Patios de Córdoba, diez años Patrimonio de la Humanidad: "Todos son hermosos"

Turismo

Casi 30 recintos abren sus puertas para conmemorar la efeméride; todos ellos participan en el concurso municipal menos Cedaceros, 6, en San Pedro, que vuelve a recibir visitas, algo que no hacía desde 2005

Los Patios de Córdoba: Diez años como Patrimonio de la Humanidad

Viistantes en Tinte, 9
Visitantes en Tinte, 9 / Miguel Ángel Salas

"Mira Papá, un patio pequeñito", le refiere Noelia a Andrés Cejudo, quienes acompañados por la madre de ella y esposa de él, Teresa Jiménez, y la otra hija del matrimonio, Susana, han empezado a recorrer la llamada Ruta 2, una de las tres diseñadas por el Ayuntamiento para conmemorar el décimo aniversario de la Fiesta de los Patios como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y que incluyen a 29 recintos. "Pequeñito, pero hermoso, porque, como verás, todos los patios son hermosos gracias a quienes los cuidan", sentencia categóricamente el progenitor.

Noelia se refiere a un recinto que es noticia, una de las noticias de la cita, el de Cedaceros, 6. Su propietario y cuidador, Manuel Tienda, ha vuelto a abrir las puertas de su preciado patio a las visitas después de que las cerrara hace ya más de 17 años. Fue después de las dos únicas ocasiones en las que este recinto ubicado en el barrio de San Pedro, junto a la plaza de la Corredera, participó en el concurso municipal, en las ediciones de 2004 y 2005. Y aunque en ambas resultó premiado, Manuel decidió no volver a presentarlo al certamen después de que en 2006 resultara excluido por la comisión municipal que cada año le da el visto bueno a la selección de los patios.

Visitante en Cedaceros, 6.
Visitante en Cedaceros, 6. / Miguel Ángel Salas

"Cuando se abrió el patio tuvo mucha aceptación, aunque es chiquitito la decoración era un poco especial; le dieron los dos premios en sus dos años de participación y llegaron las envidias, las rabias, las habladurías... y de buenas a primeras al año siguiente resulta que me eliminan porque dicen que el patio es pequeño. Yo creo que no hay patios ni grandes ni pequeños, hay patios, cada uno con su encanto, y en eso está la gracia, en que sean distintos", sentencia.

Uno de los motivos que lo han llevado a abrir ahora el patio es para que los visitantes puedan contemplar el trabajo multidisciplinar que realiza como artista artesano y que tiene ubicado en una habitación contigua al patio. Manuel explica que después de esta apertura extraordinaria está "dispuesto a abrir el patio el próximo mayo". "Enseñar este patio, en el que se aprovechan cada uno de sus rincones, es enseñar esa Córdoba oculta en la que cada rinconcito tiene su encanto", defiende.

La próxima parada de los Cejudo Jiménez es en el patio de La Palma, 3, el de Manuel Cachinero. Allí su hermana María ejerce de cicerone. En el recinto, como siempre, llaman la atención las esculturas picassianas de Manuel, como esa cabeza de gárgola que funciona como canalón. Es diciembre y la gran buganvilla que preside el recinto es testigo de las visitas algo recogida en un rincón. "He querido decorar hoy el patio con cosas históricas de mi familia, que además muchas de ellas se confeccionaban en el patio", relata.

María destaca de entre esos objetos, por ejemplo, una antigua máquina de coser "de lanzadera" que le regaló su padre a su madre "cuando se casaron en 1939". "He querido poner hoy un patio que recordara a lo que se hacía en los patios, porque en ellos se bordaba, se hacía punto de cruz... se planchaba con planchas de carbón", incide. En el recinto tampoco falta "ni el cesto con el que se iba a comprar ni el canastillo que se llevaban los hombres con la comida a trabajar; precisamente, el que hay es el de mi padre". Ni tampoco faltan "la palangana de mi abuela, la toalla de novia de mi madre y la almohada de novia de mi abuela, que se casó en 1904". Toda una lección de historia de la familia Cachinero Madueño.

Historia como la que atesora la Casa de las Campanas, una casa solariega del siglo XV llamada así por ser una fundición de campanas, ubicada en el número 1 de la calle Siete Revueltas y que es propiedad de la Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses. Allí se está celebrando la efeméride con una lectura poética sobre el manto musical de una guitarra española y en la que no falta Cartas de una dama, del autor aguilarense Vicente Núñez.

Rafi Molina comprueba unas flores en Tinte, 9.
Rafi Molina comprueba unas flores en Tinte, 9. / Miguel Ángel Salas

O historia como la que también atesora como cuidadora y propietaria de Tinte, 9 Ana Muñoz Fimia, junto con Ana de Austria -de San Basilio, 22, que también está abierto este martes-, las decanas en la actualidad de los Patios de Córdoba. La familia Cejudo Jiménez también han incluido este patio, actual ganador del concurso municipal en la categoría de arquitectura antigua, en su recorrido.

A lo largo de su historia, Tinte, 9 ha conseguido con Ani -como se le conoce familiarmente- 38 premios. Ani le insiste a la familia en que el hecho de que los patios fueran reconocidos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad "significó muchísimo, ya que fue un reconocimiento a nuestro trabajo, en mi caso de décadas, y a lo que los patios aportan y significan para la ciudad".

A que "el patio está ahora en diciembre también muy bonito" ha contribuido, como viene haciendo ya desde algún tiempo, Rafi Molina, "algo así como mi hija -añade Ana Muñoz-; ella es la que ahora se sube a la escalera a trabajar con las macetas". "Hemos abierto, porque es un día muy importante para los Patios, un día para grabarlo en mármol", añade Ani, mientras acaricia a su perrita, Nena.

Capilla de Nuestra Señora de la Salud, del patio de Pastora, 2, que presenta novedades.
Capilla de Nuestra Señora de la Salud, del patio de Pastora, 2, que presenta novedades. / Miguel Ángel Salas

Noelia y Susana se han quedado prendadas de Nena, como también se han quedado prendadas del belén que Rafael Barón ha montado en su patio de Pastora, 2, un belén que es santo y seña de un recinto que es el actual ganador del concurso municipal en la categoría de arquitectura moderna. En la visita a este patio también se puede contemplar la remodelación de la capilla de Nuestra Señora de la Salud "y su nueva credencia y peana que estrena como regalo del 25 aniversario de la bendición que celebraremos durante todo el 2023", relata Rafael, quien es el presidente de la Asociación de Patios y Rejas de Córdoba Claveles y Gitanillas.

Barón tiene claro, como ya relató, que "lo que está claro es que la declaración como Patrimonio de la Humanidad ha servido para que se valore más el trabajo que abrir año tras año el Patio supone para los cuidadores y cuidadoras, así como para que se tenga más presente la importancia del cuidador y la cuidadora a la hora de continuar con esta tradición".

Visitantes en plaza de las tazas, 11.
Visitantes en plaza de las tazas, 11. / Miguel Ángel Salas

La última visita de los Cejudo Jiménez es a plaza de las Tazas, 11, el patio de Cristina Bendala, que algunos consideran una selva dentro de la ciudad. Allí, Juan Beltrán recuerda que la casa fue en su momento un picadero de caballos y que, tras ello, en la vivienda residían 19 familias. "En aquella época no había macetas en la casa, sino que las flores se repartían en arriates y Cristina ha querido mantener la costumbre y predominan más los arriates, aunque obviamente ha incluido macetas, porque tiene que haberlas", explica.

Juan, quien ayuda a Cristina en el cuidado del patio, le destaca al visitante que el recinto cuenta con un drago, árbol tropical "que tiene ya unos 40 años de vida, al igual que los cactus que pueblan el patio". Y no se olvida de reseñar que el drago de plaza de las Tazas, 11 fue premiado hace un par de años por el Jardín Botánico de Córdoba como una de las plantas más singulares de la ciudad. "Ves como todos los patios de Córdoba son hermosos", le repite Andrés a Noelia.

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