Juan Antonio Bernier: "Córdoba es una de las mejores ciudades del mundo para ser poeta"

Cosmopoética 2022

El autor cordobés defiende que "es conveniente", como ya hicieron, por ejemplo, Federico García Lorca y Juan Ramón Jiménez, que el poeta nunca olvide sus raíces

El poeta cordobés Juan Antonio Bernier.
El poeta cordobés Juan Antonio Bernier. / El Día

Juan Antonio Bernier -conocido como Curro Bernier- (Córdoba, España, 1976) es poeta, traductor, profesor y gestor cultural. Como poeta ha recibido el premio Ojo Crítico de RNE y el I Premio Internacional de Poesía Ciudad de Estepona y ha sido incluido en numerosas antologías contemporáneas. Además fue codirector literario de poesía Cosmopoética entre 2004 y 2011. Él es una de las mejores voces para hablar de la salud del género en Córdoba, ya que es uno de los autores del mismo más reconocidos a nivel estatal. Repasa esta y otras cuestiones antes de participar junto a Andrés Neuman, representante del país invitado en esta edición del festival, Argentina, en una lectura poética bajo el cielo de cristal de la Sala Orive.

Echando la vista atrás, relata que el florecimiento poético de Córdoba de hace unos años tenía unas causas poco románticas. "Había maestros para ello; estaban profesores como Pedro Roso, como Pedro Ruiz, había una tradición poética que venía de Cántico y de más atrás y esos son los motivos concretos por los que una generación de repente acumula una serie de éxitos", sostiene. Para añadir que, por otra parte, está convencido de que Córdoba es una de las mejores ciudades del mundo para ser poeta. Para él, la consideración social que tiene el poeta en una ciudad como Córdoba "se da en pocos sitios". "Aquellos que no son muy dados a la poesía respetan la palabra poeta y la palabra poesía y se enorgullecen de sus poetas", insiste.

El autor destaca que ser un poeta cordobés que vive en Córdoba "es un privilegio". "No ocurre lo mismo con los artistas plásticos cordobeses, no creo que exista esa consideración por parte de la ciudadanía, por poner un ejemplo", defiende. Bernier mantiene que "de cara a afuera" vivir en los márgenes del marcado editorial "te pone en una posición distinta a la de aquellos que viven en el centro; sin embargo, hoy en día todo el mundo sabe que no es necesario estar físicamente en los sitios para tener presencia, lo que ha mitigado la posible desventaja". Para añadir que, no obstante, es muy interesante que haya voces en la periferia. Poetas centrales como Federico García Lorca o Juan Ramón Jiménez en algún momento fueron poetas periféricos, que fueron a Madrid, pero que nunca olvidaron sus raíces y que escribieron sobre sus lugares de procedencia, sin nunca olvidarlos". Bernier insiste en que es conveniente para un autor centrarse en el sitio del que procede.

El poeta y profesor insiste en que la parte del público que está relacionada con la cultura de forma habitual o con literatura en concreto Córdoba es una ciudad muy asociada a la poesía. "No creo que todos los visitantes de Córdoba conozcan ni un solo nombre de un poeta cordobés, pero aquellos que tienen una idea de Córdoba a través de la literatura saben que Córdoba es posiblemente una de las capitales de la poesía española. Y esto no es simplemente una opinión, sino que si se observa cualquier antología de poesía contemporánea española, la cantidad de autores cordobeses es un dato abrumador e incuestionable", defiende. No obstante, insiste en que "soy absolutamente contrario a sacar pecho por este tipo de cuestiones, que son coyunturales y que no afectan al recorrido de cada obra individual, porque la poesía y el mundo poético son dos cosas distintas", concluye.

Hace aproximadamente un año publicó su última obra, Fruto previo. Desde entonces "estoy en la búsqueda de nuevas formas, de nuevos contenidos, de nuevos asuntos de qué tratar, es una búsqueda que nunca cesa; y también estoy todavía intentando descubrir qué es lo que quise decir con mi último libro", defiende. La motivación fundamental para escribir esa obra fue "iniciar una conversación, tenía ganas de decir ciertas cosas que no había podido decir en libros anteriores, que son más formalistas, menos sentimentales y menos emocionales" que esa su última obra que fue escrita justo antes de la pandemia y durante la misma.

Bernier destaca que su poesía tiene unas características que se van repitiendo a lo largo de todos los libros, "como la brevedad, ciertos minimalismos y cierta huida de lo sentimental". "Creo que los temas que trato en la mayoría de mis libros son intelectuales, tienen que ver con la fricción entre lenguaje, inteligencia y mundo; sin embargo, en este último libro, Fruto previo me han interesado más cuestiones menos filosóficas, menos intelectuales y acercarme más a las personas y que ellas se acerquen más a mi", sentencia.

Para él, la poesía, como comprueba a diario por su trabajo de profesor de Lengua Castellana y Literatura, puede ser importante para cualquier persona que esté realmente abierta a ella y no tenga prejuicios sobre lo que significa leer poesía. "Por otra parte, compruebo a diario que la poesía está por todas partes, tiene una presencia en todos las órdenes, no solo en la literatura, sino también en la música, en el cine...y no solamente en las artes, sino también en nuestra vida cotidiana, a poco que nos fijemos", insiste. "No creo en la poesía como un arte para las élites. De hecho, la mejor poesía de todos los tiempos siempre ha sido la poesía popular, compuesta por gente anónima y analfabeta, composiciones que han perdurado a lo largo de los tiempos", defiende.

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