Pocas sorpresas en la escena electoral
La Sal de los días
ESTA misma semana me decía un dirigente socialista cordobés que no me molestara en llamar agrupación local por agrupación local para ver los nombres que proponen para conformar las listas electorales, ya que ni siquiera se van a votar. "Está todo hecho", me ratificaba. Esta afirmación contrasta con la realizada el viernes por el líder andaluz, Manuel Chaves, quien, a cuenta de la candidatura de Málaga, aseguraba que desde el número dos en adelante serán los militantes y afiliados "los que tendrán que decidir". Suena bien, pero a tenor de las directrices dadas en Córdoba, confirmadas por algunos de los secretarios locales, de eso nada. El proceso se va a limitar a que cada agrupación aporte una relación de posibles personas a ocupar los puestos de las candidaturas al Parlamento andaluz y al Congreso. La cosa es aparentar que se da voz, pero servirá de poco porque, como decía ese dirigente cordobés, está casi todo repartido. Puedo decir hasta casi de carrerilla los nombres. Griñán, Ambrosio, Velasco y Gracia serán candidatos a las autonómicas, mientras que Moratinos, Calvo y, con probabilidad, Rascón, irán a las generales, y que yo sepa, esto se ha decidido antes de que hablaran los afiliados. Desde luego, con este sistema se evitan los problemas de otros momentos, cuando la base se hartaba de votar para que luego los nombres con más apoyos no se tuvieran en cuenta. No hay que olvidar que eso ocurrió con Rafael Blanco cuando le relegaron en la lista a las municipales de 2003 y cuando tampoco ocupó puestos de salida en las generales de 2004.
La última semana de diciembre está previsto que se reúna el comité provincial del PSOE, que dará el visto bueno a la propuesta de la Ejecutiva. No habrá problema. En otras etapas, esta directriz habría levantado voces, pero lo cierto es que la disciplina que reina entre los socialistas es inusitada y ahora se quieren presentar como un partido cohesionado y preparado para ganar las elecciones de marzo, algo que en la capital no lo tienen fácil. No obstante, la provincia les salva, mientras que en la ciudad el PP aspira a mantener su hegemonía electoral con unas candidaturas que, por el momento, incluyen la única novedad de Nieto al Parlamento. Fuentes populares dan por hecho también la continuidad de Merino en el Congreso, algo que hace algunos meses no todos daban por seguro. También apuntan a la posible recuperación de personas que en las municipales no obtuvieron acta de concejal, como pueden ser Primo Jurado o Moreno Calderón.
Tampoco en IU son dados a la renovación más allá de la obligada para Madrid, ya que, por razones obvias, Rejón no irá de nuevo en el cartel. López Calvo, que redactó el proyecto de reflexión sobre los malos resultados electorales en las municipales -un texto que miraba para otro lado sobre las razones reales del batacazo- intentará el imposible de que la coalición tenga representación en el Congreso por Córdoba. Lo de imposible es algo que asumen hasta ellos mismos, aunque en público les cueste hacerlo. El que seguirá será Mariscal, aunque no las tiene todas consigo para seguir viajando a Sevilla.
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