Halcones, búhos y palomares para controlar la sobrepoblación de palomas en Córdoba
Medio ambiente urbano
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Córdoba contará para finales de 2025 con siete palomares en completo funcionamiento repartidos por la ciudad con el objetivo controlar la población de las palomas que conviven a diario en las distintas calles y edificios. Así lo ha anunciado este miércoles la presidenta de la Empresa Municipal de Saneamientos de Córdoba (Sadeco), Isabel Albás, quien ha presentado en colaboración con la Universidad de Córdoba (UCO) este proyecto que se llevará a cabo durante cinco años, es decir, hasta 2028. Y que integrará la introducción en la trama urbana de halcones o búhos reales para reducir la población de palomas.
"Estas aves crean un problema complejo a los vecinos y necesitamos tener un control sostenible sobre ellas. Presentamos este proyecto innovador para que las palomas estén más ordenadas, se respete su salud y unidad y para que en estos cinco años podamos construir una Córdoba mejor y más sostenible", ha puntualizado Albás, quien ha hecho hincapié en que se instalarán estos palomares en la ciudad "para volver a la experiencia de años anteriores en las que convivían con los humanos en las ciudades".
La ciudad ya cuenta con tres palomares, uno ubicado en los jardines la Agricultura -conocido como el parque de los Patos-, otro en el parque del Zoológico y el último en el barrio de Fray Albino. Sin embargo, como ha señalado el profesor de la UCO y encargado de este proyecto, Alberto Redondo, esos palomares "no funcionan correctamente" y "requieren de una reestructuración adecuada para que vuelvan a funcionar".
Además de adecuar esos tres palomares que ya cuentan con estructura, el plan de Sadeco abarca la instalación de cuatro más en distintos puntos de la capital cordobesa. Habrá uno en los jardines de la Victoria, otro en el parque Cruz Conde, otro en los jardines de Miraflores y el último estará a las afueras, concretamente en la periferia de la zona sur en plena Campiña, lugar estratégico que, como ha explicado Redondo, permitirá que "las palomas salgan fuera de la ciudad a buscar comida".
Será en esos palomares donde Sadeco mantenga el control sanitario y la reducción poblacional de las palomas en Córdoba. Pero otra de las medidas de la empresa municipal será la de distribuir depredadores como el halcón peregrino y el búho real por la ciudad para que se coman a estas aves. Un proyecto que, según el docente de la UCO, ya se llevó a cabo en el Campus de Rabanales en 2010 y que funciona en ciudades como Salamanca o Barcelona.
Además, los operarios de Sadeco se encargarán de sustituir los huevos de las palomas que vivan en los palomeros por otros artificiales para evitar su reproducción; así como colocar trampas en zonas donde estas aves son problemáticas con el fin de cazarlas y "llevarlas a centros de animales en cautividad y que puedan servir de entrenamiento o alimento a otras rapaces".
Como ha asegurado el docente, las palomas irán abandonando ellas mismas los edificios del Casco Histórico y alrededores atraídas por estos palomares, por lo que se conseguirá reducir y poner fin a las quejas de los vecinos que denuncian que los excrementos de estos animales ensucian las fachadas de sus casas y balcones, pues Redondo ha añadido que recibe "de tres a cinco avisos semanales". El plan también servirá para acabar con la suciedad en las fachadas de los monumentos de Córdoba, "problemática que también sufren ciudades Patrimonio de la Humanidad como Roma o Venecia", ha recordado el profesor.
"Queremos crear una ciudad sostenible entre las palomas y los humanos, ya que ahora son consideradas ratas del aire cuando hace años eran comida o mensajeras. El número de palomas no es el problema, sino el lugar que ocupan y la problemática que conllevan. Pero este plan no va a aumentar el número de palomas, sino que lo va a reducir y, además, el estudio irá viendo si es necesario en el futuro reforzar de palomares otras zonas de la ciudad", ha precisado Redondo.
Este proyecto también tendrá su estudio en la Universidad de Córdoba, ya que hay diseñado un Trabajo de Fin de Grado (TFG) centrado en aquellas personas que habitualmente dan de comer a las palomas fomentando su población excesiva y rompiendo el bien ecológico. Así lo ha explicado Redondo, quien ha señalado que este trabajo ofrecerá un catálogo de los lugares donde se le da de comer a las palomas y quiénes lo hacen con el objetivo de reorganizar esta actividad y que puedan alimentar a otras aves insectívoras que no están tan controladas en lugar de a las palomas.
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