La Lomce en el Bachillerato: Un quebradero de cabeza
La reforma lleva a incumplir la ratio de alumnos por aula. Se reducen las opciones para los repetidores, que han de matricularse de un curso entero.
La Lomce está dando más de un quebradero de cabeza a estudiantes, profesores y directores en el arranque de curso. Numerosos alumnos de Bachillerato han tenido que cambiar los planes previstos sobre la marcha. Es lo que les ha ocurrido a quienes sólo se habían matriculado de varias asignaturas suspensas. La reforma educativa no contempla tal posibilidad, una modificación que les ha sido comunicada a muchos de ellos una vez iniciadas las clases y que ha conllevado a incumplir la ratio de alumnos por aula. A ello se suman otros cambios efectuados días después del arranque del año académico en el Bachillerato de Artes.
Desde que el 1 de septiembre directores y docentes volvieron a sus puestos de trabajo las sorpresas han ido en aumento. La primera llegó en la reunión mantenida por los máximos responsables de los institutos con los inspectores de Educación el 9 de septiembre, a menos de una semana de que se reanudaran las clases en los centros de enseñanzas medias. En ese encuentro se les comunicó a los directores que la reforma educativa impedía que un alumno de primero de Bachillerato se matriculara con más de dos asignaturas suspensas sólo de las materias que no había aprobado.
Hasta el curso pasado la antigua LOE contemplaba tal posibilidad. Si el alumno suspendía cinco asignaturas o más, repetía curso completo. En caso de que no superase tres o cuatro, podía repetir todo el curso, matricularse de las materias suspensas (conservaba las notas de las materias aprobadas) o hacerlo de todas las de primera con la nota aprobada, con lo que si lograba una calificación menor que la anterior conservaba la del curso pasado. La llegada de la Lomce ha reducido drásticamente estas posibilidades. En muchos casos, los directores han conocido este cambio apenas una semana del nuevo cursos.
En varias provincias esta información ha sido transmitida a los estudiantes pocos días después del inicio de curso. Una situación que ha dejado a padres, profesores y alumnos en un aprieto, que han tenido que solventar en poco tiempo. "Lo que ha ocurrido es que teníamos la idea de que se iba a mantener la ley anterior, pero la Lomce es un imperativo legal", anota el director del instituto Mario López de Bujalance, Emilio Carazo. En este centro educativo han sido siete los alumnos que se han visto perjudicados por la entrada en vigor de la Lomce. De todos ellos, según Carazo, media docena se han matriculado de nuevo en primero de Bachillerato y el que queda "no sabe". A pesar de la premura de la norma, el director del Mario López reconoce que "no ha habido problemas", si bien, asegura que entre los padres afectados la decisión ha causado cierta "perplejidad" puesto que los alumnos acabaron el curso con expectativas que ahora no han podido cumplir.
El desarrollo de la Lomce ha pillado a casi una decena de alumnos del instituto Alhaken II con más asignaturas suspensas que las previstas para poder pasar a segundo de Bachillerato. Según indican desde este centro de Poniente, se han limitado "a aplicar la norma y no ha habido incidencias". Señalan también que se informó las familias y destacan que la Lomce "es una ley de rango nacional", es decir, "superior" a cualquiera que dicte la Junta.
Las consecuencias de la modificación ya se están dejando notar en los institutos. El hecho de que alumnos repetidores tengan que matricularse de todas las asignaturas del primer curso provoca que haya aulas con hasta 38 alumnos, una cifra que supera la ratio establecida para el Bachillerato, fijada en 35. Sin embargo, los centros educativos consultados por este periódico señalan que no han tenido grandes problemas.
Contrario a la aplicación de esta norma educativa del Gobierno central, el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de colegios públicos -FAPA-Ágora-, Francisco Mora, considera que esta decisión "no mejora la calidad de la enseñanza" y recuerda que hay "carreras en las que se admite que el alumno tenga asignaturas suspensas y en Bachillerato no".
En el CISF, sindicato mayoritario del sector de enseñanza en Córdoba, tienen una visión distinta y su responsable, Elena García, asegura que "no vemos mal que el alumnado no promocione cuando tenga dos o más asignaturas suspensas". No obstante, señala que "estamos en contra de las promociones semiautomáticas en la Secundaria". Para García, la aplicación de la Lomce en Andalucía "pone en evidencia el pulso político entre el Gobierno central y el autonómico y llevar al límite el cumplimiento de la legalidad a la hora de implantarse".
El Día ha intentado conocer sin éxito en la Delegación de Educación el número de alumnos de Bachillerato afectados y que han tenido que repartir curso este año.
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