Viana vista a pocos palmos del suelo

Por segundo año consecutivo, el Día y la Fundación Cajasur, con la colaboración de la Junta y El Corte Inglés, han puesto en marcha la iniciativa Cuéntame Viana, dirigida a escolares de Infantil, Primaria y Educación Especial de toda la provincia que quieran conocer los entresijos de este vetusto palacio para después plasmarlos en palabras. Este certamen de relatos tuvo el año pasado su primera edición y contó con más de un centenar de participantes.

La inscripción aún continúa abierta para todos aquellos centros y alumnos que, tras la visita de rigor, se hayan quedado maravillados con los secretos que esconde este palacio. La web especiales.eldiadecordoba.es/cuentosviana está disponible para los pequeños literatos que, además, entrarán en un concurso donde un jurado experto elegirá las mejores creaciones. En este caso, los premios serán una tablet para el primero, una cámara de fotos para el segundo y un cheque regalo de El Corte Inglés de 400 euros para el centro ganador.

Aunque claro está, para poder contar todas las emociones que se sienten cuando uno pisa el suelo de un edificio como Viana, primero hay que visitarlo. Para eso el palacio cuenta con los mejores anfitriones: los grandes personajes de la época. Los marqueses de Viana fueron ayer los encargados de dar la bienvenida a un grupo de Educación Infantil del colegio López Diéguez. Acordes al espacio, la veintena de pequeños entraba en silencio al Patio de Recibo, a través del cual se accede después al resto de alcobas. Ese sosiego inicial se rompería más tarde, tanto que el propio marqués tuvo que hacer callar a los niños para que mantuvieran, claro está, la compostura.

El marqués se excusó por un encuentro programado, nada más y nada menos, que con el Rey Felipe. Cuando los niños se enteraron se quedaron un poco con la mosca detrás de la oreja, hasta que uno dice: "Yo he visto al Rey", y por la seguridad que muestra al afirmarlo, nadie le tose. Así, quien tuvo que hacerse cargo de la visita guiada fue la marquesa, quien con paciencia de hierro escuchó a los pequeños contar historias como la de las huellas dejadas por el Ratoncito Pérez en la almohada o la del barco de verdad "que tiene mi tito".

Pero los alumnos sabían que lo realmente importante era lo que tenía que contar la marquesa, porque a raíz de estas palabras podrán idear un cuento o un relato para después participar en el concurso. Además, la noble mujer hizo al final de la visita un pequeño examen que incluyó preguntas como "¿Qué es un artesonado?".

Tras los alumnos del López Diéguez vendrán muchos más. El objetivo del certamen, como ya se destacó durante la primera edición, es mostrar la riqueza del patrimonio de la ciudad a una población que absorbe todo lo que ve y escucha: los niños. Adentrarlos en palacio sirve para que conozcan todas las épocas que ha vivido el edificio y todo ello a través de unas visitas guiadas y amenas donde aprender es una diversión. Ahora habrá que esperar a ver quiénes son los más duchos en esto de la literatura.