El Reina Sofía aspira a convertirse en referente andaluz en cirugía robótica
El uso del robot quirúrgico Da Vinci para la extirpación de tumores sustituye a la laparoscopia y conlleva ventajas tanto en el trabajo de los cirujanos como en la recuperación del paciente
El Hospital Reina Sofía ha sido pionero en Andalucía al realizar la primera hepatectomía mediante la cirugía robótica. La intervención, realizada el pasado 30 de mayo, consistió en la extirpación de un tumor de cerca de diez centímetros de diámetro en el hígado del paciente Diego Gallardo mediante el uso del robot quirúrgico Da Vinci, en un proceso que se prolongó durante cerca de cuatro horas.
El objetivo es continuar aplicando los avances que ofrece la tecnología al ámbito de la medicina. La directora gerente del hospital, Valle García, ha señalado que la cirugía robótica es una apuesta que hace el Hospital Reina Sofía, ya que “queremos situarnos a la cabeza en el uso de este tipo de cirugía, que será las más frecuente en un futuro no muy lejano. Por ello, nuestra apuesta por la vanguardia y la innovación se hacen patentes hoy con este balance”.
Para asegurar el avance en el uso del robot quirúrgico Da Vinci, el hospital creó la comisión de cirugía robótica, integrada por un grupo de profesionales del centro de todas las especialidades que usarán el robot: Cirugía General, Urología, Ginecología, Anestesia y Reanimación, Cirugía Oral y Maxilofacial, Cardiovascular, Cirugía Torácica y Otorrinolaringología.
El objetivo de la misma es establecer una planificación para coordinar las distintas intervenciones quirúrgicas bajo criterios de prevalencia y relevancia.
Desde que el hospital comenzara a utilizar el robot quirúrgico da Vinci durante el verano del pasado año, los profesionales sanitarios de las diferentes especialidades han realizado ya 163 intervenciones (85 Cirugía General, 58 Urología y 20 Ginecología).
Además, según ha detallado el director de Cirugía General, Javier Briceño, los especialistas que hacen uso del robot quirúrgico han realizado una formación de cinco meses en países como Bélgica, Japón y Canadá.
Briceño ha explicado las ventajas de estos avances, como “una mejor disección de las estructuras vasculares, una mejora de la visión tridimensional y de navegación, más facilidad de sutura y mayor ergonomía para el cirujano, un factor muy importante teniendo en cuenta la duración prolongada de estos procedimientos”, antes realizados mediante laparoscopia.
A ello se suman todas las ventajas que supone para el paciente, que experimenta mejoras en la calidad de vida, ya que este tipo de cirugía implica menor morbilidad y una recuperación postoperatoria más rápida, aplicando un tratamiento normal para reducir el dolor.
De hecho, Diego Gallardo, presente en la rueda de prensa, ha explicado que fue dado de alta a las 48 horas de la intervención y que comenzó a hacer vida normal de nuevo al transcurrir una semana, con algunos cambios relacionados con el tratamiento analgésico al que estaba sometido.
El paciente ha añadido que “ha sido una experiencia muy satisfactoria, ya que todo ha sido muy rápido, me he sentido muy seguro y el postoperatorio no ha podido ser mejor”.
Por lo tanto, Briceño ha afirmado que el uso de Da Vinci sitúa la Reina Sofía en la línea a seguir en innovación, “aunque ha llegado tarde”, y también como referente en la vanguardia nacional e internacional.
El director de Cirugía General ha apuntado que el modelo del que dispone el hospital “es el más nuevo” y que eso supone “una mayor eficacia en la intervención, este modelo ayuda mucho en procedimientos cada vez más complejos”.
El robot quirúrgico permite al cirujano a cargo de la operación tener una visión en tres dimensiones del órgano mientras opera con los cuatro brazos del mismo, a la vez que elimina posibles temblores y precipitaciones.
Así fue la primera hepatectomía con robot quirúrgico
La intervención fue llevada a cabo por Javier Briceño, Irene Gómez y Juan Manuel Sánchez. Mientras que Briceño manejaba los brazos del robot quirúrgico Da Vinci, Gómez y Sánchez le asistían cerca del paciente para los distintos procesos que se llevaban a cabo.
El cirujano lo veía todo a través de la consola, que incluía imágenes en tres dimensiones para facilitar su trabajo, y los asistentes hacían lo propio a través de un monitor en el que se veía todo el procedimiento.
Una vez extirpado el tumor y selladas las venas del hígado, los brazos del robot lo sacaron por una incisión en el ombligo. Las heridas necesarias para estos brazos son más pequeñas que en la laparoscopia.
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