Turismo: Las claves de un descenso que preocupa a todos
Empresarios de establecimientos hoteleros, viviendas y apartamentos inciden en que la irregularidad es el factor más influyente en los malos datos
¿por qué? Esta es la pregunta que se hacen la mayoría de empresarios del turismo cuando observan las cifras cosechadas por Córdoba en lo que va de año. La que durante años ha sido la piedra angular sobre la que pivotaban el resto de sectores económicos empieza a desmoronarse y hay que ponerle una solución. El año empezó mal, muy mal, con una caída en el número de turistas de casi un 11% y una ocupación por plazas en los establecimientos hoteleros que era un 6,2% menor que la del año anterior (según datos del Instituto Nacional de Estadística). Avanzaba el año y la cosa no mejoraba. Los turistas volvieron a caer en febrero, aunque algo menos, un 0,53%; de nuevo se resintieron en marzo, casi un 6% y en abril, cuando ya se vislumbraba la temporada alta, la buena época, se pegó otro batacazo, 7,5% visitantes menos que durante el mismo mes del año pasado.
Los empresarios han confesado que hasta aquí podía aguantarse. El problema vino después, cuando llegó mayo, el mes por excelencia de la ciudad, el que llena bares, calles y terrazas. Pero no, no lo hizo. El quinto mes del año, el de los Patios, las Cruces y la Feria volvía a dejar malos datos. La ocupación hotelera no ha alcanzado en mayo de este año el 100% ni un solo día, ni en esos fines de semana de Patios cuando no se puede pasear por algunas partes de la ciudad.
¿Qué le pasa al turismo cordobés? El atractivo sigue intacto. Apenas hace seis años que la fiesta de los Patios fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Desde ese 2012 los recintos fueron un ir y venir de turistas hasta tal punto que se abrieron rutas alternativas fuera de concurso y de temporada para poder dar cabida al interés por la fiesta. Sin embargo, ni los Patios ni las Cruces ni ninguna fiesta han tenido este año el tirón necesario como para mejorar unos datos que a principios de ejercicio no eran para nada halagüeños.
No es que el sector no entienda nada, sí supone muchas cosas y percibe otras tantas más. Por un lado, hay quienes echan en falta más promoción por parte de los responsables de acometerla, el Ayuntamiento de la ciudad. Las campañas en ferias especializadas como Fitur, en Madrid, parecen no dar los frutos que de ellas se esperan. Esta idea que en su día fuera puesta de manifiesto por el presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), Manuel Fragero, también la comparte Sonia González, una empresaria que junto a su familia regenta el hotel de tres estrellas Los Faroles, en la calle Alfaros. "No se le ha dado tanta publicidad", explica González al ser preguntada por las razones que estima en esta caída turística. "Los Patios, cuando le dieron el nombramiento, se promocionaron mucho y vino mucha gente", recuerda la empresaria, que apostilla que "eso ahora no pasa".
El sector, por lo tanto, echa en falta más promoción de la ciudad en otros lugares de España y de todo el mundo. Es cierto que Córdoba cuenta con un atractivo turístico innato, pero también ocurre esto mismo con ciudades muy cercanas y que pueden arañar turistas tanto a la capital como a la provincia. Es el caso, por ejemplo, de Sevilla o Granada, que a pesar de sufrir problemas similares al cordobés, no han cosechado caídas tan significativas como las de la capital.
Pero la falta de promoción no es la verdadera clave de la caída, o al menos en eso coinciden los empresarios del sector. La capacidad de Córdoba de venderse por sí sola podría valer, en parte, para atraer a los visitantes. Y lo hace. El problema viene en el conteo de los mismos y en dónde se hospedan (si es que pasan aquí las noches). El principal problema que arrastra el empresariado turístico cordobés de un tiempo a esta parte se centra en las viviendas turísticas (incluso en las que están dentro de la norma).
Xabier Fadón, dueño de los apartamentos turísticos San Fernando 76 ofrece una frase muy significativa: "Imagina que me pongo a vender cervezas delante de un bar, eso me dura a mí una hora". "No entiendo cómo pueden permitir lo de las viviendas turísticas", añade. Fadón explica que los gastos a los que se enfrenta un hotel o un bloque de apartamentos turísticos son mucho mayores que los que se piden a las viviendas turísticas; el ascensor, por ejemplo, es obligatorio en los primeros. "Si tengo más gastos que una vivienda turística me es muy difícil competir con ellas", señala. El ajustar precios tampoco se plantea como una opción, dado que entonces no se conseguiría el dinero suficiente para mantener el negocio. Aún así, Fadón reconoce que "los precios están a la baja" y que en meses como julio o agosto tiene que poner las habitaciones a un precio casi irrisorio, "que me da vergüenza" porque "si lo pongo a 80 o 90 euros no me entra ni una reserva". La preocupación es tal, que este empresario se plantea incluso cerrar el negocio si la cosa no cambia.
Para abordar esta problemática que depende básicamente de la gestión y administración de la Junta de Andalucía, la Comisión de Turismo de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) se reunirá esta misma semana que viene. Así lo adelanta el portavoz de esta comisión, Javier Campos, quien detalla que "el mercado está cambiando constantemente y en los últimos años se han incorporado multitud de agentes nuevos, en diferentes formatos y eso requiere de un proceso de readaptación". Esos nuevos modelos también se centran en las viviendas turísticas. Sobre las mismas, avanza Campos, "instamos a la administración a que aplique la ley con contundencia porque además beneficia al mercado". De ahí que la comisión pretenda abordar este asunto para "que seamos capaces de tener una idea mucho más clara de la que hay ahora", sentencia.
Desde las viviendas turísticas legalizadas también se pronuncian. Dulce Muñoz regenta dos en Córdoba desde hace poco tiempo y asegura que también para estos alojamientos "este año está siendo peor que el anterior". Muñoz da además una clave y es que la temporada alta, que es la que debería haber ido algo mejor, ha marchado incluso peor que meses anteriores. Aún así, esta empresaria dice que no se puede comparar un establecimiento con otro "porque somos distintos, tenemos un público diferente". "Al final, un hotel tiene muchas habitaciones de diferentes tamaños y una vivienda sólo tiene dos como mucho y caben las personas que caben", opina. Para esta empresaria, el problema está en las viviendas turísticas "clandestinas", a las que hay vigilar porque entienden que son la causa del "bajón en temporada alta".
Por todo esto, y ante lo contrariados que están los empresarios, desde Aehcor, su presidente señala que se plantean incluso una jornada de huelga que inste a mover un poco el asunto. Las relaciones con el Ayuntamiento de la ciudad no son las mejores, y así lo ha reconocido Fragero en más de una ocasión. Fragero ha apuntado en este sentido que esa relación entre los empresarios y las administraciones en la ciudad "no son sanas" ya que "no se consigue dar pasos para objetivos concretos" y "a veces se centra el golpe en el empresario".
Lo que sí está claro es que empresarios y administración deben ponerse manos a la obra para salvar la verdadera joya de la corona económica de la ciudad.
Alrededores de la Mezquita, con menos turistas de lo habitual.
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