'Gorrillas': un grave problema sin solución
Colectivos vecinales denuncian que la presencia de aparcacoches irregulares sigue al alza · Su presencia vuelve a ser habitual incluso en el Centro de la ciudad

La presencia de aparcacoches ilegales, comúnmente conocidos como gorrillas, pidiendo dinero a cambio del estacionamiento de un vehículo es una imagen frecuente en muchos puntos de la ciudad. Se trata en realidad de un problema que se ha perpetuado en el tiempo a pesar de que haya protagonizado cientos de quejas por parte de los cordobeses, que diariamente soportan su presencia y que se ven obligados a pagar por temor a las consecuencias que les pueda acarrear no darles unas monedas. Su ubicación es conocida por todos los ciudadanos, estableciendo una serie de focos sobre todo en aquellas zonas que cuentan con un gran trasiego de personas, como, por ejemplo, las inmediaciones de las estaciones de transporte, la plaza de toros, los hospitales o Vallellano. Aún con todo, también han regresado al Centro de la ciudad y este mismo fin de semana, en el que no escaseaban por cierto las plazas de estacionamiento debido al típico éxodo veraniego, se les podía ver en la avenida Gran Capitán, en la Victoria o en la plaza de Colón, por ejemplo.
La zona de Poniente -en concreto, el aparcamiento del Coso de los Califas- y las inmediaciones del Zoco son dos de los puntos más conflictivos por la presencia cada vez más numerosa de gorrillas. Los vecinos han asegurado en varias ocasiones que no soportan por más tiempo esta situación, ya que para ellos este problema no es nada nuevo sino que llevan varios años soportándolo. Y todo ello a pesar de que a principios de 2009 se produjera un endurecimiento de la ordenanza de Tráfico que prohibe que personal no autorizado vigile los estacionamientos, aprobada, aunque con escasos efectos, el ya lejano 31 de julio de 1992.
El presidente de la Asociación de Vecinos Los Califas, José María Herrera, aseguró hace unos días que con la llegada de la época estival la presencia de los aparcacoches ilícitos ha ido en incremento, sobre todo los de nacionalidad rumana, por toda la zona de Poniente Sur. Según Herrera, la solución a este problema la tiene únicamente el Ayuntamiento, pero "falta voluntad política, y sin ella poco se puede hacer". Sobre todo, insiste en que el refuerzo de la normativa "se ha quedado en papel mojado", ya que "no se aplica nada de lo que ésta recoge". El presidente vecinal agrega molesto que el control policial para erradicar la presencia de los gorrillas es "inexistente" y que "las pocas veces que actúan no sirve para nada ya que al día siguiente el gorrilla tranquilamente vuelve a ejercer su actividad ilegal".
Otros de los puntos en los que la presencia de gorrillas es casi permanente es el solar anexo a la estación de trenes y a la de autobuses, adaptado como estacionamiento. Los aparcacoches ilegales son conscientes de que este lugar cuenta con un constante trasiego de viajeros que aprovechan la cercanía con las plataformas de transporte para dejar sus vehículos aparcados. Muchos de estos ciudadanos ya no aguantan por más tiempo su presencia y sobre todo su acoso a la hora de pedir dinero por aparcar su coche en este lugar. Y es que la mayoría de los aparcacoches amenazan a los propietarios con no sus vehículos en el caso de que les causen desperfectos, que en algunos casos provocan ellos mismos si no obtienen una propina. Los afectados demandan al Consistorio que actúe de forma urgente y efectiva contra estos individuos, muchos de ellos totalmente identificados. No obstante, por este punto la Policía Local suele realizar patrullas regularmente, aunque los gorrillas controlan su presencia y consiguen burlarles de forma habitual.
Las zonas cercanas a las infraestructuras sanitarias son otras de las ubicaciones preferidas por los gorrillas para llevar a cabo su actividad ilícita, debido al continuo movimiento de personas. En la zona de Conde de Vallellano, próxima a la Jefatura de Tráfico y al Hospital de Cruz Roja, la presencia de gorrillas es diaria a lo largo de los 365 días del año, a pesar de que sus vecinos también han protagonizado numerosas quejas para que se lleve a cabo una actuación policial eficaz. "Cada día se producen altercados entre los aparcacoches y los propietarios de los vehículos que no están dispuestos a pagarles por estacionar en vía pública", asegura uno de los afectados. Asimismo, los habitantes de Conde de Vallellano denuncian la mala imagen que estos individuos dan a la barriada y la inseguridad que crean, sobre todo durante el horario nocturno. "Muchos ciudadanos evitan transitar o aparcar en esta zona sus vehículos por la noche por temor a las represalias de los gorrillas", insiste un vecino.
Las falta de plazas de aparcamiento en el Hospital Provincial es una situación que los gorrillas también aprovechan para situarse en las calles aledañas y pedir dinero a los usuarios que cada día acuden al centro hospitalario. El aparcamiento de este hospital, dependiente del Reina Sofía, es insuficiente en relación al número de personas que lo visitan para beneficiarse de los servicios que presta. De esta forma, la principal opción para estacionar es la vía pública.
La zona de Levante tampoco se salva de la presencia de aparcacoches. Concretamente, en el aparcamiento del Cementerio de San Rafael, situado en la avenida de Libia, su presencia es casi permanente, mientras que en el Centro, donde aparecen y desaparecen según las épocas del año, vuelve a ser ahora una imagen más o menos frecuente.
2009
También te puede interesar