Miquel Iceta: "Córdoba tiene muy buenas defensas en el Consejo de Ministros"
Entrevista
Asegura que España es “un museo a cielo abierto” y que el patrimonio es un valor turístico de primer orden
Considera “lógico” que Córdoba aspire “a ser una referencia logística”
"Las coaliciones de gobierno han venido para quedarse"
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Cuando avisas en la Subdelegación del Gobierno en Córdoba de que has quedado para una entrevista con el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, no hay que esperar mucho. De hecho, es el propio Iceta el que de inmediato sale del despacho a saludar, a ofrecerse para la sesión fotográfica de rigor y a charlar con una cercanía, sentido del humor y sencillez que cada vez cuesta más ver en la política.
–¿Cómo se encuentra tras seis meses en el ministerio?
–La verdad es que muy bien. Estoy descubriéndolo y te pone en contacto con una realidad cultural y deportiva enorme. En España tenemos mucho patrimonio cultural y no sé si somos del todo conscientes de que somos un museo a cielo abierto. Tenemos muchas demandas, ganas de hacer cosas y es un trabajo muy estimulante.
–¿Qué le han preguntado más si sabía mucho de cultura o de deporte?
–De deporte, de deporte. Le explico una anécdota que dicen que no cuente, pero me da igual. Cuando mi madre ve la tele y dicen “mira el Iceta, ministro de Cultura y de Deporte”, ella responde “sí, sobre todo de Deporte”. [Ríe] Es verdad que yo al deporte le he dedicado poquísimo porque lo dejé muy pronto, pero en temas de cultura uno se maneja un poco mejor. Pero al final en el deporte te metes, como me está pasando a mí con las Guerreras y el Mundial de Balonmano.
–¿Y de Córdoba qué conoce?
–Pues muy poco, porque no he estado mucho. He visitado la Mezquita y cuando he venido ha sido a actos de partido, pero tengo buenos amigos de Córdoba. Si tengo alguna duda le pregunto a Carmen Calvo, que es una apasionada. Córdoba fue capital del mundo y tenemos todavía no solo vestigios, sino edificios, jardines que se han conservado muy bien. Eso da también una forma de ser y aunque se diga que los cordobeses son muy serios, yo he conocido a cordobeses muy divertidos.
–Ha venido a ver las obras de la Biblioteca del Estado, que tiene un sobrecoste del 114% y que encima sigue cerrada. ¿Cuándo dejarán de pasar estas cosas en la obra pública?
–Yo creo que para mayo o junio podremos ya entregar la obra, luego la Junta tendrá que hacer el traslado de los libros y el Ayuntamiento algún esfuerzo en ajardinamiento. Es verdad que le han pasado varias cosas a la biblioteca: el primero, el descubrimiento de vestigios arqueológicos, luego hemos tenido una pandemia y cuando se retrasan las cosas los requerimientos energéticos son cada vez mayores y lo hemos adaptado a las exigencias. Es verdad, nos hemos retrasado, pero yo creo que Córdoba va a tener la biblioteca que merece.
–Otro clásico de los Presupuestos del Estado es el Museo Arqueológico, con partidas simbólicas casi siempre.
–No tan simbólicas. Hablando antes con la subdelegada le comentaba que se hizo una restauración de la fachada muy bonita, si bien es verdad que la pandemia ha evitado celebrarlo. Yo creo que ha habido una inversión del Estado en Córdoba pero también lo digo en todas partes: tenemos tal cantidad de patrimonio, de tanta calidad, que nunca tendremos recursos suficientes para cubrirlo todo de la manera que quisiéramos. Y, afortunadamente, también hay que decirlo, porque vamos de la mano de las administraciones. Yo siempre agradeceré la colaboración tanto del Ayuntamiento como de la Junta de Andalucía, que es lo que nos ha permitido avanzar. Estamos en condiciones de decirle a los cordobeses que estamos invirtiendo aquí y se va a notar.
–Usted habla de apuestas inversoras, pero, por ejemplo, los PGE se han rebajado hasta un 24% este año en Córdoba.
–Hay que mirar no solo año a año. Hay muchas inversiones que son plurinanuales y hay momentos en los que la inversión inicial, como el proyecto o adecuar los terrenos, es bajo; en cambio, irá aumentado. La foto fija de un año no te da la perspectiva porque la mayor parte de las obras que estamos emprendiendo requieren de varias anualidades. En el caso de la Biblioteca de Córdoba, llegaremos a los 20 millones y no se gastan en un año, pero lo importante es que nos va a quedar una biblioteca del carajo de la vela, aunque no sé si esto se puede decir.
–A todo esto, si tenemos Presupuestos. Lo digo por el caso Netflix.
–Los vamos a tener. Los hemos tenido ya en el Congreso y en el Senado no hay veto suficiente. Creo que vamos a tener Presupuestos y la verdad es que creo que son unos buenos PGE.
–Con su llegada al ministerio parece que se ha calmado un poco la polémica en torno al borrador de la Ley de Patrimonio.
–Se puede explicar con tranquilidad. Había comunidades autónomas, y en concreto la Junta de Andalucía, que eran muy reticentes porque entendían que el proyecto que se estaba manejando podría interferir en competencias autonómicas. Y nosotros hemos dicho: ¡eh, vamos a parar! Vamos a mirarlo bien porque esa no es la voluntad del Gobierno. Lo que queremos, como le he dicho antes, es ir de la mano. Y es verdad. La conservación del patrimonio depende en primera instancia de las comunidades autónomas, lo que pasa es que todos somos conscientes de que cada una por separado no lo consigue. Por lo tanto, nosotros estamos revisando el texto para evitar cualquier interpretación que dé lugar a esa idea de que el Estado pretende recentralizar competencias o inmiscuirse en competencias que son autonómicas, porque desde luego esa no ha sido la voluntad del ministerio.
–Ustedes siempre han abogado más por la descentralización.
–Hay gente que le da mucho miedo la palabra federal. Pero en España tenemos que compartimos distintos niveles de administración y responsabilidades de Cultura. Eso lo dice la Constitución. En España tenemos muchos museos nacionales que están en Madrid, pero muchos otros que están en otras comunidades o capitales de provincia. Luego resulta que colaboramos unos con otros y formamos parte de una misma red y encima tenemos lenguas cooficiales en diversas comunidades autónomas. Por lo tanto, la idea es cooperar, unir y que el patrimonio común todos deberíamos poderlo disfrutar. Hay cosas que no se pueden mover, pero no dejan de ser propiedad de todos los españoles. Nosotros tenemos que buscar ese equilibrio en tener esos museos nacionales y que todos los españoles sientan cerca ese patrimonio y que lo disfruten. La cultura es lo que nos permite a todos ser más libres, más críticos y enriquecernos personalmente. Y además, es un patrimonio al que le sacamos un rendimiento en términos de turismo. El turismo cultural es el que más rendimiento nos da porque provoca estancias más largas y más gasto por persona. Y nosotros queremos promover ese turismo.
–¿Y lo conseguimos?
–En el mundo hay muchos países, más de 200, y según la Unesco nosotros somos el cuarto en patrimonio inscrito. Por encina nuestro solo tenemos a China, Italia y Francia. Luego venimos nosotros, por encima de muchos países, porque nuestra historia ha sido muy rica y muy diversa. Y esta tierra particularmente. Aquí tenemos restos de la cultura árabe-musulmana, de las juderías, parroquias y catedrales, de la época visigoda, romana, tartesos... tenemos de todo. Y con lo de la Unesco yo digo siempre lo mismo, es una satisfacción la inscripción, pero también es una obligación. El mundo nos mira y lo hace con cierta envidia, pero con exigencia. Cada vez más hay mayor responsabilidad. La cultura es prioritaria y nos ha permitido ser lo que somos.
–La Mezquita de Córdoba ha sido un símbolo a la hora de hablar de las inmatriculaciones de la Iglesia. Aunque ya se ha hecho público el listado de esas inscripciones, parece complicado que pueda haber una reversión en la titularidad de algunos bienes.
–Vamos a ver. La mayor parte de bienes inmatriculados por la Iglesia corresponden a la Iglesia. Es verdad que hay algunos en disputa y por eso el Gobierno se empeñó, y lo ha conseguido, en tener un censo. Hemos ido revisando una por una esas inmatriculaciones y en el caso de que haya dudas o se hayan producido de forma indebida vamos a revertirlo, pero también hay que tranquilizar a la gente en el sentido de que son excepciones. Como regla general, se ha procedido bien. Luego es verdad que hay una negociación con la Iglesia Católica para el tema de pagar el IBI y algunos impuestos municipales, y para garantizar que algunos bienes, que son de interés cultural, estén realmente accesibles a todos. También hay que decir que uno de los gastos que tiene el Ministerio de Cultura, y yo no lo pensaba, es la restauración de algunas catedrales. Y alguien podrá decir que por qué usted se pone a recuperar un templo que es de una determinada confesión religiosa. Pues oiga, porque aparte de eso es también arte, un monumento, un bien de interés cultural que tenemos que proteger. Por lo tanto, ahí también hay colaboración con instituciones y con entidades privadas o confesiones religiosas.
–¿La Mezquita de Córdoba o la Catedral de Sevilla deberían de ser públicas?
–Son templos de una confesión religiosa, pero son públicos. ¿A alguien se le ocurriría, y eso no está en el pensamiento de la Iglesia Católica, cerrar una catedral a los que no sean creyentes? Eso no tiene mucho sentido, porque incluso los que no somos creyentes, nuestra cultura y tradición tiene un componente religioso y creo que la Iglesia está siendo inteligente y sensible. Por ejemplo, en mi ciudad, en una de las torres de la Sagrada Familia de Barcelona se iluminó hace unos días una estrella y ha habido mucha gente que ha celebrado eso y muchos no son católicos. Nosotros tenemos que ayudar a veces a la Iglesia. Es lo que nos toca.
–Cuando en este país se habla del traslado de una obra de un museo a otro sitio hay alguien que se pone muy nervioso.
–Con estas cosas a mí me gusta ser muy respetuoso. Hay ciudades que están pidiendo que le devuelvan una determinada pieza o tenerla un tiempo. Nuestra respuesta siempre es la misma, que los técnicos nos digan si hay posibilidad, o no, real de hacer un traslado temporal. Y lo que nos digan, haremos. No me quiero poner dramático, pero la responsabilidad sobre el patrimonio es muy importante y como Ministerio de Cultura no podemos tomar una decisión que ponga en riesgo un patrimonio que no es nuestro, sino del conjunto del pueblo español y de toda su historia. Por tanto, tenemos que ser muy cuidadosos, pero también diré, y se lo he dicho a los directores de los museos nacionales que están en Madrid, que tenemos una obligación de acercar ese patrimonio al conjunto de los españoles. A mí me parece muy bien cuando el Museo del Prado hace una esfuerzo de desplazamiento de sus obras y hace exposiciones temporales en otros lugares de España. Creo que con eso está cumpliendo con su misión de museo nacional.
–El 1,5% ha sido clave para recuperar el patrimonio, sobre todo en localidades pequeñas. ¿La voluntad es la de mantenerlo?
–Eso es importantísimo. En el año de la pandemia se subió al 1,5% cultural y a mí encantaría que eso estuviese por siempre. Hay que decir que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana está siendo una bendición para todos en el 1,5% cultural, porque con el presupuesto estricto de Cultura no podríamos atender todo el conjunto de demandas. Nosotros contribuimos, cuando se nos pide, a definir objetivos y proyectos y si se nos solicita supervisar alguna obra lo hacemos con muchísimo gusto. En este caso, el mérito es del Ministerio de Transportes.
–Aunque no es de su departamento, la gran apuesta del Gobierno en Córdoba en los próximos años será la base logística del Ejército de Tierra.
–Yo no soy de Córdoba, pero quiero una Córdoba de primerísimo nivel, porque yo soy español. Yo sé que hay cosas que tiene Córdoba que no tenemos los demás, pero que son de todos. Y eso tiene que ver con el pasado, con el patrimonio y también con el futuro. Córdoba no es una ciudad cualquiera, ya que fue la capital del mundo, y por lo tanto que Córdoba reivindique ser un núcleo logístico potente es lógico. Y que Córdoba quiera acceder también a mayores inversiones de tipo industrial es lógico. Tenemos que garantizar el presente y el futuro económico y social de Córdoba y por tanto ahí el Gobierno se va a volcar y ha de hacerlo con una perspectiva global de España, intentando guardar los equilibrios y la personalidad de cada región. Yo creo que lo estamos haciendo con bastante acierto, siempre teniendo en cuenta que cuando uno está en política y le toca gobernar está sujeto a las críticas. Eso es lógico, porque no siempre aciertas al cien por cien. Lo que yo sí veo es que estamos intentando apuntalar una recuperación económica, que tenemos una oportunidad enorme con los fondos europeos y que tenemos que utilizarlos de la mejor manera posible en beneficio no solo de la gente de hoy, sino de la de futuro. Y en Córdoba, a veces, ha habido un sentimiento como si solo se mirara a Sevilla o a Málaga, pero no es verdad. El Gobierno intenta mirar al conjunto de Andalucía y además aprovechar las oportunidades de cada uno. Yo soy muy amigo de Luis Planas y se nota en el Consejo de Ministros que Córdoba tiene buenas defensas.
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