Gutiérrez Solís publica 'Solo vive quien muere' y cierra su trilogía ayamontina: "Nunca mataría a Carmen Puerto"
Literatura
El escritor cordobés llena de giros inesperados esta tercera novela editada por Almuzara en la que la protagonista tiene que enfrentarse a un caso relacionado con su pasado
El escritor cordobés Salvador Gutiérrez Solís acaba de publicar Solo vive quien muere (editorial Almuzara), una novela con la que cierra la "trilogía ayamontina" que comenzó con Los amantes anónimos y siguió con El lenguaje de las mareas.
En esta o casión, la protagonista, la inspectora Carmen Puerto, tendrá que resolver un nuevo caso que "cierra puertas que se quedaron abiertas en las dos primeras novelas" y, sobre todo, "hay alguna sorpresa" en el sentido de que "lo que creíamos que se había resuelto de una manera, nos damos cuenta de que a lo mejor tiene otra resolución", asegura el autor.
La historia comienza el 1 de mayo de 2020. En el último día de confinamiento como consecuencia de la pandemia provocada por el covid-19, Carmen Puerto se sumerge, de la manera más imprevista e indeseada, en un caso que habrá de marcar su trayectoria profesional: una serie de asesinatos que la atormentaron años atrás y que no pudo resolver regresan al presente.
De las tres novelas, esta "es la más sorprendente por todo lo que sucede, la más visual, la más directa, la más negra con diferencia y tiene un tono oscuro, con dobles lecturas", indica Gutiérrez Solís, que está "muy contento con el resultado final porque es el cierre perfecto a esta trilogía.
La protagonista "ha evolucionado de manera lógica" y en este tercer libro los lectores "se van a llevar una sorpresa muy al comienzo de la novela". A pesar de las recaídas que el personaje tiene en El lenguaje de las mareas, en esta tercera parte "intenta negociar con ella misma lo que quiere que sea su vida".
Hasta el momento, el libro más coral había sido El lenguaje de las mareas, donde el autor incorpora a muchos personajes del equipo de investigación como la forense, el psicólogo u otros policías. Todos ellos vuelven a aparecer en Solo vive quien muere, además de otros personajes del pasado de la inspectora. "Hay un reencuentro pasado-presente porque la novela se conjuga en dos tiempos, pero conforme avanza la narración, esos dos tiempos se van abrazando hasta convertirse en uno solo", indica el autor.
Gutiérrez Solís ha dedicado alrededor de un año a esta obra. Lo que más trabajo le ha costado, según confiesa, es encajar todas las piezas "por el formato que tiene, parecido a un puzle o mosaico" y que "no haya ninguna sombra, que todo quede claro". Esta tarea le "ha llevado mucho tiempo, pero creo que lo he conseguido".
En Solo vive quien muere, Carmen Puerto se enfrenta a un caso que la conecta con su pasado, pero "un pasado que ella ha transformado en su presente porque es el caso que a ella le supuso ser como es en la actualidad". Esos viejos tiempos vuelven "de la forma más insospechada y más imposible, que creo que ningún lector se puede imaginar". De hecho, algunas personas que ya han leído el libro han comentado al autor que "al principio se quedaron un poco en shock porque se encuentran con una situación que nunca hubieran pensado que le pasara a Carmen Puerto".
La trilogía ayamontina se cierra, pero con ella no desaparece su protagonista: "El único spoiler que hago es que no la mato, nunca mataría a Carmen Puerto", confiesa el escritor. Es decir, deja la puerta abierta a que vuelva, aunque "con otro tipo de historias, localizaciones e incluso personajes". "De momento le digo hasta luego, vamos a descansar el uno del otro", apunta.
Esta trilogía se desarrolla en Ayamonte, una localidad que Gutiérrez Solís conoce muy bien al ser de allí su mujer. Lo que le llama más la atención del municipio onubense es que "es un espacio muy desconocido" porque "sí son famosas sus playas, como Isla Canela o Punta del Moral", pero siempre le sorprendieron "las marismas que unen Punta del Moral con Isla Cristina porque creo que es un espacio natural de una belleza salvaje, inaudito, un auténtico laberinto, incluso algunos marineros lo desconocen por la gran complejidad que tiene".
Por lo tanto, "es un lugar precioso para desarrollar novelas, pero también es un territorio que puede ser el aliado perfecto de alguien que, conociéndolo bien, lo convierta en un espacio para el crimen", asevera.
Aunque Gutiérrez Solís tiene una larga trayectoria como escritor, ha sido con esta trilogía con la que ha conseguido un mayor éxito en lo referente a número de lectores y, además, ha logrado que haya mucho feedback. "Desde que publiqué El lenguaje de las mareas, la relación con los lectores es bestial", asegura. Además, debido al buen número de ventas, se han publicado segundas ediciones en varios formatos, incluso en audiolibro. Sin duda, este ha sido "el salto más alto que he tenido en mi trayectoria, y ya llevo casi 25 años, y eso se lo voy a agradecer a Carmen Puerto siempre; me seguiré tomando capuchinos con ella de vez en cuando literariamente y espero hacerlo en el futuro", resalta.
Además, confiesa que "si hubiera descubierto antes la novela negra como escritor, llevaría muchos más años escribiendo novela negra porque te permite abordar el tema que quieras con la misma intensidad y profundidad que otro género", ya sea medio ambiente, corrupción, narcotráfico, redes sociales o soledad. Además, "cuentan con un añadido, y es que hay un anzuelo, una intriga de por medio".
Sus misteriosos hilos de Twitter
Gutiérrez Solís ha hecho coincidir el fenómeno de la trilogía ayamontina con la publicación de unos misteriosos hilos en Twitter que enganchan a cientos de miles de tuiteros. "Son elementos que se retroalimentan entre ellos", explica. De hecho, hay personas que a través de esos hilos han conocido sus novelas y otras que primero han leído sus libros y, a raíz de ahí, se han sumergido en sus publicaciones en la famosa red social.
El escritor cordobés entiende estos hilos "como literatura", por lo que se siente "halagado y muy orgulloso" de que los lean más personas que sus novelas. La clave es "contar historias breves de suspense que tienen una resolución muy concreta", destaca. Lo único que "se escapa un poco de lo literario es que tengo que adaptarlas al número de caracteres de cada tuit", por lo que a veces tiene que cambiar algunas palabras u omitir adjetivos. "Mientras tenga tiempo lo seguiré haciendo" porque "es una mezcla entre diversión y trabajo", manifiesta.
Tal ha sido la difusión que han tenido que incluso le hanllegado propuestas "para que los hilos tengan otras vidas", pero él va "con calma" y lo está pensando porque "hay que ir con los pasos muy medidos".
El hilo que ha tenido mayor difusión lo publicó este verano y tuvo más de ocho millones de impresiones. Esto está propiciando que cada vez se demanden más sus novelas desde Latinoamérica. Por ejemplo, recibe muchos mensajes desde México, Venezuela, Colombia y Argentina.
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