Los Ortiz están dispuestos a buscar a los niños "dentro y fuera de nuestro país"

Trescientos seis días de angustia interminable, diez meses de vacío e incertidumbre, de pistas que se desinflan y de investigación desnortada. Es el bagaje de la familia Ortiz, los seres queridos de los hermanos onubenses Ruth y José, a los que se les perdió la pista el 8 de octubre cuando viajaron con su padre, José Bretón, a Córdoba para pasar el fin de semana.

En la jornada de ayer, como cada día ocho de hace ya demasiados meses, volvieron a sacar fuerzas de flaqueza y asistieron a la concentración de la plaza de Las Monjas para sentir el apoyo de la ciudadanía. Los onubenses, pese al asfixiante calor que todavía persistía a las ocho de la tarde, arroparon con el cariño de siempre a los familiares de los pequeños: más de 300 personas se arremolinaron en torno al templete de la céntrica plaza capitalina para pedir el regreso a casa de los dos hijos de Ruth Ortiz. Ella, como la portavoz de la familia, Esther Chaves, no acudió a la cita de agosto. Encabezando la pancarta principal, su hermano Estanislao y su madre, Obdulia.

Baile de lazos verdes, abanicos y pancartas con duros mensajes contra Bretón. Luego, media hora de silencio, roto sólo por las risotadas de los chiquillos que jugaban en la plaza y por el batir de alas de las palomas blancas.

En el suelo se exponía un enorme mapa de la Península Ibérica en cuyo corazón latía con fuerza la imagen imborrable de Ruth y José, iluminada por la llama de la esperanza, la de 34 velas rojas, blancas y verdes. Arriba podía leerse la leyenda: "10 meses. Nuestra meta: encontrarlos".

El mensaje lo verbalizó ante los presentes María Rosa Ortiz, prima de la madre de los críos, que como portavoz ocasional dejó claro que "seguiremos buscando a Ruth y a José en todos los rincones, dentro y fuera de nuestro país, y nuestras fuerzas no flaquearán y no nos cansaremos nunca porque nuestra meta es encontrarlos", a lo que añadió que quieren "conseguir que vuelvan a casa, con su madre, con quien deben estar y de quien nadie nunca los debió separar". La búsqueda "no parará", remarcó, "aunque algunos se empeñen en entorpecerla ocultando datos y mintiendo".

María Rosa Ortiz repasó estos diez meses de "dolor, angustia y pesadilla" recalcando que la familia no ha perdido la esperanza. Además, excusó la ausencia de su prima Ruth, quien "no ha podido estar hoy con nosotros, pero aunque ella no se encuentre aquí físicamente, sí lo están su corazón y su alma".