Ojalá una despedida
La gloria de San Agustín
Este año hemos pillado el covid en casa y vaya fin de año raro que hemos tenido
Pues hasta ahora hemos estado esquivando al bicho, que había pasado de largo, también porque hemos puesto de nuestra parte, que vamos siempre con mascarilla y no nos metemos en tumultos grandes, pero esta semana hemos pillado el covid en casa y vaya fin de año raro que hemos tenido. Aunque también nos lo hemos pasado bien, a nuestra manera, que todo es como ese dicho del vaso, y siempre es mejor verlo medio lleno.
La cosa es que no sabemos cómo ha entrado, pero ha entrado el virus, y en un periquete, que cuando nos quisimos dar cuenta ya lo teníamos los tres, que mi hermana y mi cuñado también lo han cogido, así como Soraya y Rafalete, todos de golpe. Que eso estaba más claro que el agua, que cuando lo cogiera uno íbamos todos por delante, que para eso estamos siempre juntos. Eso sí, a nosotros no nos han sumado a todos los casos que hay, que nadie nos ha cogido el teléfono ni tampoco ha sido posible por internet. Así que no me quiero imaginar yo los casos que hay de verdad, que deben ser diez veces más de los que hay, como poco, pero como no lo puedes decir.
Aquí la sanidad de Andalucía no lo está haciendo bien, ni mucho menos, y las cosas hay que decirlas cómo y cuándo son, como está pasando ahora. Que en la vacuna lo hicieron muy bien, es cierto, pero en esto están fallando más que una escopeta de caña, y a lo mejor me estoy quedando muy corto. Como tampoco hay derecho que tengamos que gastarnos el dinero en los test y en los otros análisis, que eso es lo que estamos haciendo todos, que en casa de mi hermana ya nos hemos gastado un pico, para saber cómo estamos.
Y qué desagradable es cuando se te cuela el bastoncito en la nariz, que eso no le puede gustar a nadie, vaya cosa más mala y más fea. Yo ya llevo cuatro por lo menos, que a este paso me va a crecer la nariz y todo, de verdad, que vaya rato malo. En fin, por lo menos casi todos lo estamos pasando como si fuera un resfriado o poco más, que ya no hay tantos ingresos ni tantas defunciones como el pasado año, y es que por suerte la vacuna se nota y una auténtica barbaridad, y el que diga lo contrario es que no sabe lo que dice. Por eso, como estábamos los tres positivos, pudimos tomarnos las uvas juntos, que algo es algo, que en estas fechas se extraña mucho a las personas que no están. Pues nada, que 2022 sea el de la despedida, cuando le digamos adiós a este mal bicho que maldita sea la hora en la que vino a nuestras vidas.
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