Radiografía de la Córdoba más pobre: Las Moreras, un barrio "aislado del mundo” pese a su cercanía al Centro

Vecinos

Vecinos y asociaciones denuncian el "abandono" de esta zona ubicada de los ejes comerciales y de servicios de la ciudad, y exigen la coordinación de las administraciones y un nuevo plan de vivienda

El deterioro del barrio de Las Moreras de Córdoba, en imágenes

Radiografía de la Córdoba más pobre: el Guadalquivir clama por su deterioro

Dos personas pasean por una de las principales zonas de Las Moreras.
Dos personas pasean por una de las principales zonas de Las Moreras. / Miguel Ángel Salas

Entre el Vial Norte al Sur, la Arruzafilla al Norte y los barrios Huerta de la Reina al Este y Arroyo del Moro al Oeste se encuentra Las Moreras. Podría considerarse, por ubicación, casi un barrio céntrico de la ciudad y, sin embargo, los casi 10.000 vecinos que lo habitan viven en un brutal contraste. Basta con caminar por sus calles para darse cuenta de los problemas que soporta la zona: pintadas en sus edificios, grietas y humedades en sus viviendas, basura en cada rincón, patios interiores con hierbajos que superan el metro de altura, plagas de cucarachas y ratas y bajantes colapsados por la suciedad que desprenden un olor insoportable.

"Cruzas la iglesia de Las Margaritas y esto ya no es Córdoba, pese a que el barrio está rodeado de millonarios. Las Moreras está dispuesta como un gueto aislado del mundo y lo que sucede aquí es una olla a presión, mientras que a 100 metros hay una vida totalmente opuesta y normal", denuncia Rafa Cornejo, vecino desde hace más de 20 años y miembro activo de la plataforma Moreras se Mueve, cuyos voluntarios llevan años luchando por tener un barrio mejor siendo un nexo con el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía en las reivindicaciones junto a las asociaciones vecinales de La Palabra y La Voz.

Los vecinos están "hartos" de la "dejadez" y el "abandono" que sufren sus calles y edificios, algo que no se cansan de denunciar a las instituciones con frecuencia. Los problemas, cuya solución pasa por que "las administraciones coordinen sus esfuerzos, pongan voluntad y no lo dejen todo en manos de los servicios sociales", llevan muchos años agravándose y la esperanza de vivir dignamente cada vez es más insignificante.

Fachada de uno de los edificios de Las Moreras.
Fachada de uno de los edificios de Las Moreras. / Miguel Ángel Salas

Es ese "sentimiento de fatalidad" al que se refiere Rafa Cornejo lo que hace que la gran mayoría de los vecinos "hayan tirado la toalla y no se muevan por tener un barrio mejor ni se recriminen las malas actitudes; es un deterioro mental el que sufre cada persona que se suma a todo el deterioro físico de la zona". "No le puedes pedir a gente que vive en la miseria que se comporte como quienes viven en La Arruzafa, la miseria económica trae desarreglos", reivindica el vecino.

Según el informe Urban Audit del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado el año pasado, Las Moreras es el cuarto barrio más pobre de Córdoba. Dato engañoso porque las estadísticas juntan la zona con los salarios de la Huerta de la Reina y sale un total de 8.706 euros de renta media por habitante. Una pobreza que refleja con claridad un barrio sin ninguna oferta de ocio, en el que las tiendas de alimentación y los bares dan algo de vida a sus vecinos.

Sin comercio, con el Centro Comercial La Sierra cerca como una de las fronteras más marcadas, no hay parques para los más pequeños, pero sí unas pistas deportivas de fútbol y baloncesto que llevan abandonadas más de diez años. Hay una farmacia, dos colegios, una escuela de idiomas, una biblioteca pública "sin ordenadores" y un centro cívico "abandonado de la mano de Dios". Los jóvenes hacen vida en los patios interiores de las ocho manzanas que forman el barrio con una ausencia de mantenimiento notable: hierbajos, grietas, basura y bancos rotos sobre un triste cemento gris desgastado.

Rafa, vecino de Las Moreras, señala la gotera del salón de su casa.
Rafa, vecino de Las Moreras, señala la gotera del salón de su casa. / Miguel Ángel Salas

Pero no solo la cara externa es la viva imagen del deterioro de un barrio caracterizado por el pálido tono rojo del ladrillo de sus edificios. Estas cerca de 2.000 viviendas sociales construidas en la década de los 70 y que en una gran mayoría son propiedad de la Agencia de Viviendas y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) de la Junta de Andalucía tienen infinidad de desperfectos en forma de goteras, humedades, cocheras inundadas, techos y paredes podridos, buzones reventados, entradas sin accesibilidad y, por supuesto, ninguna con ascensor.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH) de Córdoba denuncia que "el Plan de Vivienda de la Junta va muy lento" ,mientras que "no se construye nueva vivienda desde los 90 y Vimcorsa las hace a precios inaccesibles para los vecinos". En su sede ubicada en Las Moreras, esta organización recibe a diario a decenas de familias con procedimientos de desahucios abiertos por la Junta. "Como esas personas son gente del barrio, con menores a su cargo y sin recursos, acaban ocupando un piso o los locales de la calle", explica la asociación.

"Hay personas que llevan 15 años solicitando una vivienda social y, como no hay, surgen las ocupaciones. El problema viene de base, pues la vivienda es un pilar fundamental de la exclusión social. Familias que recibieron un piso en los 90, ahora tienen nietos y siguen ahí toda la familia porque los hijos no encuentran otra casa porque cobran 700 euros una media jornada y viven nueve en una vivienda de dos dormitorios", lamentan desde APDH, pues recuerdan que Las Moreras es uno de los barrios de Córdoba donde hay más niños por la alta natalidad de sus vecinos. Y pese a ello, "no hay ni un columpio", reivindican.

Dos vecinas pasean junto a las instalaciones deportivas de Las Moreras.
Dos vecinas pasean junto a las instalaciones deportivas de Las Moreras. / Miguel Ángel Salas

La labor de la APDH es fundamental en una zona con vecinos "a los que ir, por ejemplo, a Las Tendillas les supone una aventura" y que tienen "escaso acceso a internet y muchas dificultades para hacer trámites y pedir ayudas". La solución para la asociación sólo tiene un camino: "Construir más vivienda social y que haya puestos de trabajo para personas con exclusión social, pues nadie quiere contratar a una gitana de 50 años de Las Moreras". Un fino hilo de esperanza que, por mucho que pasen los años, nunca llega a un barrio cuyos vecinos están acostumbrados a vivir aislados de la ciudad pese a estar a solo unos metros del Centro.

stats