Urbanismo decide mañana los nombres de las calles 'franquistas'
El consejo rector elegirá entre las 55 propuestas realizadas por el Consejo Ciudadano
El consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) decidirá mañana los nombres definitivos de 13 de las 15 calles a las que el Pleno del Ayuntamiento aprobó cambiarles el nombre -tras dictamen de la comisión de Memoria Histórica- por su vinculación con el franquismo, tal y como informó ayer el presidente de este organismo municipal autónomo, Pedro García. Los nombres de las dos restantes vías se eliminarán sin cambiarlos. Es el caso de Francisco Franco, que sólo existe en el callejero fiscal, y el de la de Glorieta de los Artilleros. García detalló que las nomenclaturas definitivas se decidirán entre las 55 propuestas realizadas por el Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC).
El presidente de la GMU, que espera el mayor consenso del consejo rector a la hora de elegir los nuevos nombres, recordó que tras la decisión de la Gerencia, la propuesta definitiva irá a la Junta de Gobierno Local, que será el órgano municipal encargado de aprobarla. La intención del equipo de gobierno es que las calles ya estén rotuladas con esos nuevos nombres antes de que acabe el año. "Se tendrá en cuenta también, como ya lo tuvo el Consejo del Movimiento Ciudadano el proceso participativo que la Asociación Vecinal de Cañero realiza, guardar un equilibrio entre nombres de personas y nombres abstractos y dentro de los nombres de personas se quiere dar mayor importancia a las mujeres, puesto que el callejero es inminentemente masculino", insistió la edil de Participación Ciudadana, Alba Doblas.
La propuesta del CMC es que para la Plaza de Cañero se elija entre calle San Vicente Ferrer, Aixa o Derechos Humanos, mientras que para la calle José Cruz Conde habrá que decidir entre Foro Romano, Teresa López La Chiquita Piconera, 4 de diciembre o calle del Comercio. Asimismo, para la Avenida Conde de Vallellano, la propuesta pasa por Del Guadalquivir, Del Flamenco, Subn umm walad, Califato de Córdoba, Patios de Córdoba o Turdetanos; y la calle José María Pemán se acabará llamando Concha Lagos, Pintor Antonio Povedano, Rafael López Cansinos o Corto Maltés.
Por otra parte, el CMC propone que la actual calle Cronista Rey Díaz se denomine Librero Rogelio Luque, Catalina Hernández de Córdoba, Cronista Teodomiro Ramírez de Arellano o José Rebollo Dicenta; mientras que para la calle Joaquín Benjumea se proponen Párroco Bartolomé Blancos, Pepita Patiño, Poeta Rafael Porlán o Eduardo García.
Asimismo, para la calle Periodista Aguilera se propone De las pulidoras, Qalam, José García Marín o José López El Pisto, mientras que para la calle Poeta Antonio Arévalo, los nombres que se ponen sobre la mesa son Ana Claro Fuentes, Guadamacilero Ramón García Romero, Profesor Enrique Aguilar Benítez o Doctor Armando Romanos.
La propuesta del CMC pasa además por que Periodista García Prieto se acabe llamando Huerta Salesiana, Carmen López Román, Juan García Ruiz Juanín o Francisco Calzado Litri, mientras que para la calle Poeta Francisco Arévalo se han seleccionado los nombres Del Mercado, Ángela Romero de Torres o José Timoteo. En el caso de la calle Fernando Fernández Martínez, las propuestas son Ibn Hazm, Mencía de la Oliva, Agustín Gómez o Manuel de la Rubia; y en el caso de la calle Periodista Quesada Chacón las propuestas son De la Letro, De los Olivos Borrachos, Camino San Jerónimo, Escriba Lubna, Arabista Antonio Arjona o Facultad de Veterinaria. Además, la calle Joaquín López Huici se acabará llamando Anfiteatro Romano, De los Gladiadores, María Cerrato, Jaime Balius o José Guerra Lozano. Mientras, para la glorieta de los Artilleros se ha propuesto hacer un monolito o similar en recuerdo de víctimas de la violencia de género.
Doblas puntualizó que muchos de los nombres propuestos por el CMC ya estaban registrados por colectivos vecinales y otro tipo de colectivos en la Gerencia y que los nombres que ahora no reciban las calles se reservarán para que los reciban futuras vías de nueva apertura o para casos en los que haya que cambiar el nombre de alguna otra vía.
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