Testigos aseguran que el acusado de matar al cura no estaba borracho
Los vecinos recuerdan al párroco como una persona "querida" y "entregada"

Vasile Tudose, el joven acusado de matar al cura de Villafranca golpeándole repetidamente con un radiador, aseguró el pasado lunes que se encontraba bajo los efectos del alcohol en el momento del crimen. Y su letrado, Manuel Fernández Poyatos, teorizó que "la fuerza que da el alcohol" pudo influir en "la contundencia de los golpes". Pero los testigos que declararon ayer en el juicio y que fueron los últimos en ver a Vasile el día de autos desmontaron estas teorías y aseguraron que, aunque había consumido unas copas, no se encontraba ebrio.
Algunos de los testigos fueron bautizados por la propia víctima, Tomás Pérez. "Me ayudaba cuando estaba parado y también ayudaba a mis hermanos y a mi familia. Ayudaba mucho a todo el pueblo", relató el joven que aquella tarde fue a la piscina a buscar a Vasile por encargo del párroco. "Cuando llegué, Vasile estaba solo tomándose un cubata. Borracho no estaba. Luego volví a la casa de don Tomás para decirle que ya había sido avisado. Don Tomás estaba un poco preocupado, enfadado, creo que por todas las horas que Vasile llevaba con uno de sus coches", recordó el testigo.
El procesado se puso al volante de un Suzuki propiedad del sacerdote y condujo hasta su casa. "Vi que conducía bien", relató el joven, que fue emplazado por Vasile a medianoche para visitar un club de alterne. Los planes, al final, cambiaron: "Salió a tirar unas bolsas de basura, volvió a la casa y ya no salió". A la mañana siguiente, el joven recibió la noticia de que don Tomás había sido asesinado. Se lo dijo su madre: "No me lo esperaba. Fue una conmoción muy grande para todo el pueblo", aseguró. La defensa de Tudose le preguntó si en Villafranca había rumores sobre una posible relación homosexual entre el procesado y la víctima: "No me consta que don Tomás le pidiera favores sexuales a nadie", dijo.
Aquella noche, el encartado estuvo en un bar de copas. El dueño del local también declaró en el juicio como testigo: "Sí se oía por el pueblo que el sacerdote era homosexual. Pero sólo eran rumores, y los rumores tienen muy poca base. Jamás vi a don Tomás con un hombre manteniendo relaciones sexuales ni en actitud cariñosa", zanjó. El testigo le sirvió a Vasile Tudose un cubata, aunque el procesado apenas estuvo un cuarto de hora en su local: "No noté en ningún momento síntomas de que estuviera bebido. Lo llamó alguien y se fue. Sólo lo oí decir sí, que ahora voy. Me pidió un vaso de plástico y se llevó la consumición".
El testigo describió a Tudose como un individuo "tímido" que mantenía con el religioso "una relación laboral". Al finado lo recordó como "una persona querida". Otro testigo que trabajaba en el salón de bodas del sacerdote lo describió como "una bella persona que ayudaba a los necesitados". "Me afectó mucho la noticia de su muerte, aseguró el testigo, quien vio "una buena relación" entre el acusado y la víctima.
También te puede interesar