Primo Jurado ensalza en su pregón de Semana Santa el legado que fray Albino dejó a Córdoba
Cuaresma
El pregonero exalta la Semana Mayor con un canto de amor a la ciudad y sus cofradías realizando una ruta por todas las sedes canónicas de las hermandades que la componen y concluyendo en la Catedral
Primo Jurado: "Quiero que mi pregón se recuerde como un servicio a Córdoba y a su Semana Santa"
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Juan José Primo Jurado, aquel niño que asistía a los oficios con su familia a la Catedral, donde su tío Juan Jurado Ruiz era canónigo y que "hace casi 25 años" entró en la Hermandad de la Sentencia porque su hijo, Juanjo, con cinco años, "quería salir en procesión", ha exaltado la Semana Santa de la ciudad con un canto de amor a Córdoba y sus cofradías, reivindicando también "la dos veces milenaria Córdoba, que fue tres veces capital en la Historia: de la Bética, de los Omeyas y de la frontera en la Reconquista". Una exaltación en la que ha ensalzado el legado que fray Albino dejó en la ciudad.
Antes del pregón, la Banda de María Santísima de la Esperanza ha interpretado diversas y se ha homenajeado a la familia de Gámez Laserna por el LXXV aniversario de la composición de Saeta Cordobesa. La banda ha interpretado Virgen de las Angustias; de Enrique Báez Centella; El Corpus, de Braulio Uralde Bringas; la Coronación de la Paz de Esperanza, de Rafael Wals Dantas; y la Saeta Cordobesa, de Pedro Gámez Laserna.
El encargado de presentar a Primo Jurado ha sido el sacerdote y periodista Antonio Gil, quien ha destacado que "la persona de nuestro pregonero nos ofrece tres destellos que quisiera ofreceros, desde la orilla del afecto y de la amistad: la cultural, la comunicación y la trascendencia y la fe". Gil ha añadido que "Juan José" es un hombre de saberes humanos "conquistados con tesón y esfuerzo en el campo de la historia y de la vida"; que "sus libros y sus artículos de prensa, sus conferencias y ponencias y sus pregones en las principales fiestas de Córdoba lo acreditan como un excelso comunicador, cercano y entrañable"; y que "vivió la fe desde su infancia al calor de su tío sacerdote, don Juan Jurado Ruiz".
En su pregón, Primo Jurado ha dibujado una ruta cofrade por la Semana Santa de la ciudad. En primer lugar esa ruta ha discurrido por "la Córdoba que mira a la Sierra". "Allí Las Palmeras pide Piedad a su Cristo. Barrio humilde donde los haya, pero con la ilusión de peregrinar con Él hasta la Catedral y acompañar a su Madre durante más de ocho horas, lo que logró al fin en 2012", ha destacado, para continuar en la "histórica barriada" de Electromecánicas y su iglesia de Nuestra Señora del Rosario, sede de la Hermandad de la Conversión. "Cristo aparece crucificado entre Dimas y Gestas y nos preguntamos por qué eligió morir entre dos ladrones, quizás porque todas las personas somos ladrones: robamos fama, dinero, ilusiones...Y Jesús perdona a quien se convierte", ha destacado.
En ese recorrido por la Córdoba que mira a la Sierra ha continuado por el Parque Figueroa y la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, sede del Cristo de Las Lágrimas y ha seguido por Poniente para honrar a la Santa Cena. "Nació en la Trinidad, pero en Beato Álvaro de Córdoba fue donde creció hasta tener el hermoso cortejo que hoy presenta, sin perder ni un ápice su carácter sacramental", ha subrayado. Para llegar a la Huerta de la Reina y su parroquia de San Fernando donde "brilla la Estrella, joven hermandad que no ha parado de crecer en número y calidad", para concluir en el barrio del Naranjo "y su parroquia erigida por fray Albino, "desde la que la religiosidad popular del Naranjo se manifiesta por las calles cordobesas" con la Hermandad de La Agonía.
La ruta ha continuado por "la Córdoba por donde sale el sol". "También aquí encontramos un templo alzado por fray Albino, la iglesia de San Antonio de Padua, en el Zumbacón. Y allí, la Virgen de la Merced y Nuestro Padre Jesús Humilde en su Coronación de Espinas llegarán a la Catedral desde lejos", ha relatado, para luego dirigirse a la moderna iglesia de los franciscanos, Santa María de Guadalupe, de donde saldrá la Soledad. La bella imagen de Álvarez Duarte, tallada para una novel hermandad que en su madurez cambió hace pocos años el Casco Histórico por Levante", ha recordado.
Primero Jurado ha continuado en esa ruta de "la Córdoba por donde sale el sol", por Cañero, donde se ha detenido para exaltar una vez más la figura de fray Albino. "Cañero, barrio castizo, creado en los años 40 del pasado siglo y con personalidad propia, contemplará la estación de penitencia de Jesús de los Afligidos en su Presentación al Pueblo. Fray Albino inauguró su pontificado con clarividentes palabras: Tenemos que hacer viviendas dignas para los cuerpos, templos para las almas y escuelas para educar a la infancia” y construyó a la vez dos barrios, Cañero y Fray Albino. Los dotó de parroquias, colegios, cooperativas, estadios de fútbol, incluso cines. El obispo blanco soñaba con algo más que viviendas dignas y humanizadas, quería proyectar en Córdoba la Ciudad de Dios de san Agustín", ha destacado. Para añadir que "en fray Albino creó una hermandad, pero faltaba otra en Cañero, la Presentación al Pueblo, que se acabaría fundando en 2007, completando la obra del mejor prelado cordobés del siglo XX", ha sentenciado.
Tras ello la ruta cofrade ha transcurrido por la Córdoba del Sur, zona de la que también recordó la herencia "del obispo fray Albino" y en la que "el prelado levantó el barrio que lleva su nombre y, sobre un cerro, una iglesia, Jesús Divino Obrero", sede de la Hermandad del Amor. "Apenas a unos metros de allí está el barrio de del Campo de la Verdad -ha continuado- y la parroquia de San José y Espíritu Santo, donde veremos dos hermandades, la Vera Cruz y El Descendimiento".
Su discurrir por la ruta de la Córdoba cofrade lo ha llevado a "la Córdoba de los barrios de la Ajerquía". Primero se ha detenido en la iglesia de San Francisco, de la que saldrá "Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto" y "el Señor de la Caridad". "La multitud desprende calor y entusiasmo junto a la Caridad, nombre que resuena en la madrugada cordobesa, tan claro y vibrante como la marcialidad sonora de los legionarios del Tercio Gran Capitán Primero de la Legión, sus hermanos de honor", ha destacado.
Desde allí se ha desplazado hasta la iglesia de San Pedro, "donde nos espera la Misericordia, originada con afanes juveniles en la antigua iglesia de la Magdalena, en medio de la tragedia que vivía España con su guerra civil", antes de dirigirse a la parroquia de Santiago, "donde encontramos al Cristo de las Penas, el crucificado más antiguo de la Semana Santa cordobesa". Y continuar por la parroquia de San Andrés, "en la que aguardan la Esperanza y el Buen Suceso". "El imaginero Martínez Cerrillo plasmó en Jesús de las Penas su sencillez de hombre bueno y en la Virgen de la Esperanza su ternura y devoción", ha destacado. "El Buen Suceso pone a la Semana Santa cordobesa una nota de humildad, forjándose la hermandad, año tras año, a golpes de esfuerzos callados e ilusionados", ha añadido.
La ruta ha continuado por la parroquia de San Lorenzo, "la que acoge más hermandades" -el Remedio de Ánimas, la Entrada Triunfal y El Calvario- y que "es la capital del barrio cofrade por excelencia", un barrio en el que también se ha detenido en la parroquia de los Padres de Gracia, para honrar "al señor Rescatado de Córdoba" y al Esparraguero, sin olvidar a El Prendimiento, que espera en María Auxiliadora; y después se ha detenido en San Cayetano, desde donde "desde 1779 surge de allí hacia las calles cordobesas Jesús Caído". "Alfareros y piconeros serán, por proximidad, sus primeros cofrades y luego, la cercanía del Matadero Viejo lo relaciona con el mundo taurino. Lagartijo y Manolete ocuparon el cargo de hermano mayor", ha recordado antes de parar en la iglesia de Santa Marina, "donde nos espera el Señor Resucitado y la imagen radiante de la Virgen de la Alegría".
Primo Jurado ha continuado la ruta de "la Córdoba de los barrios de la Ajerquía" por San Agustín para venerar a Las Angustias "la obra póstuma de Juan de Mesa"; continuar por la casa grande del Hospital de Jesús Nazareno, donde se fundó en 1579, con lo más granado de la nobleza local, la Hermandad de Jesús Nazareno, que, con una generosidad histórica, hace tres siglos y medio, ofreció su regazo a la obra del padre Cristóbal de Santa Catalina". Y concluir el paseo por la Ajerquía en San Pablo, iglesia "en la que su rosetón da luz al último suspiro del Cristo de la Expiración".
La ruta por la Córdoba cofrade diseñada por Primo Jurado transita después por "la Córdoba de los barrios de la Villa" con una primera parada en Capuchinos, donde vigila el Cristo de los Faroles. "De allí salen tres hermandades, la Sangre, la Paz y los Dolores", destaca. "Desde 1719 la Virgen de los Dolores nos espera en su iglesia hospital de San Jacinto, casa de nuestros mayores, como dice su Salve, compuesta por Jesús Cabrera. No pasa la Virgen de los Dolores por las calles de Córdoba, sino que pasea más bien en su trono invisible de cariño por el corazón de la ciudad, tal y como le cantaba García Baena", ha exaltado.
La próxima parada es en la parroquia de San Juan y Todos los Santos (La Trinidad), "donde nos esperan dos hermandades, la Santa Faz y el Vía Crucis. "Desfila el Cristo de la Salud con austeridad penitencial, con caminantes esforzados que hacen las veces de costaleros. Avanza a pie de calle, solitario y próximo… la imagen más cercana de la Semana Santa cordobesa", ha destacado antes de continuar por la iglesia de San Roque, "donde resuena una bofetada en la mejilla de un justo, Jesús, con el contrapunto del Perdón de ese justo para el brutal sayón y para su amo Anás"; y dirigirse a un nuevo destino, "el barrio de San Basilio, oasis de paz y tranquilidad, el de los patios hermosos, el de la Hermandad de Pasión", con su Cristo del Hortelano, "anónimo del XVII".
Primo Jurado se ha dirigido posteriormente a la plaza de la Compañía y a su parroquia de El Salvador y Santo Domingo, la antigua iglesia de los jesuitas y de su poderoso colegio de Santa Catalina. "Allí veremos salir y encerrarse al Santo Sepulcro", ha subrayado. "El final de la noche más triste de la historia lo pone el Santo Sepulcro, en desfile solemne que quiere atraer la mirada última a la muerte real, pero sin espantos, sin lágrimas ni zozobras. Porque el Santo Sepulcro abre el camino de la vida a todos los entierros del mundo", ha incidido antes de recordar que "jóvenes vinculados a las congregaciones marianas de los jesuitas de San Hipólito fundaron la Hermandad de la Buena Muerte en 1944". Y hacer la penúltima parada de la ruta por la Córdoba cofrade en San Nicolás de la Villa, "donde el pregonero tiene su casa, porque aquí tiene su Hermandad, Sentencia".
La última parada de la ruta por la Córdoba cofrade la hace en la Catedral. "Esta ruta cofrade, con la que hemos anunciado la Semana Santa, concluye en la Catedral de Córdoba. Porque no son solo las columnas de la Mezquita, ni el coro espléndido, ni el crucero, ni el altar mayor. La Catedral es mucho más: es el misterio y la luz, es la Eucaristía y la Palabra, es la plegaria y la fe. Es como la Iglesia: grande, magnífica, acogedora, universal, entrañable, con un lugar para todos y con tantas columnas como razones para la vida, para la fe, para el amor… y Córdoba se hace aún más eterna cuando los cordobeses paseamos a nuestros cristos y nuestras vírgenes una vez al año buscando la Puerta de las Cofradías", ha sentenciado.
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