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El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía (COOOA) ha advertido del riesgo de la utilización cotidiana y sin control profesional de las gafas premontadas para cerca, un producto sanitario que utiliza cerca de un 12% de la población, lo que supone alrededor de 90.000 personas en la provincia de Córdoba.
Compuestas por lentes de aumento para visión de cerca, son fabricadas y vendidas con unas medidas y graduaciones genéricas, y es el usuario quien auto-gradúa su visión y escoge las que cree que mejor se adaptan, según su parecer, a sus necesidades, sin contar con el asesoramiento ni la prescripción de un profesional sanitario, advierten desde la organización.
Según la vocal-delegada en Córdoba del COOOA, Ana María Martínez, “este tipo de gafas, que se venden de forma indiscriminada en bazares, gasolineras, estancos, mercadillos, solo podrían ser aptas para un 2% de la población y siempre que se realice una utilización ocasional” ya que su uso cotidiano puede provocar lagrimeo y aparición de cefaleas, fatiga visual, vértigos y dolores cervicales, desarrollo o aumento de patologías visuales, cansancio y bajo rendimiento visual, futuros problemas de adaptación a gafas progresivas, pérdida de visión en uno de los ojos por supresión o disminución de su uso. Además, los usuarios de estos productos ven perjudicada su calidad visual frente a quienes utilizan gafas personalizadas.
Uno de los aspectos fundamentales que influyen en este hecho es que las premontadas no compensan el astigmatismo (deficiencia que afecta a casi el 99% de la población), ni tiene en cuenta diferencias visuales entre ambos ojos. “Esto supone una peor visión, mayor presbicia y otros posibles daños y problemas, como los descritos anteriormente”, explica Martínez.
Desde el COOOA insisten en la importancia de acudir a revisiones visuales a un establecimiento sanitario de óptica para que sea un profesional especialista el que pueda estudiar cada caso y ofrecer una solución personalizada y adaptada a las personas con presbicia o cualquier otra deficiencia visual. “El 25% de la población de entre 19 y 64 años tiene condiciones patológicas oculares sin síntomas que pasan desapercibidas hasta que son irremediables, por lo que las revisiones son imprescindibles”, añade la vocal-delegada.
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