"En España no hay otra ciudad que pueda competir en fabricar joyas como Córdoba”
Milagrosa Gómez | Presidenta de la Asociación de Plateros y Relojeros de Córdoba San Eloy
Reconoce que la pandemia también ha afectado a un sector vital de la economía local, que genera 15.000 puestos de trabajo y que crecía a un ritmo del 2% anual antes del coronavirus
Afronta su tercer mandato al frente de la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba San Eloy, entidad que ha suscrito un plan de choque con el Ayuntamiento de la capital para impulsar al sector, que es uno de los grandes baluartes de la economía local. Milagrosa Gómez asegura sin tapujos que "una joya es para siempre".
–¿Cómo se puede definir a la joya cordobesa?
–Es una joya muy singular. Nuestros joyeros han conseguido hacer, y es algo que se lleva muy a gala, una pieza con un mínimo peso de oro y que tenga un máximo de apariencia. Con eso conseguimos que sea una joya que tenga visibilidad, una apariencia muy digna y, sin embargo, al ser fina y conseguir trabajarla con unos grosores mínimos, su precio es muy asequible. La diferencia de este tipo de fabricado es que se le da un buen diseño y un buen acabado y tener una atención al público muy estable y seguido en el tiempo.
–¿Comparte la idea de que una joya es para siempre?
–Si, una joya es para siempre. Si por ejemplo tienes una joya heredada de tu madre siempre la vas conservar con cariño, pero también puedes tener una joya que te has comprado en un momento dado y que se haya pasado de moda y necesitas renovarla. Su valor intrínseco nunca lo pierdes, puedes elegir una pieza nueva de más actualidad o que te guste y puede formar parte del pago la pieza que tienes.
–Definía antes cómo es la joya cordobesa, pero ¿se adapta a las tendencias o es más bien conservadora?
–El diseño en joyería se va adaptando a las tendencias y tiene sus modas. Se presentan colecciones ya prácticamente por temporadas e, incluso, estacionales y de eventos. Hay que diferenciar una joyería que es más comercial, que se puede llevar todo el día puesta, y otra que tiene un diseño más especial para, digamos, lucir en ocasiones destacadas.
–¿En qué momento se encuentra el sector de la joyería?
–El sector atraviesa esta pandemia, que nos ha afectado muchísimo, como al resto de sectores. Anterior a esta pandemia, el sector de la joyería estaba en un crecimiento óptimo, por encima del 2%, pero se ha visto frenado. La mayor incidencia viene por el recorte de todos los canales de distribución y comunicación tradicionales de la joyería, como son las ferias internacionales y no poder viajar. Nuestra actividad lleva aparejada una actuación presencial muy continua en la venta de la joyería. Eso no quiere decir que estuviéramos utilizando las tecnologías digitales y, por eso, no ha habido más remedio que entrar de lleno en ellas. No es que anteriormente no se le hicieran caso, es que nuestra actividad era más presencial. Teníamos una carencia en temas de digitalización.
–La falta de digitalización y la escasa promoción en redes de la joyería es uno de los problemas que ha sacado a relucir la encuesta realizada dentro del plan de choque del sector.
–Sí, la encuesta formaba parte del plan de choque del Ayuntamiento. Dábamos unos resultados muy bajos y estaba fundamentado en que nuestros sistemas habituales son a través de ferias, de carácter presencial, y a través de los departamentos de ventas, desde los que se hacen viajar a personas con su muestrario para que se vean directamente el comprador y el vendedor. Ahora, las empresas están entrando en la actualización digital y están reestructurando sus sistemas de comunicación para no perder más de lo que ya se ha perdido con este parón, que ha sido ajeno a nosotros.
–Ahora mismo, quien no está en las redes ni tiene una página web con un buen diseño o no interactúa con sus clientes, literalmente no vende. ¿Qué pasos se están dando para revertir esta tendencia?
–Incorporarse a la digitalización es un trabajo que requiere un tiempo y de una formación y, nuestras empresas están entrando de lleno en esto y se están incorporando. Desde la asociación estamos trabajando mucho también para facilitarles en esta tarea que tienen pendiente. Esta era una de las actuaciones más importantes del plan de choque que se firmó con el Ayuntamiento; sabíamos que teníamos esta deficiencia y que había que sacarla. Lo primero que hicimos fue hacer un diagnóstico para ver cuál era el alcance de ella y, una vez conocido, nos hemos puesto en contacto con las empresas que han participado en el diagnóstico y se está llevando a cabo un mentoring individual con ellas para poder llevar a cabo esta transformación digital.
–¿Cree que este impulso al uso de las tecnologías y las redes hará que desaparezca la venta de joya presencial o ambos sistemas se complementarán?
–La venta presencial está apoyada y soportada por la tecnología y la difusión en revistas sectoriales y ahora nos vamos a incorporar a una presencia más digital. No creo que vaya a desaparecer la venta presencial porque es uno de nuestros principales canales de venta y de distribución. Hay una parte muy importante de nuestros fabricantes que llevan muchos años participando en ferias internacionales y se han readaptado a la tecnología digital, pero echan mucho de menos la presencialidad.
–Entonces, ¿es mejor vender o comprar una pieza de joyería en persona que a través de una página web?
–La joyería hay que verla puesta para venderla. Hay que ver la pieza con una buena luz, la piedra, la tonalidad… y, todo eso hay que verlo al natural para ver si tienen los colores que estamos pidiendo. Por ejemplo, las tendencias te ponen de moda el oro blanco o el amarillo y, todo eso va integrado dentro del tipo de pieza que estamos produciendo y queremos vender. Se ve mejor al natural que en un catálogo o en una fotografía. Es cierto que tenemos buena tecnología y, a veces conseguimos unos resultados extraordinarios, pero también tenemos que diferenciar la presencialidad y la forma de venta directa con el cliente, donde hay un buen trato del fabricante y que hace que la venta sea superior.
–Volviendo al plan de choque sectorial firmado con el Ayuntamiento, ¿tan necesario era para el sector?
–Sí, después de entrar en la pandemia del covid era absolutamente indispensable. Muchas de nuestras empresas han perdido un porcentaje importante de su producción, ha habido que cancelar pedidos de ferias anteriores, llevar a trabajadores al ERTE y hemos tenido que acceder a préstamos como los ICO para poder seguir atendiendo a todo, como los impuestos y gastos fijos que tiene una fábrica de joyería. Con todas las actuaciones que estamos haciendo, este plan de choque nos va a permitir no perder la actividad de nuestras empresas, seguir trabajando en distintas líneas como la promoción, como la sesión de fotografías artísticas que se ha realizado en el Palacio de Viana –un marco incomparable– desde la que vamos a vender joyería, patrimonio, moda y Córdoba. Es lo que se pretende, promocionar para poder vender. Además, una de las parejas más habituales de la joyería es la moda, que es la que va marcando las tendencias.
–Este su tercer mandato al frente de la Asociación de Plateros y Relojeros de Córdoba San Eloy, ¿cómo ha evolucionado el sector en todos estos años?
–Se han hecho muchas cosas buenas para el sector. Ha habido una unificación del sector muy importante, una mejora de la imagen que va al alza y una interlocución con todas las instituciones de nuestra ciudad como la Junta de Andalucía, que nos ha dado muy buenos resultados. Con Extenda, por ejemplo, trabajamos desde hace muchos años en las ayudas para la asistencia a ferias internacionales y todo lo relacionado con el comercio exterior y también se han hecho encuentros internacionales que nunca se habían hecho, o desfiles como en el Palacio de la Merced. Con ello, se consiguió que los eventos de joyería se publicasen en revistas de países árabes.
–¿Y qué le queda por hacer?
–Nos queda por consolidar muchas cosas que creo que son interesantes. Estamos trabajando en la Cátedra de Joyería con la Universidad de Córdoba (UCO) y me siento muy orgullosa de haberla impulsado, junto con todo el equipo de gobierno de la junta directiva de la asociación. Es la única Cátedra de Joyería que hay en toda España y, además, ha levantado una expectación tremenda. Ahora mismo estamos trabajando en un proyecto muy demandado por el sector de la joyería. Vamos a realizar un curso que lo van a impartir expertos artesanos en joyería, que se estaba perdiendo para la parte más básica de la fabricación. No tenemos personal titulado con una formación que imparta esas materias, que son necesarias. Y, de la mano de la Universidad de Córdoba se ha conseguido que las puedan impartir estas personas que tengan esa experiencia y vayan de la mano de un profesor titulado de la UCO para poder impartir estos conocimientos. Va ser revolucionario porque las personas que hagan estos cursos tendrán una titulación de la mano de la Universidad. También se han dado cursos de inglés específicos de inglés para joyería, cursos de diseño a niveles superiores y muy especializados, con una formación para trabajadores y empresarios. Y también de promoción y visibilidad de la joyería, que es una industria que genera un número importante de puestos de trabajo y que, además, es un empleo estable, de calidad y duradero en el tiempo, y también indirectos.
–La Escuela de Joyería de Córdoba es ya referente nacional, ¿qué cambios ha supuesto para el sector?
–En nuestra Escuela de Joyería es donde se va a recibir e impartir la formación que nos vaya demandando el sector a a nivel nacional. Vamos a tener empresas muy importantes de toda España que están viniendo a formarse aquí y los alumnos de Córdoba salen con un puesto de trabajo asegurado para firmas muy importante. En Córdoba somos como la marca blanca de muchas empresas famosas que tienen una potencia importante en visibilidad y, sin embargo, sus piezas se hacen aquí. Realmente somos un motor de la economía de la ciudad y somos una industria empleos de calidad, alrededor de 15.000. Córdoba supone el 60% de la producción de la joyería en España, no creo que haya en otra ciudad como esta que pueda competir en fabricar joyas. Nuestra joyería es muy singular y tiene diseño, buen acabado, tiene moda, un buen servicio de venta y una buena atención al cliente. Eso es imprescindible.
–¿Y el Parque Joyero qué beneficios ha reportado?
–Tengo allí mi propia empresa e indiscutiblemente es uno de los mejores parques de joyería que hay en Europa. Ha aglutinado un número muy importante de fabricantes dentro de sus instalaciones y, entre ellos han establecido una serie de sinergias que han permitido que se puedan realizar muchas actividades y tener muchas acciones en común. El parque ha dado una visibilidad importante a la joyería de Córdoba y su imagen, siendo un centro de trabajo que no tiene nada que ver con un polígono industrial al uso. El Parque Joyero ha sido una aportación fantástica.
–¿Qué expectativas tiene ahora la joyería cordobesa?
–Hemos pasado una etapa de mucha incertidumbre aparejada con esta pandemia que está frenando nuestra actividad. Nuestra esperanza está en las vacunas, que sean eficaces y poco a poco empecemos a andar. En el momento en el que se levanten las barreras y podamos andar el sector de la joyería va a salir a correr porque se está preparando para una maratón para volver a conquistar este espacio de negocio que siempre ha tenido. Para ello, la asociación intenta ayudar en todas las medidas formativas que van saliendo y estamos canalizando todas las ayudas y ver las necesidades que hay y encontrar recursos para que ayuden a nuestro sector y pueda seguir con sus empresas para evitar que cierren y se mantengan los puestos de trabajo
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