Fernando Alberca: "En la escuela empieza el drama del niño con alta capacidad"
Entrevista
El doctor en Pedagogía y escritor cordobés resalta que la alta capacidad "es un potencial, y cuando el potencial no se desarrolla hace más daño que no tenerlo"
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El doctor en Pedagogía y máster en Neuropsicología y Educación Fernando Alberca alerta de que en la escuela, especialmente en la etapa de Primaria, es cuando empieza el "choque" emocional y el "drama" para los niños con altas capacidades intelectuales (ACI), cuyo día mundial se celebra el 14 de marzo.
El escritor cordobés, autor de publicaciones como Todos los niños pueden ser Einstein o Nuestra mente maravillosa, explica que un niño con ACI "piensa de forma diferente y muy intensamente" y, aunque "tradicionalmente se ha considerado como alguien que tenía muy buenos resultados" académicos, se trata de un concepto que "ya pasó".
"Ahora se entiende más como un potencial que hay que aprender a desarrollar", por lo que es necesario "huir de la idea del cociente intelectual" de 130 como referencia y "del test" para su identificación. Unas pruebas de inteligencia que "no son exactas" para la alta capacidad porque "no miden la cualidad, tal y como está pensando el niño".
Actualmente, en España los niños con ACI se engloban dentro del apartado de los que necesitan un "apoyo educativo especial", si bien el problema es que, una vez identificados, "luego no sabemos qué hacer con ellos".
En la escuela empieza el choque
"Cuando el niño va entrando en la escuela es cuando empieza el choque, ya que sabe que es listo y se compara con los demás, pero si no le acompaña un rendimiento escolar o una relación afectiva con el profesor el niño empieza a cuestionarse lo que le está pasando y ahí empieza el drama de la alta capacidad", explica Alberca.
Los padres son los primeros que detectan cuando su hijo es "espabilado" o si se relaciona "más con adultos o niños más pequeños", mientras que el pediatra "no la detecta al no ser una enfermedad" y, en ocasiones, se puede confundir con "Asperger o TDAH", algo que se descarta cuando acuden a un psicólogo o un orientador educativo.
"Necesitamos normalizar la alta capacidad porque no es ningún problema y se ha convertido en un problema a base de no entenderla y a base de no trabajar nada desde pequeño. Es un potencial, y cuando el potencial no se desarrolla hace más daño que no tenerlo", argumenta Alberca.
En este sentido, son "muy interesantes" los "programas de profundización" propuestos en la nueva ley educativa que van hacia un aprendizaje "cualitativo", ya que "se reconoce" a niños que, a pesar de "no dar un cociente intelectual tan alto, sí demuestran mucho interés por una asignatura o mucha motivación".
Y aunque el sistema está "preparado en teoría" para atender a estos niños, para que esa atención sea "real y "efectiva" es necesario, según Alberca, profundizar en la "formación del profesorado", que finalmente "no sabe muy bien qué hacer aunque tengan muy buenas intenciones", por lo que "en la práctica es muy difícil hacerlo".
La consecuencia en el niño es el "aburrimiento" que el profesor "detecta como distracción", inmediatamente "se evade en su mundo" y se interpreta como "falta de trabajo", y llega el "fracaso escolar", cercano al 50% en este colectivo, que provoca "insatisfacción, apatía, ansiedad o incomprensión".
"El niño de alta capacidad, especialmente en Primaria, es una diana para el acoso escolar", advierte Alberca, ya que "pregunta lo que le interesa y eso puede parecer pedantería o un exceso de llamada de atención por parte del líder de la clase", lo que desemboca en "burlas o mofas" propias de la "medianía del acosador", que considera "una provocación que sea más listo".
"No sería difícil detectar todas las altas capacidades", asegura Alberca, quien ironiza con las "cifras" oficiales de niños con ACI reconocidos por el Ministerio de Educación hasta el curso 2020-2021, apenas el 0,4% del alumnado cuando "debería ser entre el 10% y el 20% o incluso hasta el 25%".
Detección casual
"Un 0,4% es la casualidad de algunos mirando por un sitio y otros mirando por otro y sale una cosa rara", asegura Alberca, quien cree, además, que el hecho de que Andalucía concentre más del 40% de los niños con ACI de España es un "dato arbitrario" debido a que cada comunidad autónoma establece sus criterios en base a un marco general.
"No hemos detectado nada, ni la alta capacidad pero tampoco, por ejemplo, las dificultades de los que leen mal", critica el psicopedagogo, quien alega que todos los datos respecto a "diversidades" de cada alumno "no son fiables" y, por tanto, "no significa nada".
Una situación en España que es similar en Europa, donde "no se está haciendo nada" debido, a su juicio, a que hay una "intuición" de que el problema "va a ser detectarlo" y que luego "padres y autoridades" exijan "resultados" académicos y también de atención a sus necesidades.
"Estados Unidos tiene otra política de intentar sacar talentos", expone Alberca, ya que "les gusta presumir de que en su centro hubo alguien cuyo talento se ha desarrollado popularmente". Y en Inglaterra "depende del colegio y del condado".
"Es muy interesante lo que hacen en una región del sur donde hacen una prueba musical a todos los alumnos y van probando su capacidades, igual que hacen con oratoria", explica Alberca. Todo orientado hacia "provocar la creatividad", una de las principales características de estos niños, una estimulación que en España "brilla por su ausencia".
Alberca entiende que las altas capacidades son solo "la punta del iceberg" del funcionamiento del sistema educativo que debería "idear ya una forma distinta de organizar los centros educativos, una forma distinta tanto espacial como temporal, y plantearse la escuela con líneas pedagógicas".
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