Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
La entrada a los edificios que forman el complejo hospitalario Reina Sofía estará más controlada a partir de ahora con las medidas tomadas en la Fase 0 de desescalada y con el objetivo de evitar los contagios por coronavirus en su interior. La pandemia ya hizo que el hospital decidiera desde el pasado 16 de marzo restringir el acceso solo a los profesionales, a los pacientes con cita y al cuidador principal de los ingresados.
Ahora, con los primeros pasos de la vuelta a la normalidad, el hospital cordobés ha puesto en marcha diferentes mecanismos de control en sus accesos. El principal de ellos será la toma de la temperatura en las puertas exteriores, que se empezará a realizar en los próximos días. La idea es que no entre al complejo ninguna persona que tenga más de 37,8 grados por ser sospechosa, ya que la fiebre es uno de los síntomas más comunes del covid-19.
Otra de las novedades es el uso obligatorio de mascarilla para pacientes y acompañantes, que deberán llevarla puesta en todo momento mientras estén dentro de algunos de los recintos del Reina Sofía.
Además, para cuidar la higiene y prevenir contagios, ya se han instalado en las zonas comunes y áreas asistenciales dispensadores de solución hidroalcóholica.
El hospital recalca que solo podrán acceder a los edificios los usuarios con citas como consultas, pruebas diagnósticas o ingresos (salvo en Urgencias), que deberán pasar el control de temperatura previo.
Además, los pacientes solo podrán estar acompañados en determinadas situaciones, como en caso de ser menor, cuando esté en los momentos finales de su vida, si tiene una discapacidad o trastorno sensorial o cognitivo. También se permitirá la compañía a los grandes dependientes, a las personas con incapacidad de realizar actividades cotidianas, las que presenten agitación o en caso de parto.
Las visitas a los enfermos hospitalizados siguen sin estar permitidas, por lo que solo el cuidador principal podrá estar dentro del recinto. En las normas vigentes desde el pasado 16 de marzo ya se comunicaba que los acompañantes de pacientes ingresados debían llevar siempre consigo el documento que se entrega en el momento de la hospitalización para justificar su situación.
Por último, el Reina Sofía recomienda a todos los profesionales que porten la mascarilla que les corresponde en función de su actividad. En general, se trata de mascarillas quirúrgicas y, solo en los casos establecidos expresamente, las autofiltrantes de tipo FFP.
Estas medidas irán implementándose a lo largo de los próximos días, pero la intención es que se vayan reevaluando según avance la situación en relación al coronavirus y la desescalada en la provincia.
Cada 5 de marzo se celebra el Día de la Higiene de Manos, un gesto que ahora más que nunca demuestra que puede salvar vidas. La pandemia de covid-19 ha visibilizado la importancia de la higiene de manos como una de las medidas más eficaces para prevenir la trasmisión de infecciones. La correcta higiene de profesionales sanitarios y pacientes es, por tanto, una estrategia clave para frenar también la diseminación de bacterias resistentes a los antibióticos.
Según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), el 75% de las infecciones provocadas por bacterias resistentes en Europa son infecciones asociadas a la asistencia sanitaria y un amplio porcentaje de ellas podría prevenirse mejorando la higiene de manos.
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