El Reina Sofía realiza casi 2.000 ciclos de reproducción asistida en cinco años

La inseminación artificial y la fecundación in vitro ocupan la mayor parte de la cartera de servicios del hospital. La decisión cada vez más tardía de la maternidad condiciona el éxito.

El Reina Sofía realiza casi 2.000 ciclos de reproducción asistida en cinco años
El Reina Sofía realiza casi 2.000 ciclos de reproducción asistida en cinco años

El Hospital Universitario Reina Sofía ha realizado en cinco años cerca de 2.000 ciclos de técnicas avanzadas en Reproducción Humana Asistida (RHA). Según datos facilitados a el Día por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), entre 2010 y 2014 (últimos datos actualizados) el complejo sanitario, a través de la unidad de Obstetricia y Ginecología, ha llevado a cabo 1.981 ciclos de Reproducción Asistida a mujeres para que puedan quedarse embarazadas. Entre la cartera de servicios que el Reina Sofía ofrece en este ámbito se encuentran el coito dirigido, la inseminación artificial (con semen de marido o de donante) y la fecundación in vitro (tanto la más básica como la aplicada con microinyección intracitoplasmatica o mediante biopsia de testículo); las dos últimas son las más utilizadas.

Otros datos más recientes apuntan a que durante el año pasado un total de 627 parejas se sometieron en toda la provincia a estudios básicos de esterilidad, la mayoría de ellos, hasta 495, en el Reina Sofía. Otros 48 estudios se realizaron en el Hospital Infanta Margarita de Cabra, 47 en del Valle de los Pedroches, 30 en Montilla y siete en el Hospital de Alta Resolución del Valle del Guadiato. El resto de centros hospitalarios que conforman el sistema sanitario en Córdoba incorporan técnicas como la mencionada anteriormente, si bien es en el Reina Sofía donde se aplican las técnicas más avanzadas. Además de estos estudios básicos de esterilidad, también se realizaron consultas. Así, el año pasado se contabilizaron hasta 2.565 consultas de este tipo: 2.064 en el hospital de la capital, 333 en Cabra, 93 en Montilla y 75 en Los Pedroches.

El responsable de la unidad de Reproducción Asistida del Reina Sofía, Juan Lorente, explica que el proceso que tiene que seguir una mujer o una pareja se puede iniciar en cualquier centro de atención primaria, sin necesidad de acudir directamente a los complejos que aplican las técnicas. En un par de meses, detalla, se completan los estudios básicos de análisis para conocer la situación de cada persona, estudios que, por otra parte, sí hay que realizarlos en las unidades de Reproducción Asistida, presentes en Reina Sofía, Montilla o Pozoblanco. Algunos de ellos incluyen también en su cartera de servicios la posibilidad de aplicar directamente las técnicas.

El doctor Lorente detalla que Córdoba es una de las provincias andaluzas donde más casos de inseminación artificial se llevan a cabo; los criterios de priorización no son cerrados y la normativa que en este caso regula estos procesos está recogida en la Guía de Reproducción Humana Asistida en el Sistema Sanitario Público de Andalucía.

El especialista detalla que los dos procesos más aplicados son la inseminación y la in vitro. El doctor Lorente califica el primer caso como "algo muy simple, un coito asistido" que se puede llevar a cabo en mujeres de hasta 38 años en el momento del tratamiento o hasta de 40, en el momento de indicación de dicho tratamiento. Andalucía mantiene además la posibilidad de que esa inseminación se haga a través de semen conyugal (de ahí que algunas veces se le conozca por IAC, Inseminación Artificial Conyugal) o de donante. Los requisitos a cumplir, además de la edad, son que tenga un ovario funcionante, una o dos trompas permeables (en el caso de que ninguna lo fuera cabe la posibilidad de realizar una laparoscopia) y no tener VIH, hepatitis B ni hepatitis C (salvo técnicas de tratamiento de semen). En el caso de que el semen proceda del marido, el recuento de espermatozoides móviles (REM) debe ser de más de una cifra de cinco millones y llevar menos de cinco años estéril.

En el caso de la fecundación in vitro, la edad no puede sobrepasar los 40, aunque tal y como expone el doctor Lorente si se observa posibilidad de embarazo podría alargarse un año más. Esta técnica, a través de sus diferentes aplicaciones, cuenta con más posibilidades de éxito, manifiesta el responsable de Reproducción Asistida del Reina Sofía, aunque todos los tratamientos siempre dependen de la edad de la mujer. En este caso, en la fecundación in vitro existe la posibilidad de aplicar un máximo de tres ciclos por mujer. Además, deben ofertarse en el mínimo tiempo posible (se recomienda que no haya una demora mayor de seis meses entre ciclos).

El doctor Lorente apunta además un dato esencial en estos casos que demuestra el aumento de la necesidad de aplicarlos y que no es más que los cambios en los planes de vida que se han modificado a lo largo de los últimos años. Las mujeres deciden ser madres mucho más tarde que hace algunos años y la edad de éstas es el eje fundamental para procrear, teniendo en cuenta, obviamente, que las cualidades del hombre juegan también un papel fundamental. El especialista del Reina Sofía detalla que las posibilidades de engendrar un hijo a medida que avanzan los años se reducen mucho y que ahora la edad media de las andaluzas que así lo deciden se sitúa entre los 35 y los 37 años. A ello, añade, también ha contribuido la crisis, porque ante la falta de trabajo o ingresos necesarios también se alarga más en el tiempo una decisión tan importante.

Por otro lado, la demora máxima para recibir tratamientos de reproducción asistida en el Reina Sofía se sitúa en 15,7 meses, propiciado dicho tiempo sobre todo por los tratamientos de fecundación in vitro, mucho más extensos que la inseminación artificial, que apenas tiene tiempo de espera. De media, en el conjunto de Andalucía, donde se ofertan estas prácticas desde lo público este tiempo se encuentra en 13,9 meses.

Andalucía puede colgarse la medalla de ser una de las pocas comunidades autónomas cuyo tratamiento en reproducción asistida es más igualitario. Ofrece estos tratamientos en la totalidad de sus técnicas sin haberlo limitado tal y como lo hizo el Gobierno central. De esta forma, a los procedimientos pueden someterse mujeres casadas, solteras o lesbianas, sin ningún tipo de diferencia a la hora de acceder a los mismos.

Nadia Mª Castillo y Juan M. Martínez (Padres de Mario y Juan)

"Cuando supe que iba a tener dos, era como el sueño que se hacía realidad"

Edad del primer tratamiento: 37 años.

Edad del embarazo: 37 años.

Centros: Reina Sofía y Montilla.

Localización: Montilla.

Mario y Juan son mellizos e hijos de Nadia y Juan Manuel. Cuando la madre habla del momento en el que le comunicaron que estaba embarazada aún se le saltan las lágrimas. En el caso de este matrimonio, las causas de no poder concebir estaban claras, por lo que la aplicación del tratamiento fue algo más rápida (algo frecuente en aquellos casos en los que se conoce a fondo el problema). Y fue tan rápida que a sus 37 años Nadia se sometió a una fecundación in vitro y, a esa misma edad, se quedó embarazada. Justo hace tres años. De ese tratamiento nacieron Mario y Juan, dos mellizos que "se parecen poco" según la madre, ambos perfectos de salud. El proceso al que se sometió Nadia fue la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), mediante el cual los ovocitos se fecundan a través de la inyección del espermatozoide mediante una micropipeta, tras obtener y preparar los gametos, algo mucho más efectivo y que en el caso de este matrimonio era lo más viable. El camino no fue fácil, ya que antes de tener que recurrir a estos métodos lo intentaron de forma natural y Nadia se quedó embarazada hasta en dos ocasiones, pero no salía adelante. Tras esto, acudieron a la sanidad andaluza para poder ser padres y Juan Manuel fue intervenido en una operación, tras la cual empezaron el procedimiento de reproducción asistida. Las palabras de Nadia hacia los profesionales que la atendieron, desde los auxiliares de clínica hasta los doctores, solo son de agradecimiento y destaca el valor "personal", algo incluso más grande que el profesional, que no es poco. Mario y Juan, a pesar de no parecerse, "no pueden pasar el uno sin el otro", relata esta madre cuya historia tiene final feliz.

Nuria Carrasco y Roberto García (Padres de Carmen)

Hasta tres años de tratamiento antes de que naciera la pequeña Carmen

Edad del primer tratamiento: 35 años.

Edad del embarazo: 38 años.

Centro: Hospital Reina Sofía.

Localización: Córdoba y Peñarroya-Pueblonuevo.

Nuria Carrasco y Roberto García no podían tener niños por medios naturales. A raíz de ahí, acudieron al Hospital Reina Sofía para averiguar las razones por las cuales pasaba esto. Muchas pruebas después, los facultativos no consiguieron dar con la causa concreta que no permitía a Nuria quedarse embarazada. Pero en este caso, es decir, aun sin encontrar la razón que propiciaba la dificultad de gestación, el centro sanitario inició el tratamiento tras determinar "causas desconocidas". Al contrario que Nadia y Juan Manuel, que en el mismo año en el que iniciaron el tratamiento consiguieron que ella se quedara embarazada, esta pareja necesitó hasta tres años para que los procesos cuajaran. Y finalmente, así fue. La noticia, relata Roberto, no podría haber sido más perfecta, y después de tres años sometiéndose a tratamientos de reproducción asistida, Nuria se quedó embarazada de Carmen cuando tenía 38 años. La pequeña aún no ha cumplido un año de vida pero tiene una salud de hierro. El hecho de que no se descubrieran las razones que no dejaban a Nuria quedarse embarazada no fue impedimento para que se iniciara el tratamiento. Aun así, los estudios básicos de esterilidad que realiza el Sistema Andaluz de Salud (SAS) contemplan varios pasos entre los que se incluye la historia clínica de los pacientes además de la exploración clínica y diversas pruebas complementarias entre las que destacan un seminograma (análisis del semen), un cribado de cáncer de cérvix, un estudio hormonal o una histerosalpingografía (examen con rayos X de las trompas de falopio y el útero). El camino para formar una familia no es fácil, aunque de salir bien tiene la mejor de las recompensas.

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