La iglesia hospital de Jesús Nazareno de Córdoba reabre sus puertas diez meses después
Coronavirus
La pandemia y la cercanía con la residencia de mayores, que sufrió a finales de octubre un brote de covid-19, hicieron que permaneciese cerrada hasta este pasado domingo
"Fue un hecho excepcional", apunta Víctor Molina, hermano mayor de la cofradía
Tras casi diez meses cerrada a causa de la pandemia, la iglesia hospital de Jesús Nazareno abrió sus puertas este pasado domingo para celebrar la Festividad del Dulce Nombre de Jesús. La cercanía con la residencia de mayores, que sufrió un duro golpe a finales de octubre con un brote de covid-19, también ha hecho que no se abriese durante este largo tiempo. Aún así, “fue un hecho excepcional”, reconoció Víctor Molina, hermano mayor de la cofradía del Jueves Santo. Tras este acto, las puertas volvieron a cerrarse y habrá que esperar a que la situación sanitaria mejore de forma definitiva.
Las puertas de la iglesia se abrieron este pasado domingo para que todos los hermanos y devotos que lo deseasen pudiesen visitar a Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima Nazarena, siempre cumpliendo todas las medidas sanitarias de higiene y aforo. Durante este día se realizó una oración de Acción de Gracias ante la imagen del Beato Padre Cristóbal de Santa Catalina por su protección a la residencia de Jesús Nazareno y, tras el rezo del Ángelus, se ofició una Santa Misa para conmemorar la Festividad del Dulce Nombre de Jesús.
La hermandad informó que todas las personas que acudieron a cualquiera de los actos desarrollados guardaron todas las medidas higiénicas, de control de temperatura, de aforos y distancia de seguridad. Además, se mantuvo un control permanente en la entrada al templo. Fue un domingo importante para la hermandad del Nazareno por su reencuentro con sus titulares, ya que tuvo que realizar en septiembre el triduo a María Santísima Nazarena en la iglesia de San Andrés por el grave riesgo que suponía para todos los residentes hacerlo en su propio templo.
Víctor Molina, hermano mayor de la hermandad del Nazareno, expuso a el Día que "es un hecho excepcional. Estamos en plena pandemia todavía en la residencia, ya se está controlando y en breve empezarán las vacunaciones a todos los ancianos. Se pudo abrir con todas las normas de precaución pero fue un hecho excepcional". "Siempre se abre esporádicamente porque no es una parroquia al uso. Realmente, no sabemos que nos vamos a encontrar. Nos encantaría que se pudiese abrir porque medios si tenemos pero hay que ser precavidos todavía con la situación que atraviesan en la residencia y ya nos irán diciendo cómo vamos actuando", comentó Molina.
Tras desarrollar los actos en San Andrés, reconoció el hermano mayor que "nosotros siempre que hay una festividad de la hermandad la abríamos en años anteriores. Ahora con la situación que hay en Jesús Nazareno es complicado. Hay que tener mucho cuidado, extremando precauciones, porque tenemos muchos residentes muy mayores y la verdad es que hubo muchos fallecidos".
"Si no se hubiese abierto, lo hubiéramos entendido. Lo primero es lo primero y no hubiese pasado nada pero la Hermana Superiora decidió que era una fiesta importante. Por eso, se abrió. Cuando terminamos, se cerró y así permanecerá hasta que nos digan cómo actuar. Nosotros no tomaremos ninguna decisión porque la situación es complicada", comentó Víctor Molina. Tras unos duros meses en la residencia Jesús Nazareno, Molina apuntó que "el brote está controlado. Ha sido un octubre y noviembre tremendo con muchos fallecimientos. En breve empiezan a vacunar y así las hermanas podrán estar más tranquilas, porque lo han pasado muy mal".
Aunque todo se sabrá el próximo 13 de este mes, toda indica a una nueva suspensión de la Semana Santa este año. En este aspecto, Molina señaló que "nosotros no tenemos noticias pero creo que todos los cofrades entendemos que no es momento de celebrar la Semana Santa. Ahora lo más importante es la salud. Lo normal es que suspenda, pero no tenemos noticia por parte de la Agrupación de Cofradías". Eso sí, espera "la suspensión porque eso lleva una cantidad de gastos importante y económicamente no estamos bien".
Ahora mismo todo "lo demás puede esperar. Mira que somos cofrades, pero lo importante ahora es la salud". "Es momento de ser cautos, de seguir las normas que nos marquen y que el día de mañana llegue como debe llegar para que podamos disfrutar de una gran Semana Santa", reconoció Víctor Molina, hermano mayor de una cofradía que espera volver a reencontrarse pronto con sus titulares en la Iglesia Jesús Nazareno.
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