#OjoPequealAgua

Huimanidades en la Medicina

El día 25 de julio se conmemora el Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos. En España fallecen al año 30 niños por esta causa; cuatro de cada cinco no estaban vigilados

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Un niño, con un churro atado, espera en el borde de una piscina.
Un niño, con un churro atado, espera en el borde de una piscina. / El Día
Rafael Recio / Traumatólogo

23 de julio 2023 - 06:17

Los ahogamientos se han convertido en un grave problema de salud pública. Tanto es así como qué en 2019 murieron 236.000 personas por ahogamiento según la Organización Mundial de la Salud.

Según la resolución A/RES/75/273 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada Prevención de los ahogamientos a nivel mundial, de abril de 2021, se celebra anualmente el 25 de julio. Y se proclama como Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos.

Con la llegada de la temporada veraniega, las excursiones a piscinas, playas, pantanos, etcétera, se hacen inevitables, y por ende, el peligro de inmersión y ahogamiento aumenta. En España fallecen al año 30 niños a causa del ahogamiento, de los cuales cuatro de cada cinco, no estaban vigilados.

En el año 2017 se inició la campaña de prevención de ahogamientos infantiles #OjOPequealAgua, cuyo objetivo es salvar vidas, partiendo del hecho de que la inmensa mayoría son muertes evitables.

En mis primeros años de ejercer mi profesión de médico, tuve la experiencia de presenciar e involucrarme en la recepción, en el área de quirófanos del Hospital Provincial de nuestra ciudad, de un niño de unos 6 años de edad, que había sufrido ahogamiento.

Como todos recordamos, en el Hospital Provincial de Córdoba existen unas zonas con agua en estanqueidad. Era en invierno, con frío ambiental y a primera hora de la mañana. Una mujer advierte que hay un cuerpo de un niño en decúbito prono (boca abajo) en el agua. Ésta busca a un policía municipal que había visto unos instantes antes, se lo comunica y el agente, sin pensarlo, se arroja al agua y extrae al pequeño.

Con toda la velocidad que puede y sin dudarlo, se encamina al servicio de Pediatría donde se encuentra en consulta; el jefe de Pediatría recoge al niño de los brazos del policía y lo lleva a toda prisa al quirófano, donde estábamos el equipo quirúrgico en periodo de intervención y nos hicimos cargo de la situación.

Tengo que decir que la ansiedad y el desasosiego que produce la situación y la magnífica y rápida labor del anestesista para iniciar la RCP (Reanimación Cardio Pulmonar) fue admirable y que nunca se olvida. Todos los presentes participamos en la RCP con ansia desmedida por encontrar un resquicio de vida en este paciente.

Cuando se produce un ahogamiento en un niño, nos preguntamos qué ha pasado. Si hemos estado atentos y se nos ha escapado. Nos planteamos tantas cosas que no llegamos a entender cómo nos ha ocurrido a nosotros, que como responsables en ese momento del cuidado y custodia, nos desesperamos.

Para los niños pequeños, la seguridad en el agua es importante a cualquier edad, porque el ahogamiento es la causa principal de muerte entre los 1 y los 4 años de edad. Éstos pueden ahogarse en apenas unos centímetros de agua (2,54 a 5,08 centímetros), y suele suceder rápido y en silencio, sin que nos enteremos. Pensemos que es la primera causa de muerte después de las alteraciones del nacimiento. Por eso la supervisión es tan importante, sobre todo en piscinas particulares y zonas de estanques y otros recipientes que no afrontamos como posibles causas y en momentos no dedicados a nadar.

En la Healthychildren.org, la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda el uso de “capas o niveles” de protección con barreras de anticipación a lo que puede ser una catástrofe inconmensurable, destacando sobre todo que cuando los niños están jugando en el agua o alrededor del agua, es fundamental supervisarlos de cerca y constantemente.

Lo primero es percatarnos de que el acceso no previsto y sin supervisión al agua lo tenemos controlado y para ello hemos de hacer un entorno seguro tanto dentro como fuera de la casa o el lugar en el que nos encontremos. Esta es la forma de prevención más segura.

Lo logramos con:

-Cerco perimetral en piscinas, baños, fuentes, estanques, pozos y, con más ahínco, en zonas naturales, donde la situación de la superficie es más compleja.

-Evitar que el niño salga del perímetro de seguridad sin que nos percatemos.

-No dejar recipientes con agua sin la suficiente atención, como cubos, piscinas infantiles, tazones de agua para mascotas, etc.

-Mantener los baños cerrados cuando no se estén usando, con cerrojos de seguridad y vaciar los recipientes inactivos.

-Cuando estén en el agua o cerca de ella, mantener contacto táctil, tanto a la hora de nadar como en el baño.

-Una persona designada para su supervisión, que llamaremos “vigilante del agua” y, no diversificar en varias personas el cuidado para no cometer errores de cálculo.

-El uso de chalecos salvavidas son fundamentales en ríos, lagos, embalses y otras actividades acuáticas al aire libre.

-Por supuesto, aprender a nadar. Recordemos que prevenir el ahogamiento es labor de toda la familia.

Según la Asociación Española de Pediatría:

-Los ahogamientos en menores de 5 años se producen sobre todo en las piscinas particulares o de comunidades privadas. Atención al atrapamiento por succión depuración del agua.

-El 25% de los adolescentes ahogados en nuestro país había consumido alcohol. Más frecuentes en espacios naturales.

-Los saltos de cabeza causan más del 70% de todas las lesiones medulares relacionadas con actividades deportivas o recreativas. Estas lesiones propician un elevado número de ahogamientos.

-Los flotadores hinchables y manguitos generan una sensación de falsa seguridad y no se consideran dispositivos seguros.

Los segundos cuentan y las maniobras de RCP tras aplicar el PAS: Proteger a la víctima llevándole a un lugar seguro; alertar a los servicios de emergencia, y socorrer a los heridos. Iniciar maniobras de RCP si se precisa. Todos y cada uno de nosotros debemos de formar parte de esta iniciativa de protección para reducir a CERO estas muertes evitables.

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