Manuel Martínez: “El éxito de Medina Azahara está en que siempre hemos sido ajenos a las modas musicales”

Entrevista al líder y vocalista de Medina Azahara

Manuel Martínez, Paco Ventura y Manuel Ibáñez abren el 41 Festival de la Guitarra con la gira ‘Llego el día’, en la que homenajean a Triana, y con la que han triunfado en otros puntos de España

El líder y vocalista de Medina Azahara, Manuel Martínez. / Miguel Ángel Salas

“Llevamos tiempo queriendo estar en el Festival de la Guitarra. Indiscutiblemente es un gran orgullo tocar en nuestra ciudad y abrir el Festival”, comenta Manuel Martínez, el líder y vocalista de Medina Azahara. La banda presentará en el Teatro de la Axerquía el próximo viernes 1 de julio su último trabajo discográfico, Llegó el día, compuesto por diez versiones de canciones de los sevillanos Triana, uno de los grupos más importantes y emblema de un rock andaluz, estilo del que Medina Azahara sigue siendo bandera. La gira, denominada como el disco, ya ha pasado “con enorme éxito” y el cartel de no hay billetes por lugares como el Fibes de Sevilla, el Teatro Falla de Cádiz, el Palau de la Música de Barcelona o el WiZink Center de Madrid.

–¿Cómo está siendo la gira? ¿Qué se va a encontrar quien asista al concierto en Córdoba?

–Va a ver dos shows en uno. Es algo distinto a lo que hemos hecho hasta el momento. Por una parte están los temas de Triana, a los que le hemos dado un toque más tranquilo, más apacible, y por otro lado están los temas de Medina Azahara, que son más duros.

–¿Cuál es el secreto del éxito de Medina Azahara, una banda que lleva más de 40 años en lo alto de los escenarios?

–Desde que comenzamos en Medina Azahara, en 1979, intentamos tener una personalidad distinta a lo que va saliendo musicalmente en cada momento, a cualquier moda musical. Es más, creo que el secreto del éxito de Medina Azahara está en que siempre hemos sido ajenos a las modas musicales, siempre hemos sido distintos a cualquier otro grupo.

–¿Incluso a los de rock andaluz?

–Es verdad que muchas veces nos han comparado con Triana, mucha gente decía que nos pareciamos a Triana, pero ellos eran mucho más sinfónicos, más Pink Floyd, mientras que nosotros éramos más duros, más Deep Purple. También es verdad que nosotros de vez en cuando hemos hecho música más sinfónica y no solo nos hemos movido en el rock andaluz, nos hemos movido en distintos estilos para poder sobrevivir en la música.

Manuel Martínez posa en la plaza de las Tendillas. / Miguel Ángel Salas

–Las críticas periodísticas que está recibiendo la gira ‘Llegó el día’ son muy buenas, una gira con conciertos en los que casi la mitad del repertorio o ‘setlist’ son versiones de canciones de Triana. ¿Cuál es el secreto del éxito de Medina Azahara a la hora de hacer versiones?

–Medina Azahara empezó después de que yo cantara en grupos de ferias, grupos que hacían infinidad de versiones. Desde el principio siempre intenté parecerme a esos artistas a los que versioneaba. Por ejemplo, Deep Purple, Pink Floyd, Uriah Heep, Grand Funk Railroad... pero también tocábamos cosas de Fórmula V o de Los Diablos. Creo que ese es el secreto del éxito de las versiones que hace Medina Azahara, que somos gente que hemos intentado captar toda esa música de otros que hemos mamado desde pequeños. A la hora de hacer una versión intentamos darle nuestra personalidad, pero siempre sin olvidar lo que es esencial en una canción, la melodía. En una versión se pueden cambiar muchas cosas, pero nunca la melodía, intentamos que la melodía siempre sea la original.

–Le he preguntado que cuál es el éxito porque en el caso de ‘Todo tiene su fin’, de Módulos, la versión de Medina Azahara es más conocida y popular que la original, y no es el único caso.

–Es verdad que mucha gente piensa que Todo tiene su fin es de Medina Azahara, cuando es una versión de una canción de un grupo de los 60. Eso nos ha pasado con otras versiones como, por ejemplo, con El Lago, de Triana, un tema que llevamos tocando muchos años en nuestros conciertos. Incluso nuestro exmánager Javier Gálvez, al vérsela tocar a Triana, ya muerto Jesús [de la Rosa, alma del grupo sevillano], me dijo “mira tío, los Triana haciendo El Lago, de Medina Azahara”. A veces las versiones hacen que la gente se interese por las canciones originales y el artista que las interpretaba. Estoy convencido de que con este disco y con esta gira habrá gente, sobre todo la más joven, que descubra a Triana y lo grandes que fueron. Y el caso de Todo tiene su fin es curioso, la compañía y algunos de mis compañeros no querían que la grabáramos; hacía unos meses la había grabado Tijeritas y no había tenido éxito. Me empeñé y la nuestra tuvo un éxito impresionante.

"Quien asista al concierto de la Axerquía se va a encontrar dos shows en uno, uno más tranquilo y otro algo más duro”

–Algo parecido entonces a ‘Necesito respirar’, del disco ‘Sin tiempo’, del que se cumplen ahora 30 años y que no falta en vuestros conciertos.

–Exactamente, es el mismo caso. En ese momento nosotros veníamos de hacer un disco, En Al-Hakim, con muchas reminiscencias árabes, y luego hicimos un directo en Leganés, con el que captamos un público que se movía entre el rock clásico y el heavy. La compañía nos dijo entonces que Necesito respirar era demasiado comercial para ser un tema de Medina Azahara. Yo respondí que podía ser muy comercial, pero que íbamos a grabarla y 30 años después es un himno que toda la gente canta en nuestros conciertos.

–¿Por qué ahora este homenaje a Triana?

–Las cosas surgen sin pensarlas. En el confinamiento de la pandemia hacíamos versiones cada uno, Manuel Ibáñez, Paco Ventura y yo, desde nuestras casas y en redes sociales para ayudar a la gente a afrontar lo que estaba pasando; hicimos hasta Resistiré, del Dúo Dinámico. Ibáñez propuso hacer Llegó el día, de Triana, y la gente empezó a hablar de ella en las redes sociales, diciendo que había quedado muy bien. Esa fue la chispa que hizo plantearnos hacer un disco con canciones de Triana.

Manuel Martínez durante un momento de la entrevista. / Miguel Ángel Salas

–¿Por qué eligieron a José Luis Figuereo ‘Selu’ [más conocido musicalmente como El Barrio] para la producción del disco?

–Fue una casualidad. Ibáñez, quien siempre le ha ayudado a Selu en sus proyectos de canciones con los teclados, le habló del proyecto y Selu, al que le gusta mucho Triana y es un fan loco de Medina Azahara, insistió en que él quería participar y darle su puntito. Después, Selu le mostró el proyecto a la compañía insistiéndole en que lo que habíamos hecho era muy bueno y la compañía, que no era nuestra compañía, ya que nosotros estábamos libres, nos dijo que fuera todo lo que habíamos hecho y que nos metiéramos de nuevo en el estudio a grabar el disco.

–¿Por qué esa nueva grabación?

–Los temas que habíamos grabado en un principio eran más del estilo de Medina Azahara que del de Triana, tanto es así que lo único que se dejó para la nueva grabación fue la voz. Esa nueva grabación yo diría que acabó siendo un 70% de Triana y un 30% nuestro, lo que ha supuesto una mezcla muy positiva para la gente de los medios y para los fans de Triana, aunque habrá algunos que lo han considerado un sacrilegio. Pero bueno, la verdad es que ha sido un disco de los más vendidos las pasadas Navidades junto con el de Alejandro Sanz, sobrepasando a los de muchos artistas que están en grandes compañías y que suelen ser números uno en ventas.

"Estoy convencido de que con el último disco y con la gira habrá gente que descubra a Triana y lo grandes que fueron”

–¿Qué se perdió en el mundo de la música aquel 14 de octubre de 1983, día en el que murió Jesús de la Rosa en aquel fatídico accidente de tráfico?

–Se perdió un gran compositor. Jesús si tenía algo buenísimo es que era muy buen compositor. Tenía muy buen gusto cantando, muy buen gusto componiendo, y era el alma mater de Triana. No sabemos lo que hubiese pasado si hubiese seguido vivo, porque tanto él, como Tele y Eduardo [los otros componentes de Triana] tenían varios proyectos para llevar a cabo individualmente, pero si hubiese seguido vivo yo creo que estaríamos hablando de uno de los mejores artistas de este país.

–¿Y ese día no murió también un poco el rock andaluz?

–Un poco sí, porque aunque Triana no fueron los creadores del rock andaluz, había muchos grupos antes como Smash o Gong, Jesús fue el que dio con la tecla de lo que la gente quería escuchar y comprar del rock andaluz. No obstante, la culpa de la caída del rock andaluz la tuvo la Movida madrileña y no exactamente la Movida, sino la prensa, que la apoyó, dejando de lado al rock andaluz, lo que supuso que muchos grupos desaparecieran y muchos músicos tiraran la toalla. Otros músicos que eran muy buenos, sin embargo, se fueron a tocar con grupos de la Movida. Nosotros resistimos todo aquello, nos dedicamos a componer, galas nunca nos faltaron y hemos dado con gente que nos ha apoyado en las discográficas a la hora de hacer lo que quisiéramos hacer. Seguimos vivos, lo que supone que el rock andaluz no ha muerto.

Manuel Martínez posa en la plaza de las Tendillas. / Miguel Ángel Salas

–Supongo que aquel chico de Posadas, usted, que empezó tocando versiones en un grupo de feria en feria nunca se imaginó vivir de la música a los 70.

–Indiscutiblemente, no. Yo lo primero es que no esperaba llegar ni a los 70. Mi meta era llegar a la edad con la que murió mi padre, 52 años. Porque yo en aquel tiempo veía que 52 años eran muchos. Desde el principio tuve claro que iba a hacer música siempre, de una forma o de otra, tocando en un pueblo en una orquesta o tocando en un grupo como Medina.

–¿Qué tipo de música escucha?

–Yo escucho de todo. Ahora con dos niñas pequeñas, hasta reggetón (risas), pero mi música sigue siendo el rock clásico, la música de Pink Floyd, de Uriah Heep... A veces desempolvo los discos y los escucho porque son obras maestras, y sigo aprendiendo de ellas.

–¿En qué espejo se mira a la hora de cantar?

–Yo siempre me he mirado en Ian Gillan, vocalista de Deep Purple. Gillan siempre ha sido mi ídolo por su forma de cantar, por su personalidad en el escenario, pero también me gustan otro tipo de cantantes, cantantes con voz más rajada, con voz más dulce...

"Medina Azahara es un grupo con suerte, siempre hemos tenido un ángel que nos ha guiado para seguir vivos en la música”

–Defíname musicalmente a Paco Ventura, el guitarrista del grupo

–Es una máquina de componer, lo demostró desde que se sumó al grupo en discos como Sin tiempo, Dónde está la luz, Árabe... Es un tío con mucha sensibilidad a la hora de tocar la guitarra, pero a la vez muy agresivo, sabe darle a la balada esa delicadeza que hay que darle y a la par de interpretar otros temas con toda la fuerza del mundo. Paco Ventura es un músico completo.

–Defíname también musicalmente al otro miembro de Medina Azahara junto a Ventura y a usted, al teclista Manuel Ibáñez.

–Otro fiera de la música. No he visto a nadie tocar el piano y el teclado como lo hace Ibáñez. Es un tío que ha aprendido música desde pequeñito, que ha tenido la suerte de estar en el conservatorio y todo eso le ha llevado al rock. También es un grandísimo compositor. Está dentro de los perfiles de ser un músico diez, un músico completo.

–Y si le pido que me defina a Medina Azahara.

–Medina Azahara es un grupo con suerte (risas). Dice la gente que siempre hemos tenido suerte, pero yo creo que siempre ha habido un ángel detrás de Medina Azahara que nos ha dicho qué teníamos que hacer en cada momento para seguir vivos dentro del mundo de la música. Es cierto que hemos vivido momentos difíciles, pero nunca han sido completamente malos, malos, malos como para tener que dejarlo. Después de tantos años y de todo lo vivido, Medina Azahara es un grupo del que habla la Historia.

–Volvamos a la gira, ¿qué canciones echa de menos en el repertorio de los conciertos? Porque supongo que a la hora de elaborar un ‘setlist’ lo tendrá complicado al tener que dejar fuera clásicos del grupo

–Sí. Justamente quien elige las canciones del repertorio o setlist soy yo. Y en esta ocasión se echan de menos más canciones dado que tocamos el último disco entero, lo que supone que diez de los temas de los 22 ó 23 de cada concierto son de Triana. En Medina Azahara siempre hemos intentado hacer unos repertorios larguísimos, por lo que hay muchas canciones que se echan de menos, como Hijos del amor y de la guerra, por ejemplo, Niños... son tantas.

El líder y vocalista de Medina Azahara, Manuel Martínez. / Miguel Ángel Salas

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