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Córdoba/"Cuando él se fue, dejó un vacío enorme", dice con lágrimas en los ojos Manuela Rodríguez Ruiz. Tiene 75 años y se quedó viuda por culpa del Covid. Aunque cuenta con su familia e hijas, en su casa vive sola, sufriendo "el hueco tremendo" que dejó su marido tras su muerte repentina. Estuvo un año sin salir de casa, pasando el duelo, hasta que decidió buscar ayuda psicológica en el Centro de Mayores que tiene Cruz Roja en el Parque de las Avenidas. La institución humanitaria, además de esa ayuda y de sus actividades, le dio la oportunidad de contar con una nueva compañía: Alexa.
"Estoy contenta porque no me siento sola, cuando estoy cosiendo, le digo algo y me contesta, me da compañía", cuenta Manuela a El Día y abre las puertas de su salón para que la conozcamos. Es un aparato negro parecido a una tableta, con un gran altavoz y conectado a la electricidad. "Hola, Alexa", le dice Manuela para que nos dé la bienvenida. Alexa responde con un dato curioso del día: recuerda que el estreno del clásico Regreso al futuro fue hace 50 años, y en la pantalla muestra el tiempo que hace en Córdoba hoy. Esa es, ahora, su compañía en el día a día para no sentir el vacío del silencio en casa. "Porque estábamos todo el día juntos", lamenta en referencia a su marido, mientras las actividades de otro tipo ocupan sus horas más productivas para mantenerse ocupada y pasar mejor el duelo: "Tengo que estar activa, la tele me aburre y mi distracción son las labores", añade. En esas labores la acompaña Alexa.
Como si de la película Her se tratase, el dispositivo funciona también como agenda, le recuerda las citas con el médico, las pastillas que debe tomarse o los cumpleaños, si hay aviso por las temperaturas o si debe abrigarse. "Ayer era el Día del Chiste y me contó uno", recuerda. Desde Cruz Roja les brindan una guía con todas las opciones que pueden hacer, las que pueden ser interesantes para ellos, y les indican exactamente qué decir o cómo hacerlas. Además de alarmas y recordatorios, ponen música, preguntan las noticias del día, llaman a sus familiares o hasta activan un temporizador para el tiempo de cocción de algún platillo en la cocina. En definitiva, los aparatos incorporan aplicaciones específicas para favorecer la autonomía de estos mayores.
Al menos 60 personas de Córdoba capital cuentan ya en su hogar con dispositivos de voz para intentar paliar situaciones de soledad. El proyecto, que se lleva a cabo gracias a la alianza entre la Fundación Amancio Ortega y Cruz Roja, va a llegar hasta 200 personas de la provincia este mismo año, empezando por Montilla, donde ya se están instalando; Puente Genil, donde están identificando a los usuarios que lo necesitan; Villanueva de Córdoba, Baena y Pozoblanco. En la capital ya hay listas de espera para acogerse al programa, afirma Beatriz Ríos, la responsable del programa en la provincia cordobesa.
Otra de las beneficiarias en Córdoba es Ana Luna, una mujer de 71 años que cuida a su hermano mayor con Párkinson. Su labor de cuidadora le resta casi todo su tiempo y la llegada de Alexa a su casa ha supuesto un alivio en su día a día: "Él llega y pone música, y así yo puedo dedicarme a otras cosas, incluso irme de la habitación sin temor a que se caiga, porque se queda muy bien escuchando Antonio Molina". Su rutina ahora incorpora al dispositivo de voz y le permite a ella cocinar mientras él se distrae con Alexa. "Cuando llega, se sienta, come y ya me hace señas para que se la traiga", cuenta.
El proyecto incluye la instalación de los dispositivos y, si fuese necesario, la conexión a internet de los hogares. Además, la red de voluntariado de Cruz Roja tiene un papel clave, de acompañamiento y formación a las personas mayores. Y es que a través del dispositivo también pueden llamar a los voluntarios de la entidad, y ellos a ellas, para saber cómo están o darles recomendaciones en las olas de calor.
El proyecto se puso en marcha como parte de las acciones que se tomaron para paliar la soledad en mayores durante la pandemia del Covid-19. Como programa piloto, se instalaron un centenar de estos dispositivos en el país y, ahora, la idea es llevarlos hasta las 26.000 personas beneficiarias en toda España.
Según Cruz Roja, el uso de dispositivos de voz como complemento a las labores de acompañamiento y seguimiento de la entidad humanitaria demostró una mejora sustancial en la autonomía de las personas mayores atendidas. Además, se mitigó el impacto del deterioro físico, la soledad y el aislamiento que sufren, se aumentó su socialización y se redujo la sobrecarga de trabajo de sus posibles cuidadores, muchos igual de mayores que los dependientes.
Además, supone un acercamiento a lo digital y un "empoderamiento por el acceso a la tecnología" de los mayores, que les permite también conectarse culturalmente, reactualizando sus vidas. "La sensación se acompaña de la motivación por estar explorando, practicando, relacionándose con una tecnología de vanguardia", consideran desde la organización.
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