Medio Ambiente comenzará este miércoles a eliminar la isla de toallitas del río Guadalquivir en Córdoba

Medio ambiente

La Consejería explica que la isla se lleva formando diez años por la sobrecarga del colector de aguas cuando llueve y la gran cantidad de toallitas que se tiran al váter

Más de 360 kilómetros de cauces en la provincia de Córdoba corren el riesgo de provocar inundaciones

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Estado actual de la isla de toallitas del río Guadalquivir en Córdoba.

El pasado miércoles 18 de enero una isla de toallitas húmedas y sedimentos de unos 15 metros cúbicos de tamaño emergió en pleno río Guadalquivir a la altura de la Torre de la Calahorra, junto al Puente Romano. Fue el activista Pepe Larios quien denunció este hecho a través de sus redes sociales y casi una semana después, tal y como ha confirmado a el Día la Consejería de Medio Ambiente, los operarios de la Junta de Andalucía se van a poner a trabajar en la eliminación de esa isla de toallitas y sedimentos que ensucia el paisaje más significativo de Córdoba.

En concreto será a partir de este miércoles 25 de enero cuando una retroexcavadora y un camión de volteo empiecen con la retirada de los sedimentos en un proceso que tardará uno dos días. Por tanto, aunque será este martes cuando un técnico estudiará la mejor forma de trabajar en la zona, según la previsión de Medio Ambiente, el viernes concluirá la actuación de eliminación de la isla de toallitas.

Tal y como destacó Pepe Larios, esta isla salió a la vista de todo los cordobeses tras la limpieza que se llevó a cabo debajo del ojo del puente de La Calahorra tras las inundaciones de hace un par de años. Una explicación que comparte Medio Ambiente, pues esta isla de sedimentos "se lleva formando desde hace diez años y ha estado oculta aunque ha ido aumentado con las lluvias, creciendo sobre ella incluso vegetación. Lo que ha hecho que se quede ahora al descubierto ha sido la limpieza del río", ha añadido la Consejería.

Como señala la institución andaluza, la causa de la formación de esta isla durante tantos años está en el colector de aguas, que es el conducto del alcantarillado público en el que vierten sus aguas diversos ramales de una alcantarilla. Cuando hay lluvias, este colector no es capaz de absorber todos los residuos, principalmente las toallitas desechables por el alto nivel de agua que soportan y estas acaban saliendo hacia el cauce del río.

De hecho, como ha confirmado Medio Ambiente, la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) lleva limpiando los colectores todo el fin de semana, pues estos son de su responsabilidad aunque la limpieza del río sea competencia de la Junta. A la espera de que Emacsa actúe en reforzar el sistema de colectores para evitar problemas similares en el futuro, la eliminación de esta ya famosa isla de toallitas empieza este miércoles, aunque desde la Consejería hacen especial hincapié en la importancia de la actuación ciudadana para evitar que esto se repita.

Medio Ambiente ha insistido en el valor que tiene la "concienciación social y medio ambiental" sobre la ciudadanía para que las personas dejen de tirar las toallitas húmedas al váter, ya que es uno de los grandes problemas medioambientales de los últimos años y los grandes perjudicados son los ríos de numerosos puntos de España, incluido ahora el Guadalquivir a su paso por Córdoba. "Por el retrete solo las tres p: pipí, popó y papel", usa de eslogan la Junta para promocionar esta práctica.

Los ecologistas

"Algo se hizo mal cuando se construyó el Balcón del Guadalquivir o el colector que recoge las aguas pluviales que recorre de Levante al Balcón del Guadalquivir", explica Diego Peinazo, portavoz de la plataforma Por un Río Vivo y miembro de Ecologistas en Acción, quien añade como explicación a la formación de esta isla de toallitas que, cada vez que llueve, este colector de aguas residuales "entra en carga y vierte al río litros y litros de aguas fecales, acompañadas con muchos residuos inorgánicos, sobre todo toallitas".

"Hace no mucho más de cinco años se empezó a hablar de la construcción de un tanque de tormentas para dar solución a este problema y evitar que los colectores rebosen. Mientras tanto se han vertidos toneladas y toneladas de residuos, cuyo impacto es difícil de evaluar", señala Peinazo. Y es que, el ecologista ha subrayado que "la concienciación está bien, pero no impide el problema" porque "si un 1% no cumple las normas en Córdoba, hay 3.000 personas arrojando diariamente este residuo a los WC".

De hecho, los ecologistas han denunciado el impacto medio ambiental que provoca esta isla sobre las especies que habitan en el Guadalquivir. Por ejemplo, una de las especies afectadas es el avetorillo común: "Cuando este intenta capturar una presa que se mueve entre las toallitas, con frecuencia, queda enredada en su aserrado pico. Si la toallita termina envolviendo el pico o queda enganchada en alguna rama, el animal terminará muriendo", advierte el ecologista, quien también ha hecho un llamamiento a que "desde la Unión Europea deberían plantearse muy seriamente suprimir la comercialización de toallitas desechables fabricadas con fibras que ocasionen este tipo de problemas".

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