Nieto asume la Alcaldía con un serio aviso de ajustes

El nuevo regidor advierte de que ni las nóminas, ni el pago a proveedores, ni las inversiones están garantizadas · Promete gobernar para los que le votaron y para los que no le apoyaron en las urnas

Beatriz Jurado entrega el bastón de mando al nuevo alcalde, José Antonio Nieto, en presencia del presidente de la mesa de edad, Rafael Gómez.
Beatriz Jurado entrega el bastón de mando al nuevo alcalde, José Antonio Nieto, en presencia del presidente de la mesa de edad, Rafael Gómez.
Rafael Ruiz

12 de junio 2011 - 01:00

José Antonio Nieto Ballesteros tomó posesión a mediodía de ayer como séptimo alcalde del periodo democrático constitucional de la ciudad de Córdoba. Y lo hizo con un discurso institucional que no se apartó ni un milímetro de la línea marcada en la campaña electoral que desembocó en su mayoría absoluta que le permitirá gobernar con comodidad durante los cuatro años que separan la investidura de las próximas elecciones, las de 2015. Nieto juró el cargo y tomó el bastón de mando que le dio la concejal más joven del Pleno, su compañera Beatriz Jurado, antes de pronunciar un discurso de aceptación en el que mostró su intención de ser alcalde de todos, de los que le han votado, de los que optaron por otra fuerza política o de los que se abstuvieron, votaron en blanco o nulo. "No os defraudaré", dijo Nieto como corolario de su discurso en el que realizó una advertencia seria, casi una señal de SOS, sobre el estado de la economía municipal.

El nuevo alcalde tomó posesión de su cargo ante cuatro ex alcaldes de Córdoba, tres de ellos del periodo democrático. Antonio Alarcón, Julio Anguita, Manuel Pérez y Rafael Merino asistieron desde la primera fila del salón de Plenos a la investidura del segundo regidor militante del Partido Popular. Nieto aludiendo a la historia de Roma y al hecho de que Claudio Marcelo, fundador de la colonia patricia Corduba, fue premiado por el Senado con un triunfo, que daba derecho a un desfile ante la multitud mientras un esclavo le decía al oído "mira hacía atrás y recuerda que sólo eres un hombre". Nieto dijo que no pondrá a nadie a recordarle su mortalidad "después de la que se ha liado con el bastón de mando". Es él quien se comprometió a tener los pies en la tierra, los suyos y los de su equipo, de todo aquel que crea que "la victoria es un cheque en blanco, que fue una orden y no un premio".

Nieto, así, empezó el mandato tendiendo la mano. Emplazó a los portavoces de los cuatro grupos municipales -el suyo está todavía por nombrar- a una reunión mañana lunes a las 9:00 en la Alcaldía para examinar ideas y, al menos, establecer un programa de prioridades. La reunión tendría lugar incluso antes de que se llegue a firmar el decreto de delegaciones por el que, formalmente, la ciudad de Córdoba contará con un gobierno municipal.

Pese a estar dispuesto a hablar de "las grandes líneas de gestión", el alcalde popular dejó claro por dónde irán las lindes de su trabajo al frente del Ayuntamiento. En primer lugar, la economía. Frente a un duro discurso del portavoz de Izquierda Unida, Francisco Tejada, Nieto fue en el Pleno constituyente todo lo claro que no ha sido los días anteriores. La estabilidad financiera de las empresas públicas, el pago a proveedores, la prestación de servicios básicos, la realización de inversiones previstas y el abono de las nóminas de los trabajadores municipales "hoy no sólo no está garantizado sino que está sujeto a un importantísimo riesgo". Se trata de la frase más demoledora pronunciada por el representante del PP desde la campaña electoral hasta el traspaso de poderes, donde los populares han optado por un perfil deliberadamente bajo en este asunto.

Los populares mantienen su propuesta de plan de austeridad, aunque Nieto dijo ayer que habrá 20 millones de ahorro en el mandato mientras que en la campaña aseguró que serían diez por año. Nieto advirtió ayer de que el plan trazado de menos asesores, menos directivos y una gestión integrada de las empresas municipales "no sea suficiente". "Probablemente", dijo. Así, el jefe de filas de los populares desde el año 2004 pidió "más sacrificios, más esfuerzos y más austeridad de más personas para alcanzar un mínimo de equilibrio en nuestras cuentas". No hay demasiadas pistas en el discurso de investidura sobre lo que va a ocurrir en este sentido aunque el gasto social no se tocará, dijo el alcalde, "cueste lo que cueste". Y las empresas públicas -"repito, públicas"- seguirán gestionando servicios básicos -"repito, básicos"-. En ese contexto, aseguró que su gobierno será exigente con el resto de administraciones para que cumplan sus compromisos con la ciudad, entre los que citó la Biblioteca de los Patos o el nuevo Museo de Bellas Artes. En el caso concreto del centro de congresos, repitió lo que ya es conocido. Pretende renegociar las condiciones del acuerdo financiero establecido en la parte final del anterior mandato para que la Junta y el Gobierno central incrementen su aportación. "No queremos ser más que nadie, sólo pedimos que Córdoba sea tratada de la misma forma que otras capitales con proyectos semejantes", aseguró.

El regidor se hartó de lanzar guiños desde el estrado hacia el empresariado. Los populares saben que, entre autónomos y pymes, tienen un caladero de votos, que está en estado críticos y necesita medidas. La mayor parte de los representantes del empresariado local se encontraban ayer entre el salón de Plenos. Nieto prometió que el Ayuntamiento será un aliado ante la crisis y que tendrá una posición activa en la búsqueda de inversores. "Iré donde tenga que ir" para convencer a quien haya que convencer que Córdoba es un lugar para invertir, aseguró. Que establecerse en la ciudad es "el mejor negocio que se puede hacer". Nieto establece una doble estrategia de intervención en materia económica. De puertas adentro, propone una reforma en lo interno que adelgace la burocracia ya que, asegura, la institución municipal tiene que mejorar su eficiencia. En lo exterior, un trabajo para dotar de confianza a los mercados para cambiar la imagen de la ciudad como lugar de negocios. Por sectores, Nieto pidió paso para su proyecto Agrópolis, una especie de ciudad de negocios para la transformación de los productos del sector primario que permita aplicar la I+D y, además, dotar de posibilidades de empleo al segmento de baja cualificación. En construcción, Nieto apostó por cambiar de modelo desde los modos expansivos del pasado a una nueva estrategia basada en la "mejora interior". Urbanismo contará con tres hitos sobre los que se abordará el nuevo método de trabajo: el entorno de Medina Azahara, la Sierra y el Casco Histórico.

La agenda de Nieto salió cargada del Pleno de ayer. Además de citar a los portavoces para mañana, el nuevo alcalde emplazó a los principales responsables de los agentes sociales para modificar el Pacto por el Empleo, una de las iniciativas que los populares han presentado durante la campaña electoral como objetivo estratégico. "Este objetivo es de todos y seremos tremendamente exigentes", aseguró. El objetivo popular es que Córdoba sea una de las ciudades que cree empleo neto hasta 2015.

Nieto se enfrenta a su primera prueba de fuego como alcalde los próximos 27 y 28 de junio, fecha en la que liderará la defensa de la candidatura de la ciudad como futura Capital Europea de la Cultura en 2016. El alcalde realizó una severa admonición sobre el clima de consenso que debe presidir esta cuestión por encima de diferencias de partido. Nieto agradeció el trabajo de los dos alcaldes que han desarrollado la mayor parte de la candidatura, Rosa Aguilar y Andrés Ocaña. El alcalde "pidió" que ese consenso no se rompa, de forma que "el anhelo" no resulte dañado por las tensiones entre políticos. Como primer elemento de buenas intenciones, pedirá al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que encabece la delegación que viajará a Madrid para verse las caras con el jurado. Nieto se comprometió a no tocar lo que funciona aunque sí advirtió que la política de promoción y organización será más intensa.

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