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La "deslumbrante" poesía de juventud de Antonio Gala verá la luz esta próxima semana en un volumen que recopila 115 textos inéditos fechados entre 1947 y 1952 y que ayuda a comprender "los orígenes y las raíces del poeta". Planeta publicará el 29 de noviembre Poemas de lo irremediable, un libro "esencial para entender su obra" de cuya edición se han encargado el filólogo Pedro J. Plaza y el secretario personal del autor, Luis Cárdenas. Hay que destacar que desde 2005, con El poema de Tobías desangelado, el autor cordobés no había publicado un conjunto de obra lírica inédita tan grande como este.
Los poemas pertenecen a los "últimos compases de la adolescencia -lato sensu- del escritor y al comienzo de su primera juventud, transitando con su distintiva e incansable pluma por la geografía de Córdoba, Sevilla, Montejaque (Málaga), Cuéllar (Segovia) y la propia Segovia, Santiago de Compostela, Castilleja de Guzmán (Sevilla), Madrid y Santillana del Mar (Cantabria)", señala Plaza.
"Es muy bonito ir acompañando a Antonio por esa geografía vital y sentimental e ir viendo lo que escribe en cada uno de estos lugares", indica el filólogo, añadiendo que aquí ya se aprecia una "escritura deslumbrante en el sentido de que son poemas muy bien compuestos para un adolescente de 16 años y un joven de 22". Entre ellos, hay uno dedicado a Córdoba escrito en Castilleja el 7 de mayo de 1951.
Precisamente en el prólogo, Plaza y Cárdenas explican al lector el sentido de las fechas y los lugares en los que el autor dató estos poemas. "Él escribía continuamente", apunta el que fuera su secretario personal.
Por otro lado, el título del libro que ahora publica Planeta se debe a un grupo de textos que Antonio Gala llamó Poemas de lo irremediable. A los editores les gustó tanto que decidieron escogerlo.
El trabajo de Luis Cárdenas ha sido esencial en este libro ya que conoce a la perfección la letra de Antonio Gala y su vida. El que ha sido secretario personal del escritor durante 26 años explica que cuando vendió su casa de Madrid, el material inédito se trasladó en carpetas y cajas a la Fundación Gala de Córdoba.
Cuando Cárdenas empezó a abrir esas cajas, la sorpresa fue que tenía poemas escritos tanto a mano como a máquina desde que tenía 16 años. Pensó que era "una pena" que se quedaran allí guardados, así que le propuso a la fundación sacarlos a la luz. Tras obtener el visto bueno, empezó a agrupar los textos por orden cronológico.
El hecho de que estuvieran manuscritos conllevaba que había que transcribirlos al ordenador. "He tenido muy poco problema porque la verdad es que se entendía bien la letra y en alguna palabra he dudado, pero no han sido muchas", señala.
A Luis Cárdenas le daba "mucho pudor tocar cosas" que Gala "había colocado de una manera determinada que no sabía si tenía un sentido para él", pero finalmente optó por el criterio cronológico para ordenarlos y que se viera su trayectoria de forma lineal.
Ha sido un trabajo "gratificante" en el que ha disfrutado "buceando en todos estos textos que Antonio Gala escribió desde que tenía 16 años y descubriendo poemas", algunos de los cuales están datados incluso con la hora. "Eso es lo más curioso de todo", apunta.
El primer poemario que publicó Antonio Gala fue Enemigo íntimo, en 1960, con el que ganó el accésit del Premio Adonais. Pero hay poemas anteriores que nunca han salido a la luz y, sobre todo, "posteriores, a montones". Lo que ocurre es que "él siempre decía que le daba reparo publicar poesía porque era como desnudarse, como hacer un estriptis".
Cuando viajaban, el autor llevaba siempre un cuaderno donde escribía versos, en cualquier sitio y en cualquier momento. "Siempre ha escrito poesía, nunca ha dejado de escribir", reconoce Cárdenas, que ha trabajado con Gala desde junio de 1992 hasta 2018, cuando el escritor vendió su casa de Alhaurín El Grande (Málaga) y se mudó a Córdoba.
Los temas que Gala abarcó a lo largo de su vida ya aparecen en estos poemas de juventud, como "por supuesto" el amor, la muerte, la idea de Dios, la espiritualidad, la amistad, el destino, la fatalidad y el cuerpo. Pedro J. Plaza destaca que en los últimos textos de este recopilatorio se aprecian "unos tintes místicos y espirituales que son los que, de alguna forma, hacen entender cuál es la evolución de Antonio Gala desde una religiosidad que puede verse en la adolescencia hacia una "suerte de misticismo pagano ya en su madurez".
Plaza, que se ha encargado de la corrección y ordenación de los textos, se encontró como principal dificultad que "no se trata de un libro que Antonio Gala haya dejado preparado, sino que es una recopilación a partir de los manuscritos existentes".
Por ello, los dos editores pensaron que la mejor forma de ordenarlo era el criterio cronológico y que así el lector "pudiera ver la evolución del poeta Antonio Gala a lo largo de esos cinco años", el periodo que recoge este conjunto de poemas.
También les surgió la duda de si había algún poema que debían descartar, pero finalmente tomaron como decisión coger los que más les gustaban y los que "mejor daban una idea del poeta que Antonio Gala era en esos años y del poeta que Antonio Gala iba a ser después". Estos textos de juventud también dejan ver cuáles serían luego algunas de "las pautas estróficas que luego va a cultivar".
"Seguramente aquí están algunos de sus primeros poemas porque los primeros que hemos datado son de julio de 1947, lo que quiere decir que tenía 16 años", explica Plaza, que conoció a Gala hace nueve años y seis de ellos los ha dedicado a estudiar su obra poética. En ese sentido, añade que son "poemas magníficos teniendo en cuenta que solo tenía 16 años".
En cuanto a las formas, suelen ser "versos muy medidos, muy cuidados para que suenen bien y con mucho aprecio por la lírica clásica". "Estamos ante un poeta que, siendo de factura clásica, no huye de los temas de su tiempo", resalta el filólogo. Según explica, "también se aprecia esa crisis de aquellos escritores que se educaron en los años de la guerra y la dictadura que transitan desde esa religiosidad impuesta hacia el deseo de libertad y expresión".
Pedro J. Plaza ha hecho su tesis doctoral precisamente sobre la poesía de Antonio Gala y, en concreto, sobre cuatro libros: Perseo, Enemigo Íntimo, La acacia y Para Mirta (sonetos barrocos). "Quería hacer algo que no estuviera hecho y consiguiera aportar al mundo de la investigación y me di cuenta de que había sido muy estudiado su teatro, bastante estudiada su novela y sus artículos y, sin embargo, su poesía no había sido absolutamente nada estudiada aún cuando él se consideraba ante todo un poeta". Además, se dio cuenta de que "en el canon de la Generación del 50 faltaba su nombre". Y ahí empezó un trabajo para "darle un nuevo lugar en el panorama poético actual".
Luis Cárdenas y Pedro J. Plaza comenzaron con la edición de Poemas de lo irremediable hace año y medio y estaban en conversaciones con Planeta antes de la muerte de Gala (el 28 de mayo de 2023). "Ha sido una pena que no pueda ver esta obra publicada", concluye el filólogo.
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