Jesús Coca: "Contratación está en la retaguardia pero es la que insufla aire para que el Ayuntamiento siga avanzando"
Entrevista al delegado de Contratación y Presidente de Emacsa
El abogado y profesor de Derecho Administrativo es uno de los fichajes 'estrella' de José María Bellido para su Gobierno municipal, estando al frente de una de las delegaciones más potentes
Quién es quién en el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Córdoba
El abogado Jesús Coca es uno de los fichajes estrella del alcalde de Córdoba, José María Bellido, para su nuevo Gobierno municipal. Especializado en Derecho Administrativo y contratación pública, ahora precisamente se pone al frente de la recién creada Delegación de Contratación, que centralizará todos los contratos del Ayuntamiento para tener un mayor control. También ha sido nombrado presidente de Emacsa, un cargo que le hace especial "ilusión" porque es "una de las empresas más señeras de España a nivel del ciclo integral del agua".
-¿Cómo ha sido su aterrizaje en el Ayuntamiento?
-Sorprendente en el sentido de que uno no se espera lo que un Ayuntamiento mueve, y más este, que es el duodécimo de España. Una de las cosas que más me han alegrado es la disposición del personal a ayudar seas quien seas, sin pensar en colores políticos. El equipo humano que me he encontrado es extraordinario. Esa es una de las sorpresas más gratas que me he encontrado. Yo no he detectado que haya ningún tipo de sectarismo en ese sentido. Todos quieren estar a disposición del que llega para ayudarlo.
-¿Por qué se ha decidido a dar el salto de la empresa privada a la gestón pública?
-En esta vida, aunque suene manido, hay que tratar de devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad te ha dado. Además, en mi condición de católico, hay un componente de servicio. San Ignacio de Loyola decía que a la universidad se entra para aprender y se sale para servir. Esa es una de las cosas que siempre he llevado en mi vida. En mi caso, soy profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Córdoba (UCO) y mi especialidad académica es la contratación pública, por lo que creo que podía aportar mis conocimientos desde la otra parte del escenario. Además, cuando tu alcalde te pide que lo ayudes, hay que hacer un ejercicio de generosidad en el sentido de no esconderse y dar el paso para adelante. Para mí sería mucho más fácil mi vida si solo hubiese estado en mi despacho, en mis clases y en mi mundo, que tenía muy controlado y ordenado. Es verdad que no voy a dejar el ejercicio de la abogacía porque lo compagino con la docencia y la labor en el Ayuntamiento, pero esto quita mucho tiempo.
-¿Se lo pensó? ¿Cómo ha sido la reacción de la familia?
-Soy padre de cuatro hijos, y algunos son chicos, por lo que en general tengo poco tiempo. A la primera que le preguntñe fue a mi mujer porque además se da la circunstancia de que ella es de Cádiz y tenemos que ir a ver a la familia política, así que esto suponía sacrificar fines de semana y tiempo que de otra forma dispones para ti. En ese sentido, mi mujer me apoyó decididamente y me dijo que mi obligación era poco más o menos responder a esa llamada. Hay una responsabilidad moral y ética para ayudar. Luego, las cosas saldrán como saldrán, pero hay que poner el esfuerzo y el trabajo.
-La Delegación de Contratación es nueva y parece hecha a medida para usted.
-Yo siempre digo que la contratación pública es uno de los pulmones de cualquier administración. En ella hay que valorar ciertos principios como la transparencia, la libre concurrencia, que todo el mundo pueda acceder... De los contratos depende algo tan simple como dar de comer a los animales del Zoo. Si no hay un procedimiento de contratación, los animales no pueden comer. Otro ejemplo: los ascensores de los edificios municipales; alguien tiene que mantenerlos. Cualquier cosa que el ciudadano de a pie vea en la calle ha tenido que pasar por Contratación. Contratación es quien insufla aire al Ayuntamiento para que siga avanzando. Es verdad que estamos en la retaguardia y es una cuestión de gestión muy interna que, si me apuras, tiene poco reconocimiento público. Haciendo el símil del fútbol, es como el 5, un futbolista en el que nadie se fija, pero el día que no está todo el mundo lo echa de menos. Esa es la visión de esta Delegación: tiene que funcionar como un reloj, estar perfectamente engrasada para dar aire al resto del Ayuntamiento. Y más con las importantes licitaciones que vienen.
-¿Es una forma de tener mayor control para que no vuelva a ocurrir algo como el Caso Infraestructuras?
-No es por una cuestión de control, sino por una cuestión de normativa europea. Al final, la normativa europea es una directiva de contratación pública que ha englobado otras muchas áreas que además estaban un poco difusas como las concesiones de servicios. Se trata de aplicar esa normativa europea que se ha traspuesto de la nueva Ley de contratos del sector público que, de alguna manera, intenta procedimentalizar los contratos. Creo que todas las administraciones la están haciendo. La Junta lo lleva haciendo desde hace tiempo de la mano de Juanma Moreno. Nosotros estamos en trámites de firmar un convenio con la Junta para trasponer los modelos de los protocolos de contratación pública y de los contratos que utiliza. Esto supondrá un importante ahorro de tiempo y trabajo, con lo cual se podrá sumir más volumen de trabajo efectivo. Se trata de optimizar el tiempo.
-Aparte, es presidente de Emacsa en un momento crítico por la sequía. ¿Cómo afronta esta tarea?
-A mí la presidencia de Emacsa es de las cosas que más ilusión me hace porque creo que es una empresa de las más señeras de España a nivel del ciclo integral del agua. Es una empresa que ha conseguido un ahorro del agua a nivel de ciudad de un 20% en los últimos 20 años y eso es muy importante ponerlo de manifiesto. Eso es mucho. Si ahorramos un 1% cada año, a lo mejor no se nota, pero cuando miras atrás, es muy significativo. Otra de las cuestiones principales es que Emacsa es la principal empresa de abastecimiento de agua con menor porcentaje de pérdidas técnicas: estamos en un 10% cuando la media está en torno al 25%.
-Ha sido consejero del Córdoba CF y uno de los proyectos que siguen pendientes es la cesión de El Arcángel. ¿Cómo lo ve ahora desde el otro lado de la barrera?
-Yo siempre digo lo mismo respecto a al cesión, pero no es que lo diga ahora porque esté en este lado de la barrera; lo decía antes porque mi condición de cordobés siemore ha primado sobre cualquier otra condición. Creo que es muy importante entender que el estadio municipal de El Arcángel es el bien de mayor valor inventariado de la ciudad. Cualquier cuestión sobre la disposición que haya que hacer del estadio tendrá que hacerse, no con la normativa aplicable al caso, sino con un plus más allá. Es decir, tenemos que tener claro que cualquier tipo de cesión tiene que ser con luz y taquígrafos y perfectamente adaptada a la normativa.
-¿Qué expectativas tiene para estos cuatro años?
-Lo primero es intentar dejar una ciudad mejor de lo que me he encontrado, que dentro de cuatro años pueda estar orgulloso del trabajo que he hecho.
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