Versos al ritmo de la comparsa más solidaria
Pregón del Carnaval de Córdoba 2019
Miguel Amate pronuncia un pregón de la edición 2019 del Carnaval de Córdoba en el que ha recaudado fondos para la Asociación Española contra el Cáncer
El comparsista ha reivindicado en su pregón la importancia del carnaval en la calle
Miguel Amate ha hecho rebosar el Gran Teatro de solidaridad. Sobre las tablas de un lugar en el que aún no se han apagado las voces de las más de medio centenar de formaciones –entre cuartetos, chirigotas y comparsas– que han participado en el último Concurso de Agrupaciones Carnavalescas, el suyo ha sido mucho más que un pregón, mucho más que un homenaje a quienes hacen y, sobre todo, han hecho posible que se mantenga con buena salud la versión cordobesa de esa fiesta previa a la Cuaresma en la que reina Don Carnal.
El célebre autor de comparsas tenía muy claro que el suyo debía ser un pregón muy solidario en favor de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) para la investigación del cáncer infantil. Su primo el pintor Pepe Amate ha realizado un cuadro para conseguir fondos y en el Gran Teatro había además voluntarios de la AECC dispuestos a recoger cualquier aportación que el respetable quisiera donar. Además, se han confeccionado para la ocasión lazos dorados y pulseras como reivindicación del cáncer infantil.
Y no ha olvidado tener palabras de agradecimiento a modo también de homenaje “para todos aquellos doctores que me trataron cuando en 2013 padecí un cáncer de laringe y para todos aquellos otros que luchan conmigo contra ese otro cáncer de colon que ahora padezco”. Una enfermedad que le ha retirado de eso que tanto le ha gustado siempre que es subirse a las tablas del Gran Teatro, pero a cantar sus comparsas.
Ya en faena, con un pregón montado como si de una comparsa se tratara, el Niño de la Piedra Escrita no ha olvidado al histórico Antonio Rodríguez Salido, fundador de la también histórica Los Piconeros. “Antonio Rodríguez Salido fue primer premio regional en los Carnavales de Cádiz de 1970”, ha recordado. Tampoco ha olvidado a Antonio Navajas, José Caballero...y así, nombre tras nombre, a una legión de gente “que han engrandecido nuestro Carnaval y que tienen mucha culpa de lo que hoy es esta fiesta en Córdoba”.
Mucha culpa, por ejemplo, tiene aquel grupo de finales de la pasada década de los 70 que ha mencionado, llamados Los Jumeras, grupo de talentosos del que se prendó escuchándolo en la Sociedad de Plateros. Entre ellos, Antonio Cobo, “quizás el más conocido de ellos”, miembro ahora de la Peña Los Castrati. “Ese grupo, Los Jumeras, fue la base fundamental de lo que tenemos ahora, a partir de ellos se fue creando el Carnaval que conocemos, con la participación en el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas”, ha destacado.
Fueron años de transición; el concurso comenzaría unos años más tarde, en 1983. La mayoría de los componentes de Los Jumeras “afortunadamente siguen entre nosotros” llevando unas vidas sexagenarias y, como recordando viejos tiempos, han participado también de la mejor forma posible –cantando– en ese pregón plagado de odas musicadas en honor del Don Carnal con acento cordobés, como las que siempre salieron del talento del que también se conoce como el Niño de la Piedra Escrita –siempre ha dicho que la Fuente de la Piedra Escrita ha sido su musa–, odas musicadas con la máxima marca de la casa de la pluma afilada y siempre de frente.
Piedra Escrita, precisamente, se llamaba aquella comparsa que se alzó con el primer premio en la Gran Final del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de 2016, premio para el que fue clave la veteranía de Miguel Amate. Al verlo encima de las tablas del GranTeatro hubo quien recordó cómo ese triunfo quedó sellado cuando recogió el micrófono de oro de manos de la alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio.
Como torero que cambia de tercio, el Niño de la Piedra Escrita ha homenajeado también a aquellos que en 1978 se echaron a la calle reivindicando el carnaval de coplas. “Eso ocurrió en un momento que no era tan fácil hacerlo. Franco hacía poco que había muerto y el Carnaval estuvo prohibido”, ha recordado el pregonero. “En realidad lo que reivindico es la libertad de expresión, ¿qué sería el Carnaval sin libertad de expresión?”, se ha preguntado, para sumergirse en una especie de sueño en el que vive su propio juicio por su alma de pluma afilada carnavalera.
En ese momento, sobre las tablas del Gran Teatro se ha escenificado una pequeña obra con la colaboración de la compañía Trápala Teatro. Los actores Juan Carlos Villanueva, Rafael Montero y Paco Montero han dado vida al juez, al fiscal y al abogado defensor, mientras que de testigos han participado compañeros que compartieron años y años de aventuras carnavalescas con Miguel Amate, entre 1991 y 2000. El papel de jurado le ha tocado al público, que no ha tenido más remedio que absolverlo.
Tras esa obligada absolución, Miguel Amate ha explicado a los presentes lo que significa el Carnaval para él. “Carnaval sois todos los que estáis aquí”, les ha insistido. Para acabar regalando al respetable un pasodoble fruto de ese talento tan suyo impregnado de la máxima de la pluma afilada y siempre de frente. Como si de un Lou Reed carnavalero se tratara, Miguel Amate ha recitado las estrofas del inédito No soy un cuentacuentos, acompañado a la guitarra de Adrián Fernández Muriel y de Javier Salazar, al piano.
Ese pasodoble inédito ha puesto el punto y final a un pregón que no ha dejado a nadie indiferente y que ha dado el pistoletazo de salida para que se haga carne ese carnaval en la calle reivindicado por el genio carnavalero de Miguel Amate.
También te puede interesar