Fresquita
La gloria de San Agustín
Este junio, además del fresco, tenemos eso que ha hecho el Ayuntamiento en Orive de las novelas de policías que ahora tanto gustan a la gente

Si a alguien le dices, después de la que hemos pasado en mayo, que la primera semana de junio iba a estar así de fresquita es que no se lo cree, vamos, que hasta puede creer que le estás tomando el pelo o lo que sea. Pero no, ha sido verdad, que hasta una sabanita me he tenido que poner todas las noches, lo que yo les diga. Y eso que ya tenía preparado el colchón para subirlo a la azotea.
Mucha gente, todos mis vecinos, dicen que firman este tiempo para todo el verano, y tienen su parte de razón, faltaría más, que no seré yo el que les lleve la contraria, pero también es verdad que su poquita de calor, sin pasarse, una cosita moderada, también gusta, o por lo menos a mí me gusta. Yo no digo que lo que tuvimos hace dos semanas, que eso no puede ser bueno ni gustar a nadie, pero sí una pizquita, una cosilla, que ya saben ustedes a lo que me refiero, a que se note, por lo menos, que estamos en verano.
Este junio, además del fresco, tenemos eso que ha hecho el Ayuntamiento en Orive de las novelas de policías que ahora tanto gustan a la gente. El jueves estuve con mi amiga Soraya, y es que es una seguidora, pero no se pueden imaginar cuánto, de la escritora que vino a inaugurar, Dolores Redondo. Tela de gente la que allí había, pero una cosa, no se pueden imaginar. Y qué simpática esta mujer, que luego estuvimos un ratillo hablando con ella y vaya lo maja que es, cómo atendió a todo el mundo.
Ojalá sigan los planes como este para el verano que viene, que no sólo de cine de verano vive el hombre, aunque hay que reconocer que hace su compañía y te da su fresquito, las cosas como son. Pero yo creo que es bueno que en Córdoba nos demos cuenta de que no todo acaba en mayo, que hay más cosas después y que hay otros meses, por eso me ha parecido muy bien que hayan metido esto en junio. En fin, que estamos ya en faena y la verdad es que estoy ilusionado con este verano, que a lo mejor me lo paso entero en Trassierra.
Es que un amigo del barrio nos ha ofrecido a Cayetano, Soraya y yo que nos vayamos a pasar allí todo el mes de agosto, mientras él está en la playa, y así le regamos las plantas y le tenemos limpia la piscina. Pues puede ser un planazo, lo que yo les diga, que ojalá nos salga. Mientras tanto, a disfrutar de nuestra Córdoba bendita, que también se disfruta hasta cuando no es mayo, todo el año, sólo hay que quererlo. Como todas las cosas de esta vida, claro.
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