Sacar del casco urbano el ocio nocturno y peatonalizar zonas comerciales, entre las soluciones para reducir el ruido en Córdoba
Urbanismo
En la ciudad la fuente acústica que genera mayor afección es el tráfico viario, sin embargo, en el mapa elaborado para el plan de acción contra la contaminación acústica, las zonas más afectadas son conocidas por sus bares de copas
¿Los barrios y el centro de Córdoba podrían quedarse sin discotecas, bares de copas o pubs? ¿Cómo funcionaría una ciudad más peatonal? ¿Es imaginable hoy una Plaza de Toros sin conciertos? Para alcanzar la disminución eficaz del ruido, el Ayuntamiento aprobó el pasado lunes un plan de acción, derivado del Mapa Estratégico de Ruido de Córdoba (MER), que contempla, entre otras cosas, varias posibilidades correctivas y preventivas que pueden ser explotadas para disminuir la contaminación acústica en la ciudad. Algunas se han hecho ya o están en marcha y otras parece que solo quedarán como meras recomendaciones.
El propio plan sugiere actuaciones como "posibles medidas" a considerar para alcanzar el objetivo: una ciudad más silenciosa. Desde la posibilidad de llevar los centros de ocio, comercio y otros polos de atracción de masas fuera de los cascos urbanos o peatonalizar zonas comerciales, históricas y turísticas, hasta medidas más concretas como la necesidad de construir nuevos carriles bici, de lo que además se ha hablado esta semana tras el anuncio de la Junta de 12 millones de euros para cinco actuaciones para el desarrollo de carriles bicis, y pasos de peatones en determinadas calles, el cambio del pavimento en las avenidas más congestionadas, determinar nuevas zonas 30 o implementar más zonas azules de parking figuran entre las principales actuaciones. Todo ello amparado en que "las urbes deben tender hacia una futura ciudad silenciosa".
En Córdoba, la fuente acústica que genera mayor afección es el tráfico viario, seguido del ferroviario y de la industria (único que ha disminuido desde 2007), pero en el estudio no se toma en cuenta el ruido del ocio nocturno y conciertos, por ejemplo, un apartado que el Consejo del Movimiento Ciudadano buscaba incluir en el mapa y que fue rechazado. Así, el documento considera el 25% de la población total está expuesta por encima de los objetivos de calidad acústica en el periodo día, el 28% en el periodo tarde y 10% en el periodo noche.
Las zonas más ruidosas, donde hay bares
A partir de la visión general de la población afectada y según el documento aprobado por el Ayuntamiento, elaborado de acuerdo al nivel sonoro de afección y el número de habitantes expuestos a dicho nivel, se plantea una primera priorización de 24 candidatos a "puntos de conflicto de carácter residencial" (PCA), es decir, edificaciones donde la población está más expuesta a la contaminación acústica.
Aunque el tráfico viario constituye el principal problema de ruido en la ciudad, llama especialmente la atención que, en el mapa elaborado por le propio Consistorio para el proyecto, las zonas que más destacan son las más afectadas a su vez por el ocio nocturno: Gran Capitán, calle Alhakén y Doce de Octubre, donde pubs y discotecas han sido ampliamente denunciado por los vecinos, así como el paseo de la Victoria, parte de la avenida de América o la avenida de Barcelona.
Además, figuran calles de Ciudad Jardín como el bulevar Hernán Ruiz, la calle Alcalde Sanz Noguer, Alcalde Fernández Mesa Porras, Diego Serrano y Vásquez Aroca, así como Gran Vía Parque (Plaza de Toros) o la zona próxima a la plaza Costa del Sol, que también ha traído conflictos vecinales en más de una ocasión. El mapa se completa con la avenida de Cádiz, la avenida Agrupación Córdoba con Carlos III, la Al-Nasir y parte de la zona de Ollerías y calles cercanas a la glorieta Amadora, en Arroyo del Moro.
Para hacer frente a esta realidad, el documento propone medidas de planificación del territorio “asociadas a la gestión del tráfico” y menciona en ellas la reducción del mismo “sacando fuera de los centros urbanos los centros de ocio, comercio y otros polos de atracción de masas” así como creando paseos peatonales en zonas comerciales, históricas o turísticas.
Los empresarios de la hostelería consideran que esta posible medida "no tiene sentido ninguno" porque la economía de Córdoba depende, en gran medida, del sector servicios, turismo y restauración. "Si además de no tener actividades de ocio nocturno habituales para que los turistas paguen noches de hotel, quitas la restauración, el fracaso es obvio", ha afirmado el presidente de Hostecor, Francisco de la Torre, que ha incidido en que "no creo que se deba ni valorar, supondría un desastre de incalculable valor".
De la Torre ha recordado que cuando se llevaron las salas de ocio nocturno hacia los polígonos industriales se presentaron "numerosos problemas", como peleas o vandalismo, por estar varios locales de una misma naturaleza concentrados en un mismo espacio.
Más control policial
Las acciones de policía, control y seguimiento del ruido en la ciudad también vienen contempladas, con la necesidad, a corto plazo (en un periodo de dos años), de canalizar las denuncias y quejas del ciudadano “realizando inspecciones y acciones subsidiarias sobre el ruido ambiental que genere conflicto en cualquier parte del municipio”. En las últimas semanas han sido los vecinos del Casco Histórico los que han protagonizado las quejas por las consecuencias del ocio nocturno en sus calles, obligando al Ayuntamiento a incrementar la vigilancia policial en fines de semana.
Medidas concretas
Actuaciones a futuro como aparcamientos disuasorios alrededor del Casco Histórico, controles de acceso del tipo Acire (los que hasta ahora hay en el centro de la ciudad), la Ronda de Poniente y la Variante Oeste, nuevas zonas azules, la semipeatonalización de La Ribera, la remodelación de la Ronda de Marrubial, la ordenación del aparcamiento de motocicletas, nuevas zonas 20 y 30 o la mejora acústica asociada al empleo de vehículos eléctricos para baldeo en la actividad de limpieza viaria completan algunas de las medidas principales más concretas en el documento.
Además, figura la culminación de la Ronda Norte, ya que en el momento de su puesta en servicio implicará la redistribución de tráficos, contribuyendo a la mejora acústica de las vías que soportan en la actualidad los flujos de vehículos que realizan los viajes entre zonas que serán conectadas por esta gran arteria de la ciudad, al disminuir el número de vehículos.
Así, hay ya actuaciones de menor impacto como sobreelevar pasos de peatones existentes en varias calles, como el Bulevar Hernán Ruiz, optimizar la regulación semafórica existente aplicando ondas verdes, una acción que permite coordinar varios semáforos para lograr el flujo continuo del tráfico sobre varias intersecciones en una misma dirección o la instalación de un reductor de velocidad tipo "lomo de asno" en zonas como la avenida de Cádiz, la avenida del Aeropuerto o en la Menéndez Pidal.
Se pide, además, extender el sistema del transporte público y ampliar sus horarios de funcionamiento, la creación de restricciones (físicas) de tráfico en el centro de la ciudad, el control de horarios de tráfico sobre las "zonas sensibles" e implementar ayudas e incentivos a la renovación del parque automovilístico y a la instalación de ventanas aislantes en las viviendas.
Tomando en consideración estos entornos de presupuesto aproximado, la cuantía total de las intervenciones, incluidas en las medidas correctoras, asciende a entre 140.000 y 200.000 euros, inversiones que serán integradas en las actuaciones propias de las delegaciones y servicios municipales competentes en cada caso.
Asimismo, muchas de las medidas del plan de acción han sido ya ejecutadas o bien continúan desarrollándose, como la adecuación del firme con aplicación de mezcla fonoabsorbente en las avenidas Al-Nasir, de América y Ronda de Los Tejares, que ya se ha llevado a cabo.
También te puede interesar
Lo último