ánimo y nos provee de energía. Decía Platón que “la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”. Hoy hablaremos de algo que también se echa en falta: una Escuela de Música Municipal que complemente las labores incansables del Conservatorio en poner en alto valor las enseñanzas en esta materia. Obviamente, conozco, reconozco y valoro la labor que desde cada una de sus ideas y proyectos realizan las diversas academias de música existentes en Córdoba. Desde aquí mi más sincera felicitación.
Pero el trabajo realizado por estas entidades no debe “tapar” ni cubrir la necesidad de una Escuela Municipal donde aprendan de forma gratuita, amena y profesional todas aquellas personas interesadas en la música de forma más desprejuiciada, sin tensiones ni miedos y, sobre todo, sin requisito alguno ni aspiraciones instrumentales de alto nivel, lo cual seguramente descongestionaría el Conservatorio y conseguiría aplacar la avalancha de solicitudes de ingreso cada año y las incontables decepciones por la falta de plazas ofertadas.
Una gran ciudad como es Córdoba, está habitada por numerosas personas de la geografía provincial, andaluza y hasta nacional entre otras y casi todos ellos habrán escuchado alguna vez que en sus lugares de procedencia existe esta institución mas allá de los conservatorios oficiales y otras academias privadas.
No deberíamos olvidar que en la año 2009, los días 26 y 27 de noviembre, se celebraron en nuestra ciudad las Jornadas de las Escuelas Municipales de Música, organizadas por el Ministerio de Educación y la FEMP, evento realizado en una ciudad que no tiene Escuela Municipal de Música.
Existen ejemplos de buena convivencia entre una entidad municipal y otra oficial y reglada y ahí tenemos el ejemplo de Lucena, donde cohabitan desde hace años en armonía la Escuela Municipal y el Conservatorio Profesional realizando colaboraciones en pos de la ciudad habitualmente. Si nos comparamos con otras capitales andaluzas donde la gran demanda de acceso a estudios musicales ha provocado que haya cinco conservatorios (Sevilla y Málaga), la necesidad de otro centro de enseñanza elemental de música es improrrogable.
Esta Escuela Municipal de Música atraería en gran medida a personas con intereses artísticos diversos, lograría un acercamiento mayor si cabe de la población a sus instituciones culturales y, como ya expresé, el coste de inversión de la creación de una institución de este tipo no es lo que debe primar, sino mas bien deben ser considerados como primordiales los beneficios sociales, educacionales y hasta políticos.
La labor social y educacional de una entidad de este tipo convertiría a nuestra ciudad, más si cabe, en un referente de integración social, ya que en ella tendrían cabida todo tipo de alumnado con necesidades especiales y con pocos recursos que por sus características no pueden acceder a los centros públicos y privados. Grandes programas de integración social han salido de escuelas municipales de música.
Como dato curioso, existe una Guía de Escuelas Municipales de Música editada por el Ministerio de Educación en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en la que se hace referencia al “papel de las escuelas municipales de música es de extraordinaria relevancia para el desarrollo de las personas en su entorno comunitario”.
La música, como parte de la cultura, es siempre bien acogida por la población y apostar por ella es sinónimo de un ayuntamiento avanzado e interesado en el bienestar de sus habitantes y del cual siempre se espera que cumpla con los compromisos de interés social ineludibles y tenga visión de futuro.
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