La Noche del Patrimonio en Córdoba, una danza entre la historia y el presente

Córdoba saca músculo. El Casco Histórico de Córdoba, la Mezquita-Catedral y Medina Azahara, tres de las cuatro declaraciones Patrimonio de la Humanidad que elevan la ciudad hasta la cima mundial del arte y de la historia, han abierto sus brazos para recibir a los visitantes en la velada de este sábado 17 de septiembre, en una demostración de poderío durante la quinta celebración de La Noche del Patrimonio, convirtiendo a la metrópolis en un inmenso y gratuito parque de recreo turístico cultural y, sobre todo, didáctico, mucho más transitable que en Semana Santa o en el mes de mayo.

Una noche agradable y buena respuesta del público: Miles de personas driblaban las calles de la Judería y llenaban las terrazas de los bares al completo desde las últimas horas de la tarde, componiendo el plano general de una fiesta patrimonial que ha estado cargada de múltiples opciones y oportunidades para cordobeses y extranjeros. Hasta 24 actividades (visitas guiadas, rutas teatralizadas y gymkanas) estaban programadas a partir de las 20:00, para descubrir el legado que han dejado todas las civilizaciones que por aquí han pasado a lo largo de la historia, desde la Córdoba Imperial y su decadencia hasta la Medicina en la época de Al-Ándalus.

Y es que el principal valor que tiene La Noche del Patrimonio reside en toda la variedad que se exhibe. "Las rutas que se hacen son más diversas y especializadas respecto a las cosas y los circuitos que se enseñan, al contrario que en las rutas habituales, donde prácticamente se va a los lugares típicos", comenta Patricia, la guía turística responsable de la Córdoba Romana. Se trata de "un evento totalmente diferente al resto", asegura la guía de la ruta Córdoba Ciudad Única. También se nota en el público que se interesa por este tipo de visitas, rozando el 100% de cordobeses, según varios guías preguntados. Eso sí, los aforos (30 personas máximo) estaban cubiertos.

Más allá de las visitas, la Mezquita-Catedral es quien concentra gran parte de las miradas a lo largo de esta noche, abierta hasta las 00:00. Así ha sido también el resto de años. En el Patio de los Naranjos, la cola de los tickets -gratis para todos, aunque obligatorio para el acceso- hacía dos giros aunque no desesperaba a quienes la poblaban por su avance ligero. Éste también es el lugar donde se aglomera el mayor porcentaje de turistas, aunque muchos de ellos reconocen que su presencia en Córdoba durante la Noche del Patrimonio "ha sido una mera coincidencia".

Danza y flamenco para redondear

La danza ha sido el hilo conductor escogido por el Grupo de Ciudades Patrimonio de España para poner su sello distintivo en esta quinta edición, financiada por el Ministerio de Cultura y celebrada en otros 14 puntos de España simultáneamente: Alcalá de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Cuenca, Ibiza, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda.

La Puerta del Puente ha sido escenario para albergar el estreno de La Furia, un espectáculo de danza totalmente disruptiva creado por María M. Cabeza de Vaca, y hecho para reflexionar a través de la expresión artística sobre las conexiones entre el pasado, el presente y el futuro. A su alrededor se han congregado más de un centenar de personas.

Horas más tarde y en otra ubicación, el cantaor onubense Arcángel daba un recital de cante flamenco -Patrimonio Inmaterial de la Humanidad- en el patio del Museo Arqueológico para poner el broche final a una noche de belleza y arte. El legado es aquello que se deja o se transmite, ya sea material o inmaterial.

Por delante, aún queda cerrar la programación terminando el Ciclo de Cuerdas en el que el cuarteto A Piacere Strig (dos violines, viola y violonchelo), junto a una narradora, maridarán música y relato para componer de forma amena un itinerario por las civilizaciones, culturas y vestigios en busca de las raíces del yacimiento arqueológico de Ategua (en la barriada de Santa Cruz), que ha acogido numerosas culturas, desde el Bronce Final hasta la Edad Media, con una continua reutilización de sus murallas durante sucesivas etapas: íbera, romana, andalusí y moderna y que fue nombrado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2005 y Monumento Nacional desde 1982.