Intervención cuestiona el convenio del Consistorio con Córdoba Ecuestre
Advierte de que el colectivo se quedará el año que viene sin título jurídico que justifique su presencia en Caballerizas
El servicio de Intervención ha cuestionado en su último informe relativo a los presupuestos municipales de 2018 la subvención nominativa que el Ayuntamiento concede a Córdoba Ecuestre para desarrollar su actividad en Caballerizas Reales. "No se justifica la necesidad de excepcionar de los principios general de igualdad y concurrencia el convenio de colaboración con Córdoba Ecuestre", insiste el servicio de fiscalización, que además recuerda que a partir de 2018 -concretamente hasta marzo- se quedaría sin "titulo jurídico válido que le permitiera utilizar las Caballerizas", propiedad del Ministerio de Defensa. De hecho, la Intervención hace una especial advertencia ante esta "circunstancia", que el colectivo ecuestre lleva arrastrando durante varios años. El actual convenio, ya caducado y que se prorrogó de manera provisional un año, permitía la cesión de Caballerizas a una a una entidad sin ánimo de lucro con el objetivo de desarrollar "un espectáculo ecuestre". De esta manera, y aunque no se citaba expresamente, la intención era regularizar en cierta manera la situación de Córdoba Ecuestre. Sin embargo en estos momentos, y tras haber cumplido el plazo de vigencia del protocolo de intenciones, surgen dudas de las condiciones en las que se ocupa este espacio, sobre todo después de que el secretario del Pleno, Valeriano Lavela, dejara constancia de la necesidad de establecer un plan municipal que regule la cesión de espacios públicos en la ciudad.
Lo cierto es que la formación ecuestre siempre ha pedido más estabilidad para su situación y el Ayuntamiento ha tenido dos años para negociar un convenio con Defensa, un tiempo que ha pasado sin llegar a ningún acuerdo. En este tiempo estaba previsto que se culminara el proceso administrativo para adquirir Caballerizas y tenía que hacerlo porque, según se establecía en el documento firmado, quedaría sin efecto la autorización para la cesión de uso y el gobierno municipal tendría que asumir la gestión del inmueble en las mismas condiciones que el anterior convenio, fechado en 2001. Para hacerse con la propiedad se fijó un itinerario. El protocolo de intenciones planteaba un nuevo convenio para decidir el futuro de la Farmacia Militar y del antiguo Cuartel de la Trinidad -la Zona Militar-, de manera que la Gerencia Municipal de Urbanismo promueva "las figuras de planeamiento precisas" que permitan un uso lucrativo del inmueble.
Defensa preveía que con las plusvalías que se generen como consecuencia del nuevo uso y la rehabilitación del antiguo cuartel se pague Caballerizas. Si esto no fuera suficiente, el Ayuntamiento tendría que aportar en metálico o mediante propiedades el resto y, si la diferencia fuera a favor del Consistorio, el Ministerio tendría que compensarlo. La idea de Defensa era ubicar un hotel en la Zona porque, al parecer, había empresas interesadas.
Sin embargo, y según las fuentes municipales consultadas, parece que la negociación ahora va por otro camino y el objetivo del Ayuntamiento es conseguir un acuerdo al menos para Caballerizas. El Ayuntamiento ya ha dicho que no puede pagar en metálico lo que cuesta el edificio, que parece que era otra posibilidad que puso encima de la mesa el Ministerio. Las partes, según las mismas fuentes, siguen negociando, aunque el tiempo se va acabando.
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