Tribuna de opinión
Juan Luis Selma
Todo, por un Niño que nos ha nacido
Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) ha probado la eficacia de un nuevo componente para la fabricación de morteros que además es más respetuoso con el medio ambiente. Así, un artículo de la revista especializada Enviromental Science and Technology recoge que las cenizas resultantes de quemar biomasa de olivar para producir energía son un ingrediente eficaz para los morteros.
Los morteros de construcción se componen fundamentalmente de cemento, arena, áridos y agua. De todos, el cemento es el más costoso en precio y coste ambiental, ya que su fabricación emite cantidades bastante importantes de CO2. Por ello, cualquier componente que venga a reducir la cantidad de este material en las mezclas resulta bienvenido.
Así, los investigadores cordobeses han demostrado con su trabajo que las cenizas de biomasa de olivar, residuo reutilizado en parte por la agricultura, pueden reducir el cemento del mortero hasta en un 10% sin perjudiciar la resistencia de la pasta resultante. La clave está, siempre según el trabajo de los científicos de la UCO, en el tamaño de grano específico y alto contenido de aluminosilicatos -un tipo de mineral- que contienen las cenizas y que favorecen la reacción de fraguado de cemento, lo que deriva en una masa especialmente fuerte y de gran utilidad.
La investigación, que ha sido realizada por el grupo que dirige el profesor Luis Sánchez, ha colaborado la empresa cordobesa de morteros Puma.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios