"Siempre que hay una crisis, el trabajo de los profesionales sanitarios tapa todas las carencias"

Bernabé Galán. Presidente del Colegio de Médicos de Córdoba

El máximo representante de la organización colegial alaba el trabajo que están realizando sus compañeros, a la vez que critica el "maltrato" que sufre la profesión por parte de la Administración

La bolsa de voluntarios del Colegio de Médicos cuenta ya con 139 inscritos

El presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, Bernabé Galán.

Bernabé Galán (Adamuz, 1952) lleva al frente del Colegio de Médicos de Córdoba desde 2013 y le ha tocado vivir desde ese cargo la peor crisis sanitaria del país y del mundo del último siglo. Como máximo representante de los facultativos cordobeses, lucha por que las medidas de protección contra el coronavirus para los galenos y, en general, para todo el personal que trabaja en sanidad, sean las adecuadas. A la vez, agradece a los profesionales el sacrificio que están realizando, aún a sabiendas del peligro que corren de contagiarse. En estos momentos difícíles, se está viendo "la vocación de servicio, el soporte moral y el pellejo del que estamos hechos los médicos", asegura.

Galán, que ha ejercido como médico de familia durante 40 años, da un mensaje de "tranquilidad" a los ciudadanos, a la vez que les pide que "sigan colaborado y se queden en sus casas" porque solo así se podrá controlar la pandemia.

-¿Cómo es la situación actual de los médicos en Córdoba en la lucha contra el coronavirus?

-Anímicamente supongo que como en todas partes; animados, cansados y con ganas de hacer el bien y trabajar lo máximo posible para conseguir que esta pandemia se controle y acabe pronto. Pero, por otro lado, intranquilos por la falta de material, tanto de test para diagnosticar como de equipos de protección individual (EPI). Estos últimos van llegando poco a poco gracias a la solidaridad de los ciudadanos, que están volcados haciendo batas, mascarillas y protectores faciales que, en cierta parte, solventan el problema. También están empezando a llegar EPI de los que se habían encargado.

-¿Han mejorado algo las medidas de protección después de las reiteradas denuncias que se han hecho desde los colegios profesionales y sindicatos?

-Sí, poco a poco, y seguirán mejorando. Ahora mismo hablas con compañeros y te dicen que por fin llegaron las mascarillas, o por fin llegaron las batas o monos impermeables. Lo que no llegan es suficientes test diagnósticos, que sería lo bueno, como recomiendan los científicos. Mientras más test se hagan se conocerían más personas contagiadas y que están transmitiendo el virus sin tener síntomas, por lo que sería más fácil controlarlo.

"Los ciudadanos están volcados en hacer mascarillas y batas y, en cierta parte, solventan el problema"

-En la provincia, ¿dónde está siendo más complicada la situación para los médicos?

-Supongo que en los hospitales, que están viendo cómo a poco se llenan las camas y eso crea más angustia. En los centros de salud, la ciudadanía está respetando mucho todo lo que se dice y acuden solo en casos muy especiales. Además, gran parte de las consultas y la burocracia como recetas y renovación de partes de baja se están solucionando telefónicamente.

-¿Ha recibido el Colegio de Médicos muchas dudas de sus colegiados sobre el coronavirus?

-Sí, más que nada han llegado casos de colegiados que están en su casa aislados porque han dado positivo, viven con personas de riesgo y tienen miedo de contagiarlos. También hay situaciones en las cuales no tienen recursos y llegan solicitudes para que intervengamos, pidamos y los apoyemos, u otras en las que es necesaria la asesoría jurídica. De todas formas, se está llevando todo bastante bien, a pesar de la angustia. También están respondiendo muy bien los jubilados en los últimos años, que se sienten bien y se están ofreciendo como voluntarios. Igual que los médicos que han terminado la carrera, se han presentado el examen de médico interno residente (MIR) y aún no les han dado su plaza. Ya hay casi 140 voluntarios en total entre colegiados y no colegiados. A estos últimos los vamos a colegiar sin que paguen cuota mientras dure esta situación.

-¿Esperaba esta respuesta tan solidaria de sus colegiados?

-Estaba seguro de que iban a responder de esa manera. Es un número considerable de voluntarios y va creciendo cada día.

-¿Surge en los momentos más duros esta vocación de servicio que tienen los médicos?

-Sí, sale multiplicado. Ahí es donde se ve la vocación de servicio, el soporte moral y el pellejo del que estamos hechos los médicos; sabiendo al peligro al que se exponen, no dudan en plantarle cara al coronavirus.

Bernabé Galán, en el despacho de su casa.

-En Córdoba hemos tenido la desgracia de perder al segundo médico fallecido en España por el coronavirus, Manuel Barragán. ¿Cómo se ha llevado esto entre la profesión médica?

-Yo lo conocía y era una persona entrañable, muy trabajador y buen profesional. A todo el mundo le ha afectado mucho, pero al que lo conocía, aún más, y sobre todo el hecho de que no hayamos podido despedirlo. Hemos apoyado a la familia lo que hemos podido y seguiremos apoyándola. Es triste contarlo, pero las cosas están así. Ahora mismo hay al menos otros dos médicos que están bastante delicados, hasta donde he podido saber. También hay enfermeras, auxiliares… Está alcanzando a muchas personas. Y Dios quiera que no haya más fallecimientos.

-Desde su experiencia como médico rural, y además como habitante de un municipio como Fuente Palmera, ¿cómo se está llevando esta crisis en los pueblos pequeños?

-Sin yo estar trabajando directamente en el frente, estoy pendiente absolutamente de todo lo que se mueve en el pueblo. Tengo una relación directísima con el centro de salud y con el Ayuntamiento, incluso hablo varias veces al día con el alcalde. No en vano, llevo 40 años en este pueblo, he conocido a cinco generaciones y en algunos casos hasta seis. Cuando llegas a un pueblo, con la vocación que tenemos, y quien hace medicina rural lo lleva más hondo aún, te impregnas de él, te implicas en todo, conoces a las personas, a sus familias. El ejercicio en el pueblo es mucho más humano y te afecta más el conocer que alguien está contagiado de coronavirus. Tienes que hacer una labor de médico, de sociólogo, de psicólogo, de asistente social… Es una labor que te llena mucho, pero también te hace sufrir más.

-¿Le hubiera gustado vivir esta crisis estando en activo?

-La verdad es que lo que me hubiera gustado es que no hubiera venido esta crisis. Siempre he sido de organizar y estar pendiente de todo, así que estando en primera línea lo hubiera dado todo de mí. Ahora, aunque estoy haciendo gran cantidad de cosas desde la presidencia del Colegio, me queda ese resquemor de no poder estar al lado de mis compañeros en primera línea.

"El ejercicio en el pueblo es mucho más humano y te afecta más el conocer que alguien está contagiado"

-Pero también es importante la labor de gestión desde la otra parte…

-Y tanto… Y también te sientes satisfecho de lo que estás haciendo. Además, estoy escribiendo una especie de diario que tenía abandonado desde hace años. En esta crisis lo he recuperado para plasmar lo que siento y vivo cada minuto porque esto es algo histórico, algo que nadie ha conocido desde hace 100 años. Hay cosas que, cuando todo pase, servirán para aclarar ciertas circunstancias o fallos. Y creo que todo el mundo debería hacer lo mismo porque esto no debemos olvidarlo y además porque vendrán más crisis; ojalá no tan graves como esta.

-Cada año salen de las facultades centenares de facultativos y sin embargo desde la Junta de Andalucía se ha llamado a los jubilados. ¿Esto es fruto del problema estructural que sufre la profesión médica?

-Desde hace una década venimos diciendo que hay que ampliar las plazas de médicos porque en los próximos años se van a jubilar aproximadamente el 40% de los que están en activo y los que salen de las facultades no son suficientes para cubrir esos puestos. Hay que ampliar el número de plazas MIR y para eso es necesario que los propios hospitales aumenten el número de plazas de docencia. En general, va a haber una crisis grande de personal sanitario. No es que se haya echado mano de los jubilados porque no haya médicos jóvenes, sino que se ha echado mano de profesionales que se jubilaron hace poco tiempo, recuerdan todo y tienen experiencia, y eso no quiere decir que vayan a primera línea. Algunos sí irán después de hacer un reciclaje para ponerse al día, pero otros muchos no. Lo lamentable es que viendo cómo está la situación, no están haciendo lo posible. El Ministerio ha dicho que a los residentes que acaban este año la especialidad y que el mes que viene iban a obtener el título, no se lo van a dar, sino que van a prorrogarles el periodo de formación. Está todo el mundo muy disgustado y desanimado porque lo lógico sería que les adelantaran el título un mes, los contrataran como adjuntos y tuvieran un sueldo digno. Bastante han estado como MIR cobrando un sueldo muy bajo para que ahora que hay necesidad de ellos se les desprecie y humille dejándolos como residentes. Si no los tratas bien, muchos se van a ir, gran parte al extranjero. Cada día quienes salen de las facultades están mejor preparados y es una lástima que haya salido esa disposición del Gobierno con la que no está de acuerdo ningún médico.

"Nuestro deber moral y ético es atender a las personas, y de eso se aprovecha la Administración"

-¿Ha destapado esta crisis las carencias del sistema sanitario?

-Siempre que hay alguna crisis, el trabajo y esmero de los profesionales sanitarios tapa todas las carencias; y eso no lo reconoce luego la Administración, que sigue maltratándonos como siempre. Y cuando acabe esta crisis tan grande, en la que tenemos todo el apoyo de la población, esto tiene que cambiar. Tienen que darse cuenta de que no nos pueden seguir maltratando, de que les hemos estado salvando la vida. Nos tienen que dar medios y remunerarnos bien porque las diferencias salariales que tenemos respecto a otros países son tremendas. Puedes tener mucha vocación, pero esto te quema bastante. En cualquier otra profesión, como los maquinistas de tren o los controladores aéreos, por ejemplo, aprovechan las crisis o circunstancias de masificación para ponerse de huelga. Nosotros no podemos hacer eso, se trata de vidas humanas, de ahí nuestra entrega y sacrificio. Nuestro deber moral y ético es atender a las personas, y de eso se aprovecha la Administración. El colmo ha sido la humillación de los residentes.

-Al menos la población parece que se ha dado cuenta del papel que desempeña todo el personal sanitario.

-Sí, se han dado cuenta del sacrificio y la entrega que tenemos todos, desde la Guardia Civil, Policía, el Ejército, conductores de ambulancia, celadores, enfermeras, médicos… Todos estamos volcados. La población lo agradece todos los días, pero es necesario que cuando pase esto, sigan apoyándonos porque realmente esto tiene que cambiar. No solo en el aspecto de las profesiones sanitarias, sino en el aspecto político. No se puede seguir con esta falta de solidaridad de unas personas hacia otras cuando podía ir las cosas mucho mejor.

-¿Está el Colegio preparando más iniciativas aparte de la bolsa de voluntarios para centros sanitarios?

-En otros colegios, por ejemplo en Sevilla, han dicho que no cobran la cuota del mes, pero nosotros vamos a seguir cobrándola porque entre el 80 y el 85% de los colegiados están trabajando y van a cobrar su nómina. Ese dinero les va a hacer más falta a otros compañeros que se van a encontrar en situaciones difíciles. Por eso, vamos a crear una bolsa solidaria para ayudar a esos a los que les hace falta. Además, está la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial, que nació hace más de 100 años a raíz de la gripe española. Entonces murieron muchos médicos y quedaron sus viudas y huérfanos desangelados, así que sus compañeros crearon un fondo de apoyo que se llamó Patronato de Huérfanos. Cada uno daba una cantidad y se creó esta fundación que sigue en pie desde entonces porque sigue habiendo solidaridad. Da una cantidad de prestaciones tremendas para el que esté necesitado, y no solo dentro del colectivo, sino también para sus padres, sus hermanos… En estas circunstancias actuales se van a presentar muchos casos nuevos de necesidades que no habíamos contemplado en esa fundación, por lo que se ha liberado un fondo especial. Aparte, yo estoy en permanente contacto con las autoridades provinciales y aportamos muchas ideas. Por ejemplo, impulsamos la puesta en marcha de una solución habitacional para profesionales sanitarios que no son de la capital y han venido a trabajar, ya que necesitan un sitio para alojarse aquí. O incluso para los propios profesionales que dan positivo y que no quieren volver a sus casas para no poner en peligro a sus familias.

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