Pescaíto frito directo a la casa

La freiduría El Duende, en el Realejo, ofrece pescado al peso al estilo de los locales de Cádiz o Sevillal más datos La carta también contempla otros platos como solomillo o flamenquín que se pueden degustar en el mismo local

Dos clientes toman pescaíto en el local, con la pared decorada como una playa de Cádiz.
Dos clientes toman pescaíto en el local, con la pared decorada como una playa de Cádiz.

La comida para llevar parece un invento novedoso traído de fuera pero lo cierto es que en Andalucía se sabe mucho de esta cuestión. Valga como ejemplo las típicas freidurías de Cádiz o Sevilla, unos establecimientos donde se puede comprar el pescaíto frito al peso y, por un precio bastante asequible, disfrutar de una cena o aperitivo. Servidos en cartuchos son la mejor opción para disfrutar de estos platos de manera rápida. José María Junquera se ha traído esta idea de su Cádiz natal a Córdoba y en pleno Realejo ha instalado la Freiduría El Duende, un establecimiento donde además de llevarse el pescado directamente a casa se puede degustar allí con otros platos incluidos en la carta como solomillo, albóndigas o flamenquín.

En cuanto al pescaíto hay casi de todo: boquerones, choco, puntillitas, tortillas de camarones, ortiguillas, calamares, merluza, pijotas o cazón en adobo. Un cuarto de kilo, que se corresponde con una ración media, puede salir entre cuatro y seis euros, dependiendo de la variedad, aunque en el caso de las ortiguillas el precio se eleva hasta 10,5 euros. Las tortillas de camarones se venden por unidad y oscilan entre 1 y 1,5 euros, según el tamaño que tenga. A partir de ahí se puede pedir la cantidad que se prefiera "y sale más económico", según apuntó el propietario. "La gente pide sobre todo fritura", aseguró Junquera que confesó que ha llegado a Córdoba "por amor" y ahora ha iniciado la aventura de este negocio junto son su pareja, Rosa Solano. La familia también echa una mano y ahora toda ayuda es poca para garantizar que la aventura empresarial vaya bien. Abrieron hace tan sólo un mes y "por ahora todo va bien". A la freiduría acuden desde jóvenes que viven solos hasta familias enteras para comer en el local. "Un almuerzo para cinco personas puede salir por 60 euros", apuntó Junquera. La carta se completa con otros platos que se pueden degustar en el mismo establecimiento ya que también es restaurante.

El pescado llega diariamente fresco desde Cádiz y se va preparando según la demanda. Y no sólo acuden cordobeses al local, puesto que al estar en pleno Casco Histórico también recibe la visita de algunos turistas atraídos por este curioso establecimiento. A pesar de la crisis, Junquera está convencido de "que nos vaya bien" ya que "he invertido todo en este negocio". Se trata de una oferta gastronómica más que además resulta muy novedosa en Córdoba, donde no existía ningún local de este tipo, pero que es toda una tradición en otras provincias como Cádiz o Sevilla. Comida rápida sin renunciar a la dieta mediterránea, un lujo en esta sociedad de las prisas.

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