Nacen los primeros bebés del confinamiento en Córdoba: llegan los ‘corona boomers’

Maternidad

Han pasado 42 semanas desde que se decretara el estado de alarma y los niños concebidos esos primeros días ya están llegando a un mundo que sigue marcado por la pandemia del covid-19

Azahara Salazar, con su bebé Martina.

Han pasado 42 semanas desde que se decretara el estado de alarma en España y, con él, un confinamiento que dejó a todo el país metido en sus casas. Las parejas tuvieron más tiempo para estar juntas y hubo una mayor relajación, como suele ocurrir en épocas de vacaciones. Incluso mujeres que llevaban tiempo intentando quedarse embarazadas, por fin lo consiguieron.

Al principio, nadie pensaba que esta situación se extendería tanto, que más de nueve meses después seguiríamos sin poder abrazar a nuestros familiares y amigos para evitar contagios de covid-19, que la crisis sanitaria iba a derivar en una económica ni que los ERTE iban a durar al menos hasta enero de 2021. Por eso, sobre todo las primeras semanas, se vivió esa relajación que hizo que se concibieran a los bebés que ya se conocen como corona boomers, es decir, la nueva generación fruto del confinamiento.

La incertidumbre, el miedo y la prevención han acompañado a las gestantes en estos difíciles nueve meses en los que la pandemia del covid-19 ha seguido provocando contagios, hospitalizaciones y muertes. Sus embarazos han sido atípicos también en lo relacionado con consultas médicas y hasta a la hora de dar a luz. Por un lado, por lo general en la sanidad pública a las ecografías solo entra la madre sin ningún acompañamiento, y, por otro, los partos se están haciendo con la mascarilla puesta, un hándicap más en la carrera de fondo que supone un alumbramiento.

Leyre nació el pasado 27 de diciembre en el Hospital Reina Sofía y es uno de los primeros bebés cordobeses del confinamiento. Su madre, Noelia Aguilar, se quedó embarazada al principio del estado de alarma, por lo tanto ha vivido la gestación en los meses más difíciles de la pandemia. "Ha sido duro porque yo estaba también trabajando", explica esta madre, que además estaba de cara al público al dedicarse al sector del comercio de alimentación.

Noelia Aguilar y su hija Leyre.

Como era persona de riesgo al estar embarazada, al principio "me mandaron para casa", aunque se pudo incorporar en junio, cuando la primera ola del coronavirus ya estaba retirándose, había menos contagios y más medios de protección. Estos meses han sido "de miedo y de tomar todas las precauciones posibles", incluso se ponía doble mascarilla.

"Al ver cómo estaba todo, cuando te quedas embarazada lo primero que tienes es miedo", insiste esta joven, sobre todo porque al principio había muchas más dudas sobre cómo afectaba el covid-19 al feto si la mujer se infectaba.

Ahora, una vez pasada toda esta incertidumbre, explica que esta experiencia "por una parte ha sido buena porque traes una vida al mundo, algo muy bonito", pero por otro lado ha estado asustada hasta que su bebé ha nacido. Ella solo ha salido a la calle para lo necesario y ha evitado los lugares donde había más gente, e incluso no se ha ido de vacaciones para cuidarse "mucho más".

En verano se hizo una PCR que salió negativa y el entrar al Reina Sofía para dar a luz le hicieron otra que tuvo el mismo resultado. "Aquí está todo muy controlado y con muchos protocolos", señala Noelia. Por ejemplo, solo puede haber un acompañante en la habitación, lo que además da tranquilidad a las mamás tras el desgaste que supone un parto. Esta medida "debería quedarse así porque cuando das a luz lo único que quieres es tranquilidad para ti y para tu bebé", asevera.

Su parto ha sido inducido porque ya había salido de cuentas y lo ha pasado mal porque además hay que llevar la mascarilla puesta todo el tiempo. Aunque se ahogaba, las profesionales le explicaban que era por su propia seguridad, pero "todo sea por la pequeña". "Ha sido largo, pero el personal del hospital ha sido genial", resalta.

Para Noelia -que es madre soltera porque el que era su pareja no quiso seguir adelante-, Leyre es su primer bebé y las dos se encuentran bien después de permanecer unos días en el hospital porque ella necesitó una transfusión de sangre tras del parto. Después de todo lo vivido, al fin puede disfrutar de su bebé en casa.

También ha nacido en la llamada generación de los corona boomersMartina, una niña que llegó al mundo el pasado 29 de diciembre en el Hospital Reina Sofía. Su madre, Azahara Salazar, había cumplido el día 21. Su llegada se debe a un momento de relajación durante el confinamiento, pero "bienvenida sea", indica la mamá.

Su parto -el primero- ha sido más o menos rápido. De hecho, explica que cuando ingresó en la noche del 28 tenía el cuello del útero borrado al 70%, bajó al paritorio en la madrugada del 29, a las 04:30, dilatada de cuatro centímetros; y a las 11:39 nació su bebé. "No ha sido tan largo para ser la primera", señala esta joven de Puente Genil.

En su caso, apenas ha notado la incomodidad de la mascarilla durante el alumbramiento porque "cuando estás en ese momento y te duele tanto no te das ni cuenta de que la llevas". Incluso para ella "ha sido peor el embarazo que el parto" porque ha tenido bastantes molestias.

Azahara también ha tomado muchas medidas de prevención, tanto que apenas ha salido de su casa; solo para hacer la compra y poco más para evitar contagiarse. Ha pasado "un poco de miedo", pero al ver la cara de su niña siente que todo ha merecido la pena.

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