El Hospital Reina Sofía de Córdoba se suma un año más a la celebración del Día del Niño Hospitalizado

El Hospital Universitario Reina Sofía se suma un año más a la celebración del Día del Niño Hospitalizado que, como siempre, se conmemora este 13 de mayo. Para ello, Ana Calvo, responsable de la Unidad de Actividades Motivacionales, con la colaboración de profesionales y colectivos, ha organizado una batería de actividades que han tenido como protagonistas a los niños y niñas ingresados, familias y profesionales. La delegada de Salud y Consumo, María Jesús Botella, y la directora gerente del hospital, Valle García, así como responsables y personal del complejo sanitario han participado en los distintos actos.

La mascota del Córdoba Club de Fútbol, Koki, y algunos jugadores del equipo han querido sumarse también a esta jornada de convivencia en la que la ya tradicional canción Te lanzo un beso ha hecho bailar a los asistentes. Las divertidas brochetas de fruta y los jugosos batidos saludables preparados por el equipo de Alimentación, Calidad y Seguridad Alimentaria del hospital han puesto, un año más, un toque de color y sabor insuperable.

A la música, decoración y degustación se ha añadido un elemento sorpresa, ya que los y las pequeñas han recibido una entrada para asistir a uno de los partidos de su equipo local (del que podrán disfrutar cuando reciban el alta). Además, los menores hospitalizados degustarán hoy un postre singular, mousse de fresa con frutas, que sin duda les dejará un dulce sabor de boca.

Asistencial

El equipo multidisciplinar del hospital atiende una gran variabilidad de casuísticas (urgentes, crónicas y desde diferentes puntos de la comunidad autónoma, ya que el hospital es referente en el abordaje y tratamiento de patologías como el trasplante hepático infantil o las cardiopatías congénitas). Aquí es importante aunar calidad técnica, clínica y acompañamiento emocional.

Entre los avances en la atención al paciente pediátrico en los últimos tiempos destaca la acogida quirúrgica y admisión descentralizada, que permite que en un momento de especial estrés y nerviosismo como es el ingreso la familia pueda ser atendida personalmente en un espacio íntimo y amable donde los profesionales de Enfermería explican el proceso a seguir durante el ingreso y qué profesionales les van a acompañar.

Finalmente, la humanización es parte del tratamiento, porque ayuda a la aceptación y superación de los procesos patológicos y porque, en muchos casos, la estancia se prolonga y las familias y los niños y niñas tienen que vivir su paso por el hospital como algo normal. Aquí es fundamental la participación de los profesionales que, con su implicación y buen hacer, ayudan a generar recuerdos positivos, un trabajo que cada año realizan con unos 1.700 menores hospitalizados y 26.000 en consultas de especialista.