Patrimonio da luz verde a la restauración de los desagües de la cubierta del Salón Rico de Medina Azahara
Patrimonio
La obra desviará las aguas para evitar que viertan por las actuales gárgolas, deteriorando los materiales de calcarenita que conforman la decoración de la fachada del espacio de recepciones de Abd al-Rahman III
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La Comisión Provincial de Patrimonio de la Delegación de Cultura ha dado luz verde al proyecto presentado para la modificación y restauración de los desagües de la cubierta del Salón de Abd al-Rahman III de la ciudad califal de Medina Azahara.
La Junta han informado de que el objetivo es solucionar el problema que causan estos desagües mediante cuatro gárgolas de chapa metálica situadas en su fachada sur del Salón Rico, que se encuentra actualmente en obras para la reposición de su material decorativo. Las salpicaduras y humedades afectan gravemente a la conservación de la piedra calcarenita de la fachada, lo que justifica este proyecto antes de la finalización de las obras de restauración de la fachada.
El trabajo de desviar las aguas de la cubierta para evitar que viertan por las actuales gárgolas se plantea mediante el cambio de las pendientes del canalón de obra actual, que discurre a lo largo de la fachada sur del Salón Rico, justo encima de las cornisas de hormigón armado.
Para lograrlo, se rebajará el fondo del canalón existente, de forma que se consiga una pendiente mínima del 1% para, posteriormente, impermeabilizar la zona con resina e instalar en los extremos sendos bajantes. Estos últimos parten de cubetas semicirculares, se ocultarán detrás de los machones o inicios de muro de las estructuras laterales del salón y se fijarán en toda su altura por medio de abrazaderas y tacos aplicados directamente en la mampostería del siglo XX. Tanto las cazoletas o cubetas como las bajantes serán de zinc con la pátina tratada para evita que brillen.
En el lado occidental, la bajante se ocultará detrás del volumen de la saleta, que sobresale respecto a las naves interiores, y se conectará a una nueva arqueta de obra ejecutada con supervisión arqueológica. Desde ésta, un nuevo colector de hormigón enterrado conectará con la arqueta existente, en la que desagua también la cabina de aseos exterior. Tanto esta arqueta como el tubo enterrado de PVC se encuentran en mal estado, por lo que se deben ser sustituidos.
En el lado oriental, la bajante de zinc irá oculta detrás del machón que inicia la fachada desaparecida de las estancias anejas al salón. En concreto, se conectará con un tubo de PVC instalado sobre el muro de estas estancias hasta encontrarse con la roza original de una tubería desaparecida que desciende hasta el andén superior y lo cruza hacia el sur en un cajeado original existente en el pavimento de sillería. Desde aquí, desciende al andén inferior del jardín y lo cruza para acabar en el canalillo perimetral del mismo.
El muro se encuentra recrecido con mampostería, conservando únicamente dos hiladas de sillería originales que no se verán afectadas. Para ocultar el paso del desagüe por encima del hueco de la puerta se colocarán dinteles de madera ocupando todo el grueso del muro y se recrecerá con dos hiladas de mampostería. El paso por el andén de los tubos se resolverá con nuevas tapas de piedra artificial similares a las existentes de hormigón pero con el color de la calcarenita, para el paso de los visitantes.
En los extremos de la coronación de la fachada del salón existe una pequeña área de fábrica de ladrillo. Al modificar la salida del canal hacia estos extremos, se aprovechará para sustituir este volumen de ladrillo por mampostería de calcarenita.
Igualmente, los lados oriental y occidental del Salón se remataron con hiladas de ladrillo que se enlucirán con mortero de cal. La cornisa de hormigón se encuentra en mal estado de conservación, por lo que se propone tratar sus caras con morteros de restauración y sellar las juntas entre los grandes bloques que la conforman. Por último, la intervención se completará con la reposición de tejas desplazadas por el viento y la sustitución de tejas rotas con nuevas del mismo tamaño y tonalidad.
Para transitar por la cornisa se instalarán barandillas provisionales de obra y una línea de vida de cable de acero que permanecerá una vez terminada la intervención. Dado que la obra se desarrollará coincidiendo con las obras de la fachada del Salón, la compatibilidad entre ambas intervenciones se basa en delimitar con cinta de balizamiento las zonas ocupadas por cada una de modo que no se interfieran.
Las primeras actuaciones arqueológicas en Medina Azahara se realizaron a principios del siglo XX. En ese tiempo se produce la primera declaración como Monumento Histórico Nacional. En 1996 se amplía la zona de protección y en aplicación de la legislación vigente se declara como Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica mediante Decreto. Finalmente, se amplía nuevamente el Bien de Interés Cultural denominado Zona Arqueológica de Medina Azahara.
La protección de la ciudad califal se completa dando cumplimiento a la Ley de Patrimonio Histórico Español que estipula que “la declaración de un Conjunto Histórico, Sitio Histórico o Zona Arqueológica, como Bienes de Interés Cultural, determinará la obligación para el Municipio o Municipios en que se encuentren de redactar un Plan Especial de Protección del área afectada por la declaración u otro instrumento de planeamiento de los previstos en la legislación urbanística que cumpla en todo caso las exigencias en esta Ley establecidas”.
Así, la propia administración autonómica promovió la redacción del Plan Especial de Medina Azahara y su entorno, que aprueba el Pleno del Ayuntamiento de Córdoba en 1998.
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