Indiana y el salmorejo fresquito
El actor Harrison Ford recorre junto a Calista Flockhart la Mezquita y disfruta de una comida en el tradicional restaurante El Caballo Rojo
Los turistas que andaban ayer por la Mezquita-Catedral se llevaron una sorpresa de las buenas cuando vieron pasear por entre las arcadas no al clásico turista asolanado y en chancletas sino al intrépido Indiana Jones, aunque también podría ser el cáustico y mundano Han Solo de Star Wars o el melancólico Rick Deckard de Blade Runner. Porque, al fin y al cabo, el actor norteamericano Harrison Ford, uno de los grandes iconos de la cultura popular de los últimos 50 años, es el rostro que une a todos ellos, aunque ayer apareciese por Córdoba vestido de sport con pelo largo y poblada barba canosa, más en tipo del doctor Richard Kimble de El fugitivo. Más Chiwaka, con tantísimo pelo, que Han Solo. Ford, eso sí, recorrió el templo sin los agobios del pobre Kimble, pues el intérprete, de 73 años, llegó ayer a Córdoba no para rodar sino para pasar un día de turismo privado junto a su esposa, la también actriz Calista Flockhart, conocida principalmente por la célebre teleserie judicial de los 90 Ally McBeal. Ambos venían de disfrutar en los días precedentes de estancias similares en Toledo y Segovia dentro de un viaje que están realizando por España.
Ford y Flockhart llegaron a la ciudad no en el mítico Halcón Milenario que capitanease Han Solo, sino a bordo de una prosaica furgoneta negra. Desembarcaron en la Mezquita a eso de las doce y, junto a una guía que habían contratado previamente, recorrieron el principal monumento de la ciudad y mostraron interés por diversos espacios del mismo. El mihrab y el Coro de la Catedral fueron algunos de los puntos en los que se detuvieron. Ford, que se mostró muy cortés e interesado, fue reconocido por algunos de los turistas que a esas horas se encontraban en el templo, algunos de los cuales se hicieron selfies con la pareja.
La estancia de los dos actores prosiguió luego en El Caballo Rojo, uno de los grandes templos gastronómicos, donde pudieron disfrutar de productos típicos de la tierra en un almuerzo reponedor que acabó con tertulia y puro. También escucharon la música flamenca de un cantante local en plena calle y luego continuaron la ruta turístico-gastronómica que están siguiendo hasta el momento por la España interior. Harrison y Flockhart cargaron así pilas para el rodaje, en el caso de él, de la quinta de Indiana Jones y, en el caso de ella, para el estreno de la segunda temporada de Supergirl. Aquí dejaron un rastro de glamour en un rincón del mundo que de por sí ya es glamouroso incluso con el bochorno que ayer reinaba y que a Indi, tan hecho a fatigas, ni le importó.
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