41 Festival de la Guitarra: Córdoba no puede vivir sin Coque Malla

Música

El músico madrileño triunfa con un concierto en el que repasa su carrera en solitario y resucita a Los Ronaldos

El concierto de Coque Malla en el Festival de la Guitarra, en imágenes

Un momento del concierto de Coque Malla.
Un momento del concierto de Coque Malla. / Juan Ayala

Córdoba no puede vivir sin Coque Malla. Lo ha demostrado un público enfervorecido en el Gran Teatro dentro de la 41 edición del Festival de la Guitarra. Y es que a cada uno le une, de alguna forma, una historia personal con aquellos músicos a los que admira porque son diferentes al resto, a aquellos artistas, insisto, únicos, que han puesto banda sonora a su vida y que merecen tener un lugar destacado dentro del imaginario del amor que cada cual tiene por mucho más que el rock and roll. Ese es el caso de Coque Malla. El músico madrileño ha sido de los pocos artistas que puede decir que ha vendido todas las entradas de su concierto en la cita cordobesa con las seis cuerdas de 2022 y eso ya es mucho, muchísimo.

Y esos que han disfrutado de él en el Gran Teatro podrán decir que has asistido a un concierto con mayúsculas, a uno de los últimos shows del eterno músico con cara de niño que después de esta gira va a dejar a un lado los escenarios para disfrutar de su recién estrenado matrimonio con Macarena y de los hijos de ambos, Oliver y Cayena.

Coque, que empezó, con tan solo 15 años, con su banda Los Ronaldos, sigue demostrando acompañado de excelentes músicos, Gabriel Marijuán (batería), Héctor Rojo (bajo), David Sánchez (teclados) y Amable Rodríguez (guitarra), que es mucho más que un hijo aventajadísimo de los míticos Rolling Sones, de los que en los tiempos de sus conciertos junto a la banda ronaldiana -con los luises, Luis García, Luis Martín, y Ricardo Bolín- tomaba prestada la icónica Tumbling dice, de los de Mick Jagger, para poner el prólogo a los espectáculos.

Imprencindibles aquellos clásicos de entonces como Adios papá, Guárdalo, Por las noches o la inmortal No puedo vivir sin ti -todo un clásico ya del rock en español-. En Córdoba ha interpretado esos cuatro temas en lo que ha sido una especie de cénit del concierto que ha enloquecido al público. Y eso que ha reiterado que no le gusta echar la vista atrás, que no es de los que se agarra a la nostalgia, pero, no obstante, sabe que volver a los tiempos de Los Ronaldos es un éxito asegurado.

Pero es que con el paso del tiempo este músico todoterreno ha sabido mutar y es mucho más que un fan incondicional de los Stones que imitaba e imita las poses de Keith Richards con la guitarra a la perfección en sus conciertos, porque, por ejemplo, no hay en España quien borde mejor y haga suyo ese sonido que fundaron británicos como The Divine Comedy y Richard Hawley.

Con el paso de los discos, Coque ha sabido como nadie dejar a un lado la insolencia para pasar a la elocuencia, para mejorar como el buen vino, algo que se evidencia en el recital que ha ofrecido en Córdoba, un recital repleto de clásicos de su dilatada carrera que se ha marcado desde el disco Soy un astronauta (1999) hasta ¿Revolución? (2019), pasando por otros álbumes como La hora de los gigantes (2009) o El último hombre en la Tierra (2016). Todo ello, dentro de una gira en la que hace un repaso a su último trabajo, una caja recopilatoria que ha dado en llamar El astronauta gigante y que incluye temas de una trayectoria en la que no ha perdido su amor por el rock, en ocasiones con aromas de rythm and blues, o incluso de blues puro y duro y funk.

“Creo que los conciertos son un proceso creativo tan inmediato, tan bestia, que se crea en el momento, en vivo, que cada día que te subes al escenario la canción suena de una manera diferente y la tocas de una manera distinta. Por eso hace que el concierto sea tan explosivo y tan creativo”, defiende Coque. Y vaya si es así.

Un momento del concierto de Coque Malla.
Un momento del concierto de Coque Malla. / Juan Ayala

El madrileño sigue brincando en el escenario, sigue seduciendo con la elegancia de sus movimientos. Coque lo hace todo en escena: interpreta, canta, toca la guitarra, baila… Se hace difícil imaginar otro artista español capaz de darlo todo de esa manera ante un público que se lo agradece.

Como prólogo a su show en Córdoba ha sonado Space oddity, el primer gran éxito de David Bowie, todo un icono también para él, comenzando con La mujer sin llave y poniendo el punto y final al concierto con Un lazo rojo, un agujero. Entre una y otra, Coque ha ido escrutando su carrera con temas como Solo queda música y Una sola vez. "No sé cuando fue la última vez que tocamos en Córdoba, no sé si fue con Los Ronaldos, pero centrémonos en la noche de hoy, os vamos a dar cera, ese es nuestro trabajo. Así que haced el vuestro, que es acompañarnos. Recuerdo que toqué con Los Ronaldos en el Festival de la Guitarra en los años 80, y que fue un concierto maravilloso, superemos ese concierto", ha señalado en medio del repertorio. Para continuar con Abróchate, Extraterrestre, y recordar lo "duro que han sido los dos años sin poder tocar" ante el público por la pandemia.

El repertorio también ha incluido La carta, La señal, Todo el mundo arde y Me dejó marchar. "Seguro que habéis vivido historias potentes con estas canciones y seguro que os traen recuerdos, algunos emocionantes, otros tristes, pero por favor, permitidme que les demos una oportunidad a las recién llegadas, a las canciones nuevas. Sin canciones nuevas no hay futuro, no se puede vivir de la nostalgia. Esta es una recién llegada y ya es una de mis favoritas", ha relatado para presentar Una sola vez. Y continuar con el clásico Berlín, El último hombre en la Tierra y Hace tiempo, antes de empezar con el repaso a los anteriores temas ya citados de Los Ronaldos -con el público puesto en pie-, y concluir con Hasta el final y Un lazo un rojo, un agujero.

Todo ello con un Gran Teatro entregado que ha vibrado con un repertorio potente bailando hasta la saciedad, sobre todo, cuando han sonado las míticas canciones con las que el músico empezó a forjar su carrera, las canciones de del grupo que compartía con los luises y Ricardo Bolín. Larga vida a Los Ronaldos, larga vida a Coque Malla.

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