“Nos sentimos abandonados por la Administración frente al intrusismo”
Luis Álvarez | Presidente de de la Asociación de Guías-Intérpretes de Turismo y Patrimonio
Lleva 35 años ejerciendo un oficio del que reivindica su profesionalización en un momento en el que asegura que el futuro del mismo “corre peligro” por la proliferación de amateurs
Luis Álvarez lleva ya 35 años dedicado al noble arte de la “información turística, histórica, artística, cultural, paleográfica, literaria, geográfica...de Córdoba”, como él detalla. En 23 de esos 35 años, en dos mandatos, “primero durante diez años y ahora llevo 13”, ha presidido y preside la Asociación Profesional de Guías-Intérpretes de Turismo y Patrimonio (APIT) de Córdoba. “Sí, profesional”, destaca, “porque hay mucho intruso en nuestra profesión”, apunta. Dentro de esa labor profesional insiste en que “nosotros hemos trabajado siempre al servicio de los grandes touroperadores americanos, japoneses, alemanes, franceses...y es lo mismo que seguimos haciendo hoy en día; es un trabajo de temporada, esencialmente porque esos grandes touroperadores venden más entre el 1 de abril y el 1 de noviembre. Y dentro de ese periodo hay cuatro meses especialmente fuertes, los de abril, mayo, septiembre y octubre.
–Habla de un trabajo de temporada y en Córdoba se llevan muchos años defendiendo desde la Administración que se trabaja para desestacionalizar el turismo en la ciudad...
–La cosa es que nosotros queremos saber cómo se hace eso. Ten en cuenta que nosotros esencialmente trabajamos el turismo de grupo, el individual prácticamente no lo tocamos y si los touroperadores en Estados Unidos, Japón y Alemania venden sistemáticamente más circuitos en los que incluyen el destino Córdoba, el destino Sevilla, el destino Toledo... exclusivamente para esos siete meses es algo que no podemos remediar. Es cierto que se está alargando un poco esa venta a noviembre, pero sería cuestión de mucha más promoción, de mucha más publicidad por parte de nuestras autoridades turísticas.
–Las autoridades turísticas siempre hablan de que se redoblan esfuerzos en promoción, ¿considera que la gestión que se está haciendo en Córdoba del turismo es la correcta?
–Es que tampoco se puede generalizar. ¿Qué es la gestión del turismo? ¿El Patronato Provincial de Turismo que promueve que vengan visitantes aquí? ¿El día a día de la gestión municipal? Porque el turismo es una especie de totum revolutum y nosotros hemos criticado mucho al Ayuntamiento en la parte que le toca, en que, por ejemplo, en los momentos álgidos de la temporada turística disfruta enormemente organizando carreras por el Casco Histórico los domingos por la mañana, lo cual significa en muchos casos cerrar los accesos de Córdoba sin aviso previo, preocupándonos nosotros de saber qué van a hacer mañana domingo hoy sábado y diciéndonos el Ayuntamiento que desconoce en absoluto que día lo piensan hacer, y encontrándonos un domingo con la entrada de Sevilla, Cádiz y Málaga cerrada, con la entrada de El Arenal para acá cerrada y con nuestros clientes de turismo de grupo que vienen desde Sevilla, desde Granada...que tienen que estar como muy tarde aquí a las 10:00 porque la Catedral cierra a las 11:00 los domingos para la misa y que no llegan. Eso también es gestión del turismo, es gestión en el día a día, a pie de calle. Hay buena gestión en algunos sentidos y menos buena en otros.
–Los vecinos del Casco Histórico consideran que esa zona de la ciudad está gentrificada, ¿está de acuerdo?
–Creo que exactamente eso no es así. Es una zona viva donde vive gente, es verdad que en momentos álgidos de la temporada, en mayo y abril, por ejemplo hay mucha gente por las calles, pero ¿quién le pone el cascabel al gato? Quiero decir, esto no es un escenario teatral, viene mucho turismo, es verdad; hoy, día en el que se ha hecho la entrevista, por ejemplo, es jueves y vendrán muchísimas excursiones de Torremolinos, los jueves es cuando más vienen, pero vendrán a las 11:30 y a las 17:00 se habrán ido. Este barrio a las 10:00 es un barrio normal y a las 18:00 es un barrio normal con su gente entrando y saliendo, con muy poco alumbrado, eso sí, porque el alumbrado de estas calles lo hemos criticado mucho y los hosteleros también...no obstante, entendemos que cualquier persona que tenga un poquito de claustrofobia acabe queriendo irse, hay veces que la masa te quema.
–Hace un tiempo ustedes se quejaron de que el Casco Histórico soportaba mucho tráfico, ¿se ha resuelto ese problema?
–El problema del tráfico es que también es muy puntual, quiero decir y, a mi manera de ver, no se limita solo al barrio judío. Por las tendencias modernas a peatonalizar los centros comerciales en una ciudad como Córdoba resulta que peatonalizas Cruz Conde, Las Tendillas, Gondomar...y ese tráfico que intenta acceder al centro acaba accediendo por callejas estrechas y laberínticas, te entran por la Trinidad para llegar a Buen Pastor... una situación incómoda, pero ¿quien le pone también ese cascabel al gato? Aquí, en la zona de la Mezquita, tenemos otro problema. Es cierto que está muy controlada la llegada de coches, no obstante se podía limitar todavía más, porque hay una parada de taxis aquí que es un engorro y que su sitio ideal es la calle Amador de los Ríos, pero estando los taxistas de acuerdo con nosotros, no sabemos por qué razón ningún concejal de Tráfico de cualquier corporación municipal ha aceptado poner la parada allí.
–Se habla también desde hace mucho tiempo por parte de las autoridades de derivar el turismo desde la zona de la Mezquita a otras zonas como la Axerquía, sin embargo sigue concentrándose en el mismo lugar, en la Judería y la Mezquita...
–Es que en Córdoba somos unos catetos, empezando por las autoridades municipales. ¿Por qué cada vez que hay que organizar una carrerita por narices tiene que venir aquí, a la zona de la Mezquita-Catedral? ¿Por qué no se la llevan a Arroyo del Moro, que allí hay metros cuadrados de sobra? Pues lo mismo. Si ya de por sí la Mezquita es como la Alhambra en Granada, que atrae a todo el mundo, si encima nosotros ayudamos a que ese todo el mundo venga todavía más, pues ya resulta que ya no tienes esta zona al 100% del turismo sino que la tienes al 120%. Nosotros en la medida en que podemos, en la medida en la que nuestros clientes duermen aquí, porque el 80% del turismo de grupo no duerme aquí, nosotros los llevamos para otro lado de la ciudad. Hace unos días, el lunes, con todos los museos cerrados menos la Catedral, estuve todo el día con un grupo y me lo llevé a la Axerquía, donde se sorprendieron de que no hubiera ningún turista siendo aquella zona también muy bonita. Con esa manera cateta de actuar, ¿quién diablos va a acabar conociendo, por ejemplo, Regina o la Corredera u otros lugares que hay que mostrar y conocer en Córdoba?
–Al principio de esta entrevista ha recalcado mucho lo de la profesionalidad de su oficio insistiendo en que hay mucho intrusismo, ¿cómo lo llevan?
–Mira, guías habilitados con carné de la Junta de Andalucía, en APIT somos 51, más alguno más asalariado en distintas agencias de viaje, con lo que no llegamos a 60, en un oficio en el que es una barbaridad lo del intrusismo. Estamos cansados de presentar denuncias y de pedir a las administraciones turísticas que envíen funcionarios de inspección porque al menos uno de cada dos paseantes de turistas por aquí no es guía. Es un señor que se hace un carné con un ordenador, se pone su foto, se pone a pasear turistas y a la vez ese señor es el dueño o socio de una pequeña empresa turística que se comercializa por internet, en el boca a boca...y muchas veces en plan Free Tour, gratis, van a los monumentos, entran, salen, entran, y como no hay inspectores de turismo persiguiendo eso...todo el monte es orégano?
–Aparte de las denuncias, ¿se han quejado a las autoridades?
–Por supuesto, nosotros en marzo estuvimos con la nueva directora general de Turismo de la Junta de Andalucía y le suplicamos que hiciera una campaña de inspección en Sevilla, en Granada, en Córdoba...y nos dijo que no tenían funcionarios para ello, que eran pocos. Durante otra reunión con la delegada provincial de Turismo en CECO quedé con ella en que tendríamos una entrevista para atajar el asunto en cuanto ella pudiera y en eso estamos. Te invito a que des una vuelta por el Casco Histórico y verás muchos grupos con unos señores que sí, que llevan una especie de carné colgado, pero no son guías, y en algunos casos hasta son extranjeros que conocen muy poco o nada sobre Córdoba y que, por ejemplo, en algún que otro caso convencen a la gente de los grupos a los que llevan para que le toquen el pie a la estatua de Maimónides. “Tóquele el pie al muñeco y se le transferirá la inteligencia de Maimónides”, le llegan a decir. Eso ha ocurrido delante de mí con una intrusa y aunque yo le decía al grupo que ella llevaba mientras yo llevaba a otro que eso no era cierto, la intrusa seguía en sus trece.
–¿Se sienten desamparados y abandonados por parte de la Administración en este sentido?
–Sí, porque estamos clamando en el desierto una y mil veces y la respuesta que obtenemos es que no hay funcionarios. Insisto, a la nueva directora general de Turismo de la Junta, Ana María García López, una profesora de Geografía Turística de la Universidad de Sevilla le dije “mire, le suplico que nos haga una campaña de inspección, ya sé que me va a decir usted, porque me lo han dicho sus antecesores, que tiene pocos funcionarios, que bastante tiene con inspeccionar a los establecimientos hoteleros piratas, a las viviendas de uso turístico irregulares y tal y cual, pero, por favor, le dije en marzo que no iba a pasar nada por que en dos o tres semanas de mayo o de abril esos inspectores se derivaran a vigilar guías”. Me contestó, “bueno, bueno, veremos qué podemos hacer”. Desde entonces, yo no he visto a ningún inspector por las calles.
–Habla como si ustedes fueran los hermanos pobres del turismo en Córdoba
–Pues creo que sí lo somos y eso siendo como somos los vendedores de la imagen de Córdoba. Es verdad que para nosotros el intrusismo es competencia evidentemente desleal, pero realmente hay muchos de esos intrusos, los free tour, por ejemplo, que tienen un tipo de cliente que no es el nuestro; o sea, un tipo de cliente que contrata un free tour jamás contrataría a un guía como nosotros, no se lo plantea. En algunos casos nos quejamos no porque nos quiten clientes, no nos molestan por eso, sino porque promueven un tipo de turismo que no es sostenible, volvemos a lo mismo de que se llena la zona de la Judería y de la Mezquita por un tipo de turismo que quizás no interesa ni a los empresarios de esa zona ni a la gente que vive en ella, evidentemente. No obstante el 20% de nuestro trabajo se lo llevan los intrusos.
–Las cifras turísticas crecen año a año en Córdoba, pero las pernoctaciones son la asignatura pendiente desde hace décadas, ahora el turista apenas pernocta de media algo más de dos días en Córdoba, ¿cómo, como usted dice, se le pone en este asunto el cascabel al gato?
–Bueno, en realidad Córdoba tiene más pernoctaciones, un montón de pernoctaciones individuales que nosotros no alcanzamos a ver, no tienes nada más que ver los hoteles que se han abierto y los que se van a abrir y un hotel no deja de ser una empresa, ¿se llena, verdad? Si se hacen nuevos hoteles en porque hay expectativas de rentabilidad. Lo que pasa es que el turismo individual tiene unas características muy distintas del turismo de grupo, el turismo de grupo está canalizado por touroperadores que son a la vez empresas que lo que quieren es sacar la rentabilidad máxima. ¿Córdoba donde está? A 400 kilómetros de Madrid, a130 de Sevilla y a 150 de Málaga. Te los pueden traer desde Málaga, donde los hoteles siempre son más baratos, y volver luego a dormir allí y si viniendo de Madrid para Sevilla les da tiempo a ver la Mezquita a ver la Sinagoga y seguir, simplemente no duermen aquí, con dos o tres horas que le ha vendido al cliente en Córdoba tiene suficiente, para luego llevárselo a pernoctar a Sevilla o Málaga.
–¿No cree que falta coordinación entre los distintos actores del sector turístico para mejorar esas cifras?
–No. El turismo de grupo es así, ha sido así y creo que lamentablemente seguirá siendo así. Hay un 20% de grupos que duermen aquí; el resto, fuera. Falta de coordinación no te creas que hay tanta, no la hay, aunque a veces el Ayuntamiento y la Diputación se den su caña al respecto, que no, que los problemas turísticos son si me apuras de otro tipo.
–¿Problemas de seguridad? ¿Cómo ven el tema de la seguridad en el Casco Histórico?
–El Casco Histórico es seguro, aunque, bueno, tenemos el problema generalizado en todas las zonas turísticas de España de los carteristas, tenemos una invasión terrible con una tribu de siete u ocho bosnios y una rumana, que están todo el día aquí, lo que pasa es que la legislación penal es la que es. Tenemos un chat con la Policía para informarla si vemos a algún integrante de esa tribu.
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