El PSOE de Córdoba demanda un plan de inversiones en el Real Jardín Botánico con los remanentes del Ingema
Oposición
Joaquín Dobladez asegura que no se ha ejecutado casi el 50% del presupuesto del Ingema del año pasado
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El concejal socialista en el Ayuntamiento de Córdoba Joaquín Dobladez ha demandado al equipo de gobierno local que active un plan de inversiones urgentes en el Real Jardín Botánico con los 1,5 millones de euros de remanentes del Instituto Municipal de Gestión Medioambiental (Ingema) no empleados en 2023 y que deben de ser ejecutados este ejercicio.
El objetivo, según ha expuesto, es para poner en valor un espacio “que debería ser emblemático, un elemento de atracción no estacional y un espacio de difusión, especialmente en el ámbito educativo y el acercamiento de los más jóvenes a la naturaleza”.
El edil ha recordado que el Real Jardín Botánico de Córdoba es un espacio dependiente del Ingema con un equipo de profesionales que “no cuenta con los medios necesarios y que desarrollan su labor en unas instalaciones abandonadas por la falta de visión, la falta de planificación y la nula gestión por parte del gobierno municipal”.
Para Dobladez, los problemas que tiene el Real Jardín Botánico de Córdoba “no sólo tienen que ver con la falta de financiación, que siempre puede ser mejorable, sino por la incapacidad de gestión del gobierno”, como asegura que ha podido comprobar tras una reunión con los trabajadores del espacio.
Así, ha comentado que el último consejo rector celebrado en marzo donde se presentó el balance de 2023 “descubrimos que no se ha ejecutado casi el 50% del presupuesto, esto es, 1.446.496 euros de un total de 3.012.317 euros”, por lo que ha pedido que estos remanentes no ejecutados se inviertan en este ejercicio “más allá de actuaciones necesarias en otros espacios dependientes del Ingema, como el Parque de la Asomadilla, la Ciudad de los Niños o Los Molinos”.
El edil del PSOE ha defendido que el Plan Integral sobre el Jardín Botánico debe incluir un sistema de riego, “puesto que es inconcebible que en una ciudad como Córdoba en pleno siglo XXI el riego en las colecciones de plantas no esté optimizado, no se cuente con sensores de humedad ni de temperatura ni existan programadores sobre el agua que requieren las plantas y que todo manual, con arquetas deterioradas, llaves deterioradas y averías con pérdida de agua computadas por el contador”.
Además, ha insistido en que “no se cuenta con la presión de agua necesaria para regar el jardín al completo” y ha puesto como ejemplo que para poder regar el arboretum hay que dedicar dos horas por persona para localizar, abrir arquetas y cerrar de forma manual las llaves que cortan el agua de riego del resto del jardín.
Dobladez ha reseñado que los caminos, sendas y entarimados presentan un mal estado generalizado, lo que provoca riesgo de caídas al mismo nivel, y torceduras de tobillo, tropiezos y resbalones del visitante y del personal laboral; y que la señalización y cartelería general como etiquetas de plantas está en mal estado, al igual que se cuenta con una iluminación e instalación eléctrica obsoleta y poco eficiente.
Respecto al estado de los edificios y otras instalaciones, el concejal ha enumerado goteras en distintas partes del Museo de Etnobotánica, así como un servicio precario del Salón de Actos, que se alquila para eventos.
Al respecto, fuentes municipales han asegurado que "disponemos ya de un diagnóstico de las deficiencias y estamos viendo la mejor manera de actuar para darles una respuesta".
El edil también ha hecho referencia a los molinos y ha recordado que sigue cerrado el Molino de Martos como consecuencia de una mala organización del personal por parte de gerencia, y el de San Antonio sólo se abre bajo demanda porque no reúne las condiciones adecuadas para el personal.
Dobladez también ha denunciado la falta de mantenimiento en el Museo de Paleobotánica cuya puerta está descolgada, con la plataforma para minusválidos atada con una cuerda por falta de sujeción original de la base, audioguía con código QR que no tiene información asociada, o falta de protección en la zona del bosque de piedra, lo que supone un deterioro del patrimonio fósil que hay en el exterior.
Además, de citar los toldos de la cafetería rasgados y la estructura de asientos en el teatro rotos, Joaquín Dobladez ha mostrado su preocupación porque el Ingema, que cuenta con aproximadamente 50 trabajadores, no tenga aprobada una RPT.
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