Las obras de la UCI pediátrica del Reina Sofía obligan a trasladar 18 consultas al Castilla del Pino
Salud saca a concurso la construcción de estos espacios en el módulo C de la segunda planta del edificio de Noreña por un importe máximo de 283.494 euros y cinco meses de ejecución
Las obras que se desarrollarán para construir una nueva Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el Hospital Materno-Infantil del Reina Sofía obligarán al traslado de 18 consultas al Centro de Especialidades Carlos Castilla del Pino.
La Consejería de Salud ha sacado a licitación la contratación de reforma del módulo C de la segunda planta de dicho centro, ubicado en Noreña, con un presupuesto máximo de 283.494,53 euros y un plazo de ejecución de cinco meses.
Salud explica que esta contratación viene justificada por la necesidad, a muy corto plazo, de crear una nueva área de consultas para poder acometer la obra de la nueva UCI pediátrica y a medio plazo por la necesidad estructural del Reina Sofía de incrementar el número de consultas externas en todas las áreas.
La intención es que cuando el nuevo edificio de consultas externas materno infantiles esté acabado, todas las especialidades pediátricas se ubiquen allí. En la actualidad, las obras de esta nueva infraestructura están adjudicadas y la Consejería espera que esté en funcionamiento en el plazo de dos años.
A su vez, su puesta en marcha permitirá que en el módulo C de la segunda planta del Castilla del Pino quede vacío y se pueda utilizar para aumentar el número de consultas externas de adultos de diversas especialidades, “que actualmente ya resultan insuficientes para atender la demanda”.
Las obras deben adaptar un espacio diáfano de 537,5 metros cuadrados para la ejecución de 18 consultas, para las que irán 340,2 metros, y una sala de espera de 177,8.
Actualmente, el proyecto de la UCI pediátrica se encuentra redactado y enviado a la Oficina de Supervisión de Proyectos del SAS, pendiente de supervisión. Sin embargo, para su construcción es preciso trasladar un número importante de consultas de la primera planta del Hospital Materno Infantil con el fin de generar el espacio donde se ubicarán los Cuidados Intensivos.
Para este traslado “se ha diseñado un plan de contingencia, consensuado con los servicios clínicos afectados, que nos permitirá reducir a 18 el número de espacios necesarios, aun cuando el número de consultas que se precisa desplazar de la zona es sensiblemente mayor”, apunta Salud.
Los servicios técnicos del Reina Sofía han sido los encargados de redactar el proyecto para el Carlos Castilla del Pino y hasta que no esté construido no se podrán iniciar las obras de la UCI.
Las empresas que se presenten a este concurso deben cumplir unos requisitos mínimos de solvencia económica, financiera y técnica. Para ello deben presentar una declaración sobre el volumen anual de negocios, en el ámbito correspondiente a este contrato, por un importe igual o superior al presupuesto total de licitación.
Para la solvencia técnica, los interesados deben presentar “una relación de las principales obras ejecutadas en hospitales, en el curso de los cinco últimos años, del mismo tipo y naturaleza al que corresponde el objeto del contrato, indicando su importe, fechas y destinatario público o privado de los mismos”, según señala el pliego de condiciones.
En esta línea, resalta que la mejor forma para acreditar esa solvencia técnica es “haber realizado de conformidad obras similares en el nuestro o en otros centros hospitalarios, totalizando al menos en tres centros”.
Por otro lado, las empresas deben realizar una memoria explicativa del desarrollo previsto de los trabajos ya que, para conocer la fiabilidad de la oferta, la Consejería valorará el “correcto conocimiento del licitador de las actividades que tiene que desarrollar”.
En este sentido, tendrán que aportar unas condiciones de implementación y un programa de las obras que tenga “coherencia e idoneidad de plazos, inicios, terminaciones y solapes de los trabajos, actividades y capítulos”.
Además, Salud considera fundamental que el licitador describa “las medidas que tenga previsto adoptar durante la ejecución de las obras con vistas a minimizar su impacto sobre el entorno hospitalario”. Para ello, la Consejería solicitará “métodos de ejecución que disminuyan la incidencia de los efectos de la obra a terceros”, es decir, a pacientes y profesionales sanitarios que desarrollen su actividad asistencial en el Castilla del Pino.
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