Numerosos árboles mueren en los Baños de Popea y denuncian el "abandono" de la zona

Medio Ambiente

Un gran árbol caído en los Baños de Popea. / Cristina Román

Los Baños de Popea, el idílico paraje ubicado cerca de la barriada de Santa María de Trassierra de Córdoba capital, vuelve a sufrir "el abandono" de las administraciones. El paisaje, que se caracteriza por ser la joya de la Sierra de Córdoba, vuelve a acumular numerosos árboles caídos, muertos entre la vegetación y el agua de los arroyos, según han denunciado senderistas que suelen recurrir el lugar para escapar de la bulla de la ciudad.

Se trataría, casi sin ninguna duda, de olmos afectados por grafiosis, una situación que ya ha experimentado el lugar años atrás y que obligó a las administraciones a repoblar la zona que fue afectada, en el Arroyo Bejarano, según explica a este periódico el portavoz de Ecologistas en Acción en Córdoba, Juan Escribano, que detalla que se trata de una enfermedad fúngica, un hongo, que sufre esta especie y que, esta vez, es muy probable que vuelvan a estar afectados.

Senderistas denuncian "el abandono" del lugar. / Cristina Román

La especie es salvaje y, al no haber equilibrio ecológico natural y adecuado en la zona, se hace necesario retirarlos y ocupar esos espacios con especies autóctonas y resistentes a dicha enfermedad y, además, a la vegetación de ribera. Escribano hace hincapié en la urgencia de retirar los árboles caídos para evitar incendios forestales, sobre todo de cara al verano, una estación que cada vez se prolonga más en el tiempo y produce estrés hídrico a las plantas por la sequía.

Los Baños de Popea son, además, una zona que soporta mucho tránsito de personas y el curso del agua está contaminado por aguas fecales, sobre todo durante la temporada en que crece la población en el lugar, que suele ser el verano, lo que también afecta a la vegetación del paraje.

Aunque los Baños de Popea están dentro de una Zona Especial de Conservación (ZEC), la Junta no tiene ninguna competencia en gestión del arroyo, no hay sendero de uso público ni vía pecuaria. La retirada de los árboles corresponde a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir si están en el cauce público y a los linderos o propietarios si ya se salen del dominio público hidráulico.

Proyecto de recuperación

En octubre del año pasado el Gobierno de España, a través de la empresa pública Tragsa y con financiación de los fondos europeos Next Generation, anunció que llevaría a cabo nuevas medidas de recuperación y conservación del Arroyo Bejarano a lo largo de seis meses y por valor de 450.000 euros.

La propuesta de medidas fue elaborada por la Dirección General del Agua y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), tras haber sido "consensuada con las administraciones local y autonómica, así como con las diferentes plataformas y organizaciones ecologistas presentes en la zona". Entre ellas, figura, precisamente la eliminación de pies de olmos afectados por grafiosis y posterior revegetación con especies autóctonas.

Asimismo, el proyecto contempla la instalación de cerramientos de protección frente a especies ganaderas y cinegéticas, tratamientos selvícolas de roza selectiva manual de matorral, limpieza y recogida de residuos, instalación de señalización de senderos y puntos de interés de la RNF y colocación de talanqueras de protección en la zona de las minas romanas".

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